Las balas alcanzaron el hogar de su vecina, de 75 años. No hubo heridos.
Un ordenador con un Call of Duty sin especificar instalado y un rifle de asalto AR-15 cargado y listo para disparar. No se conocen las circunstancias exactas que llevaron al jugador de 21 años Jacob Aaron Curtis, de Murfreesboro, Tennessee, a dispararlo en medio de su partida, pero las balas atravesaron su casa e impactaron contra la de su vecina, de 75 años y que ha preferido mantenerse en el anonimato.
El acusado asegura que el arma se disparó “accidentalmente”. La policía asegura que ha sido una cuestión de suerte no contar con heridos o víctimas en el presente caso, puesto que el AR-15 es un arma muy peligrosa que podría haber causado grandes e irreparables daños. Curtis, que poseía legalmente su rifle de asalto, fue acusado de delito menor y peligro imprudente.
NewsChannel 5 Network se desplazó a Murfreesboro para ver el impacto de las balas en la casa de la anciana, que celebró que ninguna de las balas alcanzase a su mascota.