Análisis de Modern Warfare 2

Análisis de Modern Warfare 2
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Uno de los videojuegos más esperados de los últimos tiempos ya está entre nosotros, y es que Modern Warfare 2 ha desembarcado en nuestro país con todo el potencial bélico de la saga Call of Duty intacto. El eterno combate entre Infinity Ward y Treyarch se salda con un K.O., y es que el estudio británico vuelve a demostrar quién es el que manda en la mejor saga bélica del momento.

Parecía que el momento no llegaría nunca, sin embargo Modern Warfare 2, la esperada nueva entrega de las series Call of Duty, ya está entre nosotros y ha llegado con sus cargadores llenos y sus armas sin seguro, tras meses de crear expectación con sus diferentes demos y presentaciones en ferias.

Con el videojuego ya entre nosotros, ¿qué sensaciones produce éste en el aficionado? Una vez fulminado el factor sorpresa del salto a la guerra moderna que deparaba el Modern Warfare original, a la segunda parte del spin-off sólo le quedaba la opción de mejorar todavía más el videojuego original para mantener las cotas de calidad, y a fe nuestra que lo han conseguido. Una campaña tan intensa o más que la del original, y un multijugador todavía más detallado y repleto de opciones son sus principales credenciales.

El estilo cinematográfico de Infinity Ward vuelve a casar a la perfección con una recreación de la guerra moderna tan arcade como es habitual en las series. La campaña viene cargada de momentos impactantes, y algunos de ellos quedarán grabados indeleblemente en la retina del espectador por su capacidad para evocar la espectacularidad que tratan de rescatar de las miserias de la guerra que retratan con igual maestría. El multijugador, por su parte, continúa asentándose sobre las bases de lo visto en el primer Modern Warfare, y lo mejora con un mayor número de mapas, soporte para más jugadores simultáneos y una cantidad de armas, Perks y posibilidades de personalización literalmente obscena.

Bienvenido al 141
Modern Warfare 2 es, como sus creadores ya adelantaron, una continuación directa de lo que Call of Duty propuso. Con esa entrega no sólo asistíamos al cambio de ambientación de las series para saltar de la Segunda Guerra Mundial a los conflictos modernos, sino que al mismo tiempo se optaba por introducir una trama mucho más trabajada, con unos protagonistas claros y unos villanos con voz, rostro y objetivos claramente definidos desde el comienzo.

Makarov, a la izquierda de la pantalla, es el temible villano de Modern Warfare 2. Su salvaje terrorismo será el rival a batir en el nuevo Call of Duty.
Makarov, a la izquierda de la pantalla, es el temible villano de Modern Warfare 2. Su salvaje terrorismo será el rival a batir en el nuevo Call of Duty.

La secuela recoge el testigo donde el primer Modern Warfare lo dejó, y si bien no hace falta haber terminado el original para seguir su argumento, puesto que es lo suficientemente independiente, lo cierto es que viene muy bien haberlo hecho para conocer a algunos de los personajes que repiten, sus motivaciones y el contexto que éstos traen consigo. El videojuego, por si fuera poco, tiene la deferencia de incluir un prólogo con los acontecimientos de la primera parte narrados en un rápido flashback acompañando a la secuencia de títulos de crédito.

Así pues en Modern Warfare 2 se nos cuenta cómo han cambiado las tornas políticas desde lo que vimos en el pasado, con especial énfasis en una Rusia para la que en sólo cinco años las figuras ultranacionalistas como el propio Zakhaev se han convertido en imposibles héroes populares. El carácter fuertemente narrativo del videojuego explica bien a las claras el celo de Infinity Ward a la hora de proteger férreamente la integridad del guión, puesto que apenas se han liberado detalles sobre éste a prensa o aficionados. En aras de ofrecer una experiencia libre de spoilers seguiremos nuestra política habitual de profundizar en su premisa argumental lo menos posible.

Por lo demás la estructura narrativa vuelve a ser la misma que llevamos viendo desde hace varias entregas en las series. Alternamos el protagonismo de un puñado de personajes que ven un mismo conflicto desde diferentes ángulos pero idéntico bando. Desde el soldado que recorre las calles de Virginia hasta Joseph Allen –camuflado de Alexei Borodin- el espía infiltrado en el bando terrorista ruso, viviremos intensas escenas de acción en diferentes puntos del mundo –Brasil, Afganistán, Rusia, una plataforma petrolífera en mitad del océano, un castillo ocupado por tropas enemigas, etcétera- todo ello dentro de un planteamiento más frenético y variado que nunca.

