Habría pasado 40 horas jugando sin interrupción
Las macro-maratones de incontables horas de juego siguen dejando víctimas mortales en todo el mundo, aunque con especial énfasis en Oriente. En esta ocasión se trata de un taiwanés de 18 años que habría fallecido tras una sesión de 40 horas con Diablo III en una sala privada de juego.
Uno de los asistentes lo encontró inconsciente y llamó a una ambulancia, pero el joven había fallecido ya y las asistencias sanitarias no pudieron hacer nada por él. La autopsia todavía no se ha realizado pero los médicos apuntan a problemas cardiovasculares relacionados con el hecho de no haberse movido en casi dos días.
Tras conocer la noticia, Blizzard ha emitido el siguiente comunicado: "Nos entristece la noticia. Nuestro pésame a los familiares y amigos. No queremos realizar más comentarios sin saber las circunstancias que han envuelto al suceso".