Las comparaciones son odiosas, pero es inevitable comparar cuando lo que se ha vendido resulta ser tan atractivo como ser "el Animal Crossing de Disney". ¿Ha logrado Gameloft hacerlo realidad? Es indudable el potencial que tiene su nuevo proyecto, pero Disney Dreamlight Valley tendrá que esforzarse aún mucho más.
La premisa de Disney Dreamlight Valley no podría ser más ambiciosa: ¿Imaginas el potencial que supone crear una experiencia como la de la saga Animal Crossing con los personajes de Disney? Pues bien, sobre el papel la idea funciona y su presentación no podría ser más ilusionante: Gameloft ha tomado el toro por los cuernos y ha recreado un mundo de ensueño en el que el jugador puede crear su propio ecosistema Disney mientras lucha contra las fauces del Olvido, una surrealista amenaza que quiere hacer olvidar a todos los personajes de Disney del imaginario cultural ("¿Cómo?", me preguntaba mientras el mago Merlín me contaba la surrealista historia y pensaba en los colegios inundados de mochilas de Elsa y Ana). La historia, como imaginarás, es lo de menos.
Lo importante es que los cimientos de la experiencia, en las primeras horas que he podido jugar, son interesantes y suficientemente variadas como para congregar a una cantidad de personajes de Disney envidiable que convivan en una villa en la que todo el mundo es bienvenido. Actividades algo bobaliconas, recolección de ítems inspirados en las principales franquicias de la marca y, naturalmente, coleccionables hasta aburrir en una producción que a duras penas acaba de comenzar, pero que puede ingeniárselas para convertirse en uno de las grandes experiencias familiares en consola si toma las decisiones correctas en el futuro.
¿Listo para dar una vuelta por Dreamlight Valley? Ármate con tu pala, pico, regadera y caña de pescar y comienza tu aventura para convertirte en el Príncipe y Princesa de un mundo de fantasía único e irrepetible. Gameloft puede tener ante sí una de sus más importantes producciones hasta la fecha.
Hazme un muñeco de nieve
Nuestro protagonista llega a su antigua casa veraniega. Inundado por los recuerdos y la nostalgia cae en un sueño (que parece más un coma) en el que se ve transportado a un universo Disney inundado por la amenaza del Olvido, que ha hecho desaparecer a muchos de los vecinos que en su día habitaban el Dreamlight Valley. La tarea del jugador consiste, claro, en devolver el esplendor al lugar, quitando todo rastro de Olvido y creando un entorno lo suficientemente atractivo como para ser habitado de nuevo por algunos de los principales héroes y villanos de la empresa norteamericana.
La personalización de tu protagonista es total, permitiendo crear un avatar coherente con el estilo