Modern Warfare 2 es muy duro, y la misión del Aeropuerto y las habituales palabras malsonantes así  lo atestiguan. Sin embargo aparte de eso hay otros elementos igualmente desagradables como escenas de torturas o muertes muy violentas.
Modern Warfare 2 es muy duro, y la misión del Aeropuerto y las habituales palabras malsonantes así lo atestiguan. Sin embargo aparte de eso hay otros elementos igualmente desagradables como escenas de torturas o muertes muy violentas.

En última instancia debemos recordar que la polémica ha rodeado ya a Modern Warfare 2 antes de su lanzamiento por una escena que se ha filtrado a través de Internet ambientada en el Aeropuerto Internacional Zakhaev (sic). Los detalles del nivel no los ofreceremos para conservar la experiencia, aunque sí comentaremos que se trata de una de las vivencias más impactantes y desagradables que hemos vivido con un mando en las manos. El videojuego, consciente de la controversia que puede generar, pregunta al aficionado al comienzo del videojuego si desea verla o no, advirtiéndole de su carácter durísimo y que puede herir su sensibilidad. No está en nuestro trabajo el juzgar moralmente si esta parte debería estar o no incluida en la campaña individual, de modo que sólo diremos que con ella el videojuego justifica sobradamente su calificación +18.

Cliffhanger –Máximo Riesgo-
Nada más comenzar a jugar la campaña individual de Modern Warfare 2 nos daremos cuenta de que algunas cosas nunca cambian. El estilo de manejo ágil y preciso del título continúa siendo seña de identidad, y ya desde la primera misión en las calles de Afganistán nos damos cuenta de que la intensidad y el ritmo sin tregua van a ser las principales características del videojuego en su modo singleplayer.

Los niveles de dificultad vuelven a ser los cuatro habituales: Recluta, Normal, Curtido y Veterano. Y ayudan a empujar al usuario a superar la campaña, como mínimo dos veces. En primera instancia el aficionado puede que desee optar por los niveles Normal o Curtido –Recluta si es muy poco experimentado-, y disfrutar del videojuego sin agobios, con un reto medio y un enemigo moderadamente preciso. Podríamos considerarla la vertiente más arcade de Call of Duty.

En algunos de los niveles como el de Brasil, en pantalla, asistiremos a cruces con civiles que huyen despavoridos de los tiroteos. Un reto más a superar, puesto que si les disparamos será considerado fuego amigo, y como éste acarreará el fin de la partida.
En algunos de los niveles como el de Brasil, en pantalla, asistiremos a cruces con civiles que huyen despavoridos de los tiroteos. Un reto más a superar, puesto que si les disparamos será considerado fuego amigo, y como éste acarreará el fin de la partida.

En el momento en que hayamos superado el videojuego con uno de los tres primeros niveles de dificultad probablemente deseemos un reto mucho mayor, y ahí es donde entrará Veterano. Los hardcores de la saga puede que deseen empezar directamente por él, y es que es ahí donde Call of Duty: Modern Warfare 2 se despega algo más del tono arcade y alocado para optar por un estilo algo más serio, que nos obligará a hacer uso de coberturas siempre, a tomar muchas precauciones y a emplear al 100% granadas de humo y de fragmentación. En Veterano cada cargador debe ser exprimido al máximo puesto que no abundan, y si bien no llega a ser una simulación en ningún momento -ya que tampoco pretende serlo-, es por dificultad, precisión de los enemigos y escasa resistencia de nuestro personaje la opción más seria y exigente a la hora de hacer frente a la campaña individual.

Por otra parte también debemos comentar que los civiles debutan en Modern Warfare 2, y visto el extraordinario resultado que ofrecen cuesta creer que hayamos tardado cinco videojuegos de las series en verlos en acción. Su presencia no se produce en todos los capítulos, ni mucho menos, pero cuando aparecen es para enriquecer el aspecto de las calles por las que aparecen generalmente huyendo, y para dotar de intensidad, veracidad y realismo a nuestras acciones de combate.

