Análisis de Dead Nation. Camino a la salvación

Análisis de Dead Nation. Camino a la salvación
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Oleadas de muertos vivientes han invadido PS Vita y solo tú, en compañía de otros jugadores, podrás acabar con tal amenaza en el divertido Dead Nation. Un intenso título de acción arcade que tras su paso por PlayStation 3 y PS4, se adapta ahora a la portátil de Sony con buenos resultados.

Recién estrenado en PS4, donde miles de jugadores ya combaten contra infinitas hordas de muertos vivientes, el notable Dead Nation originario de PS3 también se ha adaptado a PS Vita para alegría de sus poseedores, que al fin tienen la oportunidad de machacar zombis a diestro y siniestro en este divertido juego de acción arcade. Y mentiríamos si no dijéramos que estamos encantados con esta posibilidad, ya que llevar en el bolsillo un juego de estas características siempre viene bien por lo adictivo de su propuesta.

Más cuando estamos ante un título de gran calidad que se ha integrado muy bien en los circuitos de la portátil de Sony, pese a las limitaciones de esta consola frente a sus hermanas mayores. Lo que queda patente en la menor espectacularidad de su apartado gráfico, o lo costoso que puede resultar en ocasiones vislumbrar a los enemigos en unos entornos por momentos excesivamente oscuros, que piden a gritos una pantalla de mayores dimensiones. Detalle este último que le resta cierto atractivo jugable a esta obra que aun así, nos mantendrá pegados a la consola durante horas. Y más si disfrutamos de su acción en compañía de otro amigo.

Nota: Si ya lo leíste en su momento el análisis original de Dead Nation para PlayStation 3, puedes consultar directamente en la última sección, "La recreación del terror" para conocer las novedades de esta versión

Oleadas de zombis

Avanzar y disparar. Esto es lo único que debe preocuparnos en Dead Nation, un shooter de la vieja escuela que logra no caer en lo repetitivo ofreciéndonos siempre un desafío cada vez mayor que nos mantendrá en constante tensión durante toda la partida. Gran parte de culpa la tiene la gran variedad de zombis con los que nos encontraremos, y que nos obligarán a usar a conciencia la no menos impresionante cantidad de armas y equipo de batalla. Y es que aunque en los primeros compases de nuestra odisea todo parece excesivamente sencillo, pronto nos daremos cuenta que Dead Nation esconde un enorme potencial en su interior.

Con la vista isométrica como carta de presentación, durante las partidas deberemos avanzar por unos escenarios algo lineales, en los que habrá zombis a la vista y muertos vivientes ocultos preparados para salir en masa por sorpresa. Esto, sumado a la creciente variedad de enemigos a la que nos enfrentaremos, logra que cada partida sea un mundo, ya que habrá momentos en los que nos veamos más o menos relajados, y otros en los que las oleadas de estos seres serán tan elevadas que sólo pensaremos en correr y nada más. Pero claro, cuando los escenarios presentan unas estancias algo reducidas la única opción que nos queda es la de luchar, y es aquí donde entran en juego las armas.

Dead Nation no da lugar para el respiro, obligándonos a usar a conciencia el amplio arsenal de armas de fuego que presenta. Así que ¡nada mejor que luchar junto a un amigo!
Dead Nation no da lugar para el respiro, obligándonos a usar a conciencia el amplio arsenal de armas de fuego que presenta. Así que ¡nada mejor que luchar junto a un amigo!

Armamento, dinero y letales mejoras

Desde ametralladoras a fusiles pasando por escopetas, lanzallamas, dispara cuchillas o lanza granadas, las opciones son tantas y el sistema de control tan sencillo, que en cuestión de minutos nos veremos combinando todo este arsenal sin problemas. Algo esencial, ya que dependiendo del tipo de zombi algunas armas resultarán más efectivas que otras. Pero a estas debemos sumar un extra, el de las armas secundarias, que han sido explotadas con tal acierto que serán sin duda las reinas del juego. Y es que estas ejercerán casi siempre el efecto de distracción que tanto se ha potenciado en el juego. Así pues, por ejemplo, lanzar una granada supondrá el que los zombis vayan tras ella –emite un pitido- para terminar saltando por los aires, mientras que las bengalas actuarán de forma similar sin el boom final, siendo cosa nuestra el ver cómo abatimos a los zombis.

Si la variedad de armas resulta encomiable, no menos acertado es su sistema de mejora. Y es que en cada nivel nos toparemos con varias zonas de seguridad en las que podremos invertir el dinero conseguido comprando nuevas armas, munición y mejoras, para todo el equipamiento de guerra, algo que lógicamente nos va a permitir personalizar al máximo a nuestro superviviente. De este modo, podremos mejorar la capacidad de munición de las armas, el daño, velocidad de recarga, etc., así como el alcance, cantidad y daño de las secundarias como las granadas, o el número de minas y detonaciones que éstas pueden producir, por ejemplo.

