Simplificando mucho, las películas de superhéroes de 2004 no estaban tan bien vistas ni por el público ni la taquilla como lo están ahora… y los videojuegos basados en licencias cinematográficas regulinchis, menos. Eran una trampa de marketing que no parecía importar ni a los encargados de la licencia ni a los desarrolladores del software en particular. Aquí entra una dupla de nombres que harían historia por todos los motivos equivocados: Argonaut Games y Catwoman. ¿El resultado? Seguramente uno de los títulos más trágicos que se pudieron jugar en la generación de 128 bits. Un completo desastre con todas sus letras. Pero conozcamos primero a los implicados en la tragedia.
Los primeros te sonarán: Argonaut Games fue uno de los más célebres estudios de los años 90, capaz de deslumbrar a la mismísima Nintendo con su capacidad para llevar las tres dimensiones a las consolas de la empresa japonesa. De hecho, suyo fue el éxito Star Fox, el legendario videojuego de Fox McCloud que dejó con la boca abierta a todo el mundo en los 16 bits de Super Nintendo. Destaca también Croc: Legend of the Gobbos, Starglider 2, FX Fighter o los dos primeros juegos de Harry Potter en PlayStation. Catwoman: The Game sería el último título del equipo.
Una historia poco "Gatubela"
Catwoman, por su parte, es una de las películas más desastrosas que se han estrenado en Hollywood. Tras el éxito de Batman: Returns, se especuló durante años con una cinta que tuviese a Catwoman como protagonista, proyecto que se demoró durante años y quedó relegada al cajón de los proyectos eternos de Warner. A principios de los 2000, y con una Halle Berry en lo más alto de su carrera, se metió en el proyecto Catwoman sin saber lo que acontecería: una película dirigida por el legendario director francés Pitof que se alejó tanto del personaje de DC y de lo que se esperaba del proyecto que la crítica y el público no tuvo piedad de la obra, sufriendo los daños colaterales la propia Berry.
Muchas veces los juegos malos acaban teniendo una especie de redención. Con Catwoman nunca sucedió
El estreno de película y videojuego fue prácticamente simultáneo, lo que garantizó un fracaso conjunto bajo el amparo de una Electronic Arts que, entonces, le tenía el gusto pillado a los videojuegos licenciados. Si ahora mucho de los juegos que se apoyan en los estrenos cinematográficos van directamente al territorio móvil y se convierten en un motor más de promoción, antaño dichos juegos eran un pozo de dinero y mediocridad. Se desarrollaban, como es el caso, casi a ciegas y sin saber demasiado de la película, con muy poco tiempo de desarrollo y con muy poco arte y gracia.
Todo eso y más era Catwoman. Intentaba ser un Tomb Raider superheroico, pero quedó en una auténtica chapuza horrorosa mediocre en cada uno de sus apartados. De hecho, al pensar en Lara Croft pensarás en plataformas y acción a distancia, elementos que en un juego en el que la protagonista tiene agilidad felina y un látigo al que agarrarse a las distintas zonas del escenario le vendría que ni pintado, pero resulta que no. La cámara, de hecho, es incontrolable, y todos los involucrados en la acción sufren de una delirante configuración de botones y una incontrolable sensación de pérdida en cada salto dado. Bueno, también pensarías en Catwoman y pensarías en Selina Kyle, pero es que resulta que el personaje de Halle Barry se llama Patience "Nosequé". Todo mal.
Descalabro total
El combate es delirantemente flojo, sin ningún tipo de sensación de fuerza en los movimientos de la protagonista a la hora de dar golpes o recibirlos, con un sistema de combos redundante incapaz de aportar nada a la acción del juego. Apostó por colocar las acciones de batalla en los analógicos, algo que no hace casi nadie por motivos evidentes. Las secciones más dedicadas a las plataformas son una locura: el timing requerido para pasar de una sección a otra es del todo incierto y el mapa, a pesar de contar con cámara fija, no es todo lo claro que nos gustaría en el camino a seguir para la protagonista. Naturalmente, tampoco ayuda que la recompensa fuese seguir la historia de una película lamentable, pero si te habías quedado con más tras pasar por el cine… era una bendición.
Con el tiempo, todas las heridas sanan, y muchas veces los juegos malos acaban teniendo una especie de redención en la que muchos se empeñan en ver cosas buenas donde nunca las hubo y convertirlos en especies de iconos del videojuego. Con Catwoman nunca sucedió. Argonaut Games desapareció a finales de 2004 sin poder recomponerse de un frustrante salto a los 128 bits que le vino grande y la guinda del pastel que fue el juego basado en la película de Pitof. Eso sí, de sus cenizas nacerían Rocksteady y la nueva generación de desarrolladores de Ninja Theory, pero el cierre de los padres de Fox McCloud fue una trágica noticia difícil de tragar para cualquier amante del videojuego.
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