El resultado es que en los niveles en los que hacen acto de presencia no podremos disparar a lo loco, sino que deberemos apuntar con mucha precisión para evitar impactarles con nuestras balas o granadas, puesto que una baja civil supondrá el fin de la partida. La importancia, como decimos, es moderada a primera vista, pero ayuda a sumar enteros al computo global de la inmersión.

Hay también abundantes elementos con los que salpicar de variedad a la experiencia individual como el manejo manual de la trayectoria de misiles, el contar con armas de puntero laser con las que señalizar objetivos o la compañía de algunos vehículos blindados con los que poder interactuar marcando la dirección en la que deben abrir fuego.

Modern Warfare 2 vuelve a premiar ligeramente la exploración de los escenarios de la campaña salpicándolos de ordenadores con Inteligencia Enemiga que podremos encontrar en los rincones más inesperados.
Modern Warfare 2 vuelve a premiar ligeramente la exploración de los escenarios de la campaña salpicándolos de ordenadores con Inteligencia Enemiga que podremos encontrar en los rincones más inesperados.

Sin embargo el sello de Call of Duty siempre ha sido su genial capacidad para crear momentos inolvidables, y en eso Modern Warfare 2 vuelve a ser un triunfo absoluto. Desde los tiroteos a la carrera por entre las favelas brasileñas, hasta la defensa del edificio de la hamburguesería en Virginia divertidamente tocado con banderas de la cadena de comida rápida en una irreverente parodia del habitual patriotismo norteamericano, lo cierto es que el lanzamiento nos regala infinidad de escenas sensacionales y épicas. Mención especial incluso para los homenajes a otros videojuegos, con un pequeño sector a lo Mirror’s Edge en el que deberemos correr y saltar a la carrera esquivando balas del enemigo por los tejados de las chabolas cariocas.

¿El único punto débil de la campaña? Su brevísima duración. Establecer un número de horas orientativo para que el usuario sepa cuánto puede costarle superarla aproximadamente siempre es complicado, puesto que no todos los jugadores tienen la misma habilidad. Sin embargo si tenemos que dar una cifra aproximada podríamos establecerla entre las 4-6 horas para los usuarios medios en dificultad Normal, y para algo más del doble para los experimentados en Veterano. Unas cifras que pueden sonar a escasas desde la distancia, pero que contribuyen a que la intensidad y el ritmo no decaigan en ningún momento.

Caballo Ganador –Multijugador-
La campaña individual no es particularmente larga, de acuerdo, sin embargo hay dos elementos fundamentales a la hora de prolongar la vida útil de Modern Warfare 2: El primero es el multijugador, y el segundo es el modo debutante: Special Ops.

La posibilidad de disfrutar de un multijugador competitivo ha sido siempre un elemento clave de Call of Duty, sin embargo ha sido a partir de la cuarta entrega cuando hemos visto la calidad de su estilo arcade maximizada hasta extremos realmente brillantes en el universo on-line, convirtiéndose por méritos propios en una de las mejores experiencias a través de internet que nos deparó el 2007.

Con Modern Warfare 2 tenemos un sensacional más de lo mismo, pero aderezado con un pulido de las características y un aumento de los números. La cantidad de mapas, por ejemplo, aumenta sensiblemente para alcanzar en este título la muy respetable cifra de 16. Todos ellos son de tamaños muy variables, algunos de ellos mucho más grandes que los de Call of Duty para dar soporte a los 18 jugadores que debutan en esta ocasión, sin embargo todos destacan por su profundidad, por lo detallado y cuidado de su mapeado y por la presencia de abundantes escondrijos, tácticas y recodos en unos mapas que nos costará algún tiempo conocer al dedillo.

El tutorial de la campaña es una de las misiones de Special-Ops, concretamente la primera. Un recorrido limpio de muertes civiles y en tiempo record nos deparará las deseadas tres estrellas.
El tutorial de la campaña es una de las misiones de Special-Ops, concretamente la primera. Un recorrido limpio de muertes civiles y en tiempo record nos deparará las deseadas tres estrellas.