Las armas secundarias como granadas y bengalas pueden distraer a los zombis y terminar con ellos rápidamente, pero también podemos aprovecharnos de los vehículos para que estallen.
Las armas secundarias como granadas y bengalas pueden distraer a los zombis y terminar con ellos rápidamente, pero también podemos aprovecharnos de los vehículos para que estallen.

Por otro lado, también podremos encontrar cofres ocultos con piezas de equipamiento defensivo que mejorarán nuestras estadísticas y que, de nuevo, inciden en esa sensación de relativa libertad para afrontar la lucha como prefiramos. Lógicamente, esto también potencia el componente de exploración de los niveles, si bien es cierto que lo principal aquí es matar, matar y matar. Y verdaderamente es una faceta que funciona a las mil maravillas. Sobre todo porque como decíamos, la variedad de muertos vivientes que nos atacarán es sorprendente, llegando al extremo de toparnos con prácticamente todas las clases de zombi imaginables atacando a la vez.

Este tipo de situaciones son las que logran que el desarrollo de la acción no caiga en lo repetitivo, a lo que debemos sumar también las clásicas situaciones de tensión total que se producirán, en la mayoría de casos tras activar mecanismos que nos darán acceso a nuevas zonas de juego. Y es que en algunos casos, tendremos que permanecer en zonas fijas durante un tiempo considerable mientras infinitas horas de zombis nos atacan; o también caminar por lugares sin nada de luz salvo la que genera nuestra linterna.

La recreación del terror

En estos casos, el contar con un amigo a nuestro lado ayuda muchísimo, y se agradece enormemente la inclusión del cooperativo (través de Internet o mediante la conexión Ad Hoc) porque aumenta la rejugabilidad del título y hace mucho más interesantes los enfrentamientos por las combinaciones de ataques que pueden desarrollarse. Sobre todo si decidimos enfrentarnos al nivel de dificultad más elevado, lo que supone todo un reto. Aparte, el que tras cada misión queden reflejadas las estadísticas de las partidas y que entre todos podamos contribuir a acabar con la plaga en el nombre de nuestro país, ayuda también a que eliminar zombis no suponga un peso.

La ambientación de cada escenario es sensacional y, en ciertas ocasiones, recuerda a la experimentada en las primeras entregas de Resident Evil, sobre todo la segunda de ellas.
La ambientación de cada escenario es sensacional y, en ciertas ocasiones, recuerda a la experimentada en las primeras entregas de Resident Evil, sobre todo la segunda de ellas.

Si hablamos del apartado audiovisual de la versión portátil, obviamente esta ofrece un acabado menos espectacular que el de sus hermanas mayores. Especialmente en lo que se refiere a los efectos de luces y sombras, mucho menos trabajados y realistas que en el original; como a la definición de las texturas, que en algunos puntos tienen un acabado un tanto pobretón. Sin embargo, el aspecto más negativo lo encontramos en lo difícil que puede resultar en ocasiones vislumbrar a los enemigos, que en una pantalla de las dimensiones de PS Vita se ven demasiado pequeñitos. Algo que sumado a la oscuridad que predomina en la mayoría de entornos por los que nos encontraremos, hará que forcemos la vista más de lo deseado.

No es un defecto tan exagerado como pueda parecer, pero obviamente este es un título que se disfruta más en la pantalla grande, donde es más fácil apreciar todos los detalles. Por no mencionar que gracias a la opción de Control Remoto que existe en PlayStation 4, podríamos disfrutar del juego en la pantalla de la portátil con un mejor acabado gráfico. En lo tocante al sistema de control poco que objetar. La configuración de serie nos parece acertada. pero si aun así no estamos conformes, podemos optar por trastear la disposición de los botones, usando incluso el panel trasero de la portátil. El resultado siempre será bueno, aunque no tan preciso como con un DualShock en las manos.

También conviene destacar que a diferencia del juego de PS4, Dead Nation en PS Vita no incluye de serie el DLC Road of Devastation, que se puede comprar por separado. Nada grave, y más teniendo en cuenta que el juego incluye la opción Cross-Buy con la versión de PlayStation 3; pero sí es algo que conviene tener en cuenta.

Bueno

Sin sello
Camino a la salvación

Dead Nation

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Oleadas de muertos vivientes han invadido PS Vita y solo tú, en compañía de otros jugadores, podrás acabar con tal amenaza en el divertido Dead Nation. Un intenso título de acción arcade que tras su paso por PlayStation 3 y PS4, se adapta ahora a la portátil de Sony con buenos resultados.

  • Amplia variedad de modalidades de juego.
  • Su excelente sistema de control.
  • Nos brinda momentos de auténtica pesadilla.
  • Su modo cooperativo.
  • Apartado gráfico algo pobre.
  • Dificultad para detectar a los enemigos.
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 5-6 horas
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