¿Destacar alguno sobre el resto? Probablemente Terminal, un aeropuerto de tamaño gigantesco y de diseño y trazado cuidadísimo. Las salas de espera, comercios Duty-Free y cafeterías están a sólo unos metros de las pistas que podemos visitar y que están salpicadas por un par de aviones dentro de los que incluso podemos entrar para introducirnos en espectaculares tiroteos de rango cercano, donde las escopetas de corto alcance y enorme dispersión serán las auténticas reinas. Lust, por el contrario, es un ejemplo de lo radicalmente opuesto: Un mapa diminuto, cubierto por una intempestiva tormenta de arena donde la verticalidad tiene una importancia que nunca estuvo tan acusada en el primer Modern Warfare.

Por otra parte la personalización de nuestro personaje o clase vuelve a ser uno de los principales titulares que nos deja el videojuego en su segunda parte, y es que la cantidad de opciones a pormenorizar vuelve a ser sensacional. Como es habitual según vayamos progresando con muertes y objetivos cumplidos en el multijugador iremos obteniendo experiencia con la que subir de nivel, y con el ascenso rango a rango iremos desbloqueando nuevas armas y Perks que podremos emplear.

Nuevamente tener una clase personalizada enteramente a nuestro gusto con el Arma Principal, la Secundaria, las Granadas Especiales –Cegadoras, Aturdidoras, de Humo-, el equipamiento –Granadas de Fragmentación, cuchillos para lanzar, escudos de protección, Semtex (explosivo plástico adhesivo)- y también las compensaciones por rachas de muertes que estemos sufriendo –como un aumento de salud por morir tres veces sin causar ni una baja, o el robo de clase del enemigo que nos ha abatido si lo hemos sufrido cuatro veces-.

El ritmo de la campaña del videojuego es inapelable. Se ha conseguido un tempo tan vertiginoso con acción sin descanso, algunos lapsos a bordo de vehículos y un sentido de la intensidad asombroso.
El ritmo de la campaña del videojuego es inapelable. Se ha conseguido un tempo tan vertiginoso con acción sin descanso, algunos lapsos a bordo de vehículos y un sentido de la intensidad asombroso.

Por otra parte han aumentado también las opciones de personalización estéticas para nuestra clase personalizada y también para el icono en pantalla de nuestro propio personaje con su nombre en clave; y de nuevo los tres Perks que podemos elegir para mejorar nuestro rendimiento on-line volverán a centrar mucho nuestra atención con algunas novedades muy interesantes. Sin embargo queremos llevar a cabo una pequeña reseña para con las rachas de bajas que causemos, con incentivos sensacionales. No queremos destriparlos puesto que entendemos que la sorpresa del usuario también será fundamental en este campo, pero desde las primeras rachas con los mapas tácticos liberados o los misiles teledirigidos, hasta las más sofisticadas del final hay un sofisticado proceso de desbloqueo que nos hará percibir una vez más un nuevo sentido del avance. Algunos de los premios tienen que ser lanzados en el punto del escenario que escojamos para ser recogidos por nosotros mismos y luego activarlos cuando lo deseemos, de modo que, si nos “dormimos”, puede incluso que nos los roben los oponentes haciendo uso de ellos contra nosotros.

Por lo que respecta a los modos de juego la línea es muy continuista con respecto a lo visto en el primer Modern Warfare, con un acertado cóctel que mezcla modalidades ya vistas con otras que debutan. Combate a Muerte y Combate a Muerte por Equipos son las más básicas, pero también encontramos otras seis: Buscar y Destruir, Sabotaje, Dominio, Cuartel General, Tomar la Bandera y Demolición. Todos ellos, como puede comprobarse, de nombres tremendamente descriptivos.

No queremos cerrar el apartado multijugador sin hacer hincapié en la importancia brutal que recibe en esta ocasión el hecho de que las balas puedan atravesar las paredes. En Modern Warfare ya lo vimos a la hora de superar con nuestra munición muchos tabiques y elementos del escenario, sin embargo en esta ocasión el número de obstáculos y objetos a través de los que podemos abrir fuego se ha incrementado de forma notable, lo que se traduce en unos mapas donde es todavía más complicado sentirse a salvo.

Fuerza de Choque –Special Ops-
El segundo elemento a parte de la campaña individual, es el anteriormente mencionado Special Ops, que se convierte por méritos propios en una de las grandes incorporaciones de Modern Warfare 2, y así lo atestiguamos en 3DJuegos dedicando un avance únicamente a desvelar el corte de este aditivo. Con esta modalidad damos con un puñado de misiones breves divididas en diferentes grupos bajo los nombres en clave de Alpha, Bravo, Charlie, Delta y Echo. Cada una de estas cinco ramas se dividen a su vez en diferentes capítulos de corta duración en la que, como si de un videojuego de carreras se tratara, se nos pide que maximicemos nuestros tiempos, números de muertes y efectividad con ánimo de obtener la mejor puntuación posible.

¿Hemos empezado por una dificultad demasiado alta y Modern Warfare 2 se nos atraganta? Pausamos la acción y accedemos a la opción “bajar la dificultad”, para no tener que reiniciar el nivel.
¿Hemos empezado por una dificultad demasiado alta y Modern Warfare 2 se nos atraganta? Pausamos la acción y accedemos a la opción “bajar la dificultad”, para no tener que reiniciar el nivel.

Cada una de estas misiones está ambientada en un lugar distinto –Favelas, base de submarinos rusa, puente de San Francisco, etcétera-, y al finalizarlas se nos otorgará un número determinado de estrellas con las que poder seguir avanzando y desbloqueando el resto de los paquetes de objetivos. Al comienzo sólo contaremos con Alpha disponible, y para liberar Bravo, Charlie, Delta y Echo deberemos obtener cuatro, ocho, veinte y cuarenta estrellas respectivamente. Por cada misión superada podemos obtener un máximo de tres estrellas, y éstas se nos brindarán en función del nivel de dificultad escogido para superarla.

La variedad es muy amplia en Special Ops, desde infiltrarse en instalaciones sin despertar la alerta del enemigo hasta armar un bastión con minas claymore y misiles teledirigidos resistiendo oleadas de enemigos en una posición ventajosa al más puro estilo horda de Gears of War 2, y lo cierto es que esta modalidad es un añadido fantástico. Está principalmente orientado al cooperativo con otro jugador, de modo que podemos disfrutarlo junto a un amigo a través de Internet o mediante la clásica pantalla dividida. También puede ser superado en solitario, aunque dada su alta dificultad es especialmente recomendable hacerlo acompañado.

Combate Moderno –Gráficos y Tecnología-
Gráficamente Modern Warfare 2 vuelve a demostrar por qué Infinity Ward es uno de los estudios de referencia del género de la acción. Puede que las texturas de sus videojuegos no sean las mejores, y puede que tampoco tengan un acabado impoluto con las sombras o el alisado de dientes de sierra: Sin embargo las estampas que generan sus títulos son siempre insuperables, con unos retratos de la guerra –ya sea histórica o moderna- responsables de una ambientación portentosa.

La mejora con respecto a Call of Duty 4 es más que obvia, quizá no lo suficiente para que mantenga su 10 en gráficos puesto que, no lo olvidemos, han pasado ya dos años desde su lanzamiento; pero sí se perciben rápidamente importantes avances en los modelados faciales, en las animaciones y en el acabado de los efectos visuales.

Los niveles con torretas ametralladoras o armas de fuego a bordo de jeeps o vehículos no podían faltar. Algunos de ellos de una espectacularidad que queda fuera de toda duda.
Los niveles con torretas ametralladoras o armas de fuego a bordo de jeeps o vehículos no podían faltar. Algunos de ellos de una espectacularidad que queda fuera de toda duda.

Los enemigos tienen la virtud de no pecar de reiterativos o reciclados, y esto lo consiguen con un buen puñado de modelados francamente trabajados y variados. Lo mismo se puede decir de nuestros aliados, todavía más detallados, y con expresiones faciales muy cuidadas y pulidas. Algunos de ellos nos sorprenderán con animaciones de extraordinaria calidad como, por ejemplo, nuestro compañero de la misión de la escalada en la montaña nevada, dotado de unos movimientos de una naturalidad asombrosa.

De hecho el pasado la saga daba una cierta sensación de robotización a la hora de reproducir algunas animaciones de muertes de los enemigos, en esta ocasión, sin embargo la gama de movimientos de éstos al ser abatidos es lo suficientemente amplia como para dar a menudo la falsa sensación de generarse dinámicamente. Un “trucaje” de mucho mérito.

Los escenarios, por su parte, brillan tanto en la faceta de su acabado como en lo que se refiere a su diseño y calidad de mapeado. De hecho los de Modern Warfare 2 son los más abiertos de cuantos Call of Duty hemos visto hasta la fecha, con algunas localizaciones como el barrio residencial de Virginia o el parking comercial repletos de edificios en los que entrar y parapetarse con total libertad. En absoluto es ningún capítulo un Sandbox, está muy lejos de las intenciones de Infinity Ward, pero el hecho de que ahora los niveles cuenten con más posibilidades de rutas y de exploración enriquece tremendamente la experiencia de juego. Por lo que se refiere a su acabado, éste es impecable, y a pesar de que la interacción con sus elementos peca de ser tremendamente escasa, lo cierto es que el trabajo continúa siendo sobresaliente.

Por lo que se refiere a los efectos de video otro aplauso para Infinity Ward. Un humo volumétrico sensacional debe encabezar este apartado, sin olvidarnos de los cuidados efectos de las granadas flash, las explosiones, el fuego de las armas, la iluminación de los entornos –fabulosa en algunos escenarios como el brasileño o el de Washington-, y también los desenfoques y emborronamientos de pantalla por ondas expansivas, heridas, etcétera.

El escudo debuta en el multijugador como uno de los elementos de equipo que escoger. Con él perderemos capacidad de fuego, pero ganaremos un enorme bonus defensivo.
El escudo debuta en el multijugador como uno de los elementos de equipo que escoger. Con él perderemos capacidad de fuego, pero ganaremos un enorme bonus defensivo.

De nuevo el videojuego vuelve a hacer gala de una fluidez merecedora de un franco agradecimiento, tanto en PlayStation 3 como en Xbox 360. Los inexcusables 60 frames por segundo de este Modern Warfare 2 se mantienen soberanos e impertérritos durante toda la experiencia de juego, y no se resienten por explosiones, personajes o efectos que salpiquen la pantalla.

Por si fuera poco, e hilando con el verbo salpicar, los efectos de sangre son realmente impresionantes. Call of Duty ya tomó desde su segunda entrega la decisión de evitar los botiquines y optar por un estilo similar al de los escudos de energía de la saga Halo, y en esta ocasión han rizado el rizo con un acabado técnico superior que nos permite hacernos una idea con sólo echar un vistazo de nuestro nivel de salud sin tener que recurrir a barras o porcentajes. Nuestra propia sangre salpica la pantalla como nunca antes habíamos visto hacerlo en un videojuego, y conforme vamos sufriendo más y más daños la pantalla sigue empapándose de plasma y emborronándose hasta impedir la visión casi por completo cuando estemos al límite de caer muertos.

En lo referente al sonido, y cambiando radicalmente de tercio, Modern Warfare 2 ha sido el cacareado debut de Hans Zimmer en el mundo de los videojuegos. El compositor de las bandas sonoras de Gladiator, El Rey León o El Caballero Oscuro efectúa su primer trabajo para una obra de entretenimiento interactivo y, como el mismo declaró en su momento, ésta tiene una “oscuridad emocional” que resulta digna de encomio. Los trabajos de Stephen Barton en entregas anteriores resultaron sobresalientes y admirables, sin embargo Zimmer demuestra estar varios escalones por encima y compone uno de los scores más brillantes que hemos tenido oportunidad de escuchar en un shooter bélico.

La iluminación vuelve a ser uno de los principales responsables del sensacional aspecto gráfico de un Call of Duty. Ya estemos en la gélida Rusia o en el caluroso Afganistán, el tratamiento visual de la luz es formidable y tremendamente veraz.
La iluminación vuelve a ser uno de los principales responsables del sensacional aspecto gráfico de un Call of Duty. Ya estemos en la gélida Rusia o en el caluroso Afganistán, el tratamiento visual de la luz es formidable y tremendamente veraz.

El videojuego, por lo demás, vuelve a demostrar su supremacía en términos de efectos de audio, con unos sonidos para los diferentes tipos de armas y municiones verdaderamente atronador, y con unas explosiones y unos disparos que tienen el eco apropiado para el lugar en el que se reproducen logrando un efecto totalmente veraz. Modern Warfare 2, por lo demás, llega a nuestro país enteramente traducido como también es tradición en las series, y con un nivel de doblaje francamente bueno. Obviamente si dominamos el inglés es interesante que lo escuchemos en versión original, puesto que su nivel lógicamente es superior, pero nadie se sentirá avergonzado del trabajo de los profesionales que con sobresaliente dramatismo han resuelto francamente bien el trabajo de localización al español.

El Único Día Fácil… fue Ayer –Conclusiones-
Con Modern Warfare 2, y a falta del lanzamiento de Assassin’s Creed 2, ya tenemos entre nosotros a todos los pesos pesados del 2009 entre nosotros, y podemos decir que este año por fortuna la práctica totalidad de ellos han cumplido con las expectativas.

El aficionado ya se ha acostumbrado al hecho de que los Call of Duty de Treyarch son fantásticos videojuegos bélicos que, sin embargo, no pueden sino palidecer ante lo que los chicos de Infinity Ward logran con una saga que ellos mismos crearon hace ya seis años. Modern Warfare 2 vuelve a confirmar el factor de que los Call of Duty pares son siempre superiores a los impares, salvo el primero que era una maravilla y que fue precisamente con el que el estudio británico se hizo un hueco en el género.

¿Significa eso que Modern Warfare 2 es perfecto? En absoluto, pero podemos decir sin temor a equivocarnos que es, por su equilibrio entre modalidades y también por su amplitud de posibilidades, el mejor episodio que esta brillante franquicia nos ha deparado hasta ahora.

Uno de los niveles más impactantes nos lo regala la devastada ciudad de Washington en ruinas. El genial score musical de Hans Zimmer sólo ayuda a mejorar la carga emotiva de una estampa sobrecogedora.
Uno de los niveles más impactantes nos lo regala la devastada ciudad de Washington en ruinas. El genial score musical de Hans Zimmer sólo ayuda a mejorar la carga emotiva de una estampa sobrecogedora.

¿Qué le falta? Es complicado enumerar una serie de defectos, y tampoco es nuestro estilo puesto que, por si fuera poco, a la práctica totalidad de pegas se le puede poner una contraprestación positiva. Así, por ejemplo, ¿El multijugador es continuista? En Call of Duty 4 rozaba la perfección de modo que, ¿por qué cambiarlo?. ¿La campaña es corta? En efecto, muy corta, pero de una intensidad envidiable que probablemente se vería seriamente coartada con una duración más dilatada. Y así podríamos seguir…

Así pues, y con ánimo de sintetizar, con Modern Warfare 2 tenemos una nueva directriz por parte de Infinity Ward de hacia dónde creen ellos que debe orientarse el shooter bélico del futuro. Intensidad off-line, y atención especial a todo lo que respecta al multijugador, en una época en la que las consolas de Nueva Generación ya no pueden mirar para otro lado en lo que a experiencias a través de Internet se refiere.

Por último, ¿qué hace que merezca la pena comprarse este Call of Duty “6”, si ya disfrutamos en su momento de Call of Duty 4? Lo que hace genuino a esta nueva entrega son algunos elementos como su corte de continuación directa de la historia de su predecesor, debut en la saga de este tipo de planteamiento, además de la incorporación de la variante Special-Ops y algunos elementos muy originales como la escalada de los encrespados montes helados, el provocador prólogo del Aeropuerto en el cuarto nivel o la entrada submarina a las instalaciones del enemigo. Estos factores son los que, a nuestro juicio, hacen merecedor a Modern Warfare 2 de una calificación de notable en innovación, puesto que a pesar de la sobresaturación que obviamente experimenta el género, lo cierto es que esta entrega hace todo lo posible por mantenerse única. Y eso… merece un premio.

Imprescindible

Obra maestra

Call of Duty: Modern Warfare 2

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

El factor sorpresa del primer Modern Warfare ha desaparecido, pero eso no debe distraernos de que su segunda parte es incluso superior a su sobresaliente predecesor. Infinity Ward refina la fórmula del Call of Duty moderno hasta extremos que comienzan a rozar lo insuperable, y establece unos estándares de calidad altísimos para los shooters del futuro.

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Jugadores: 1-18
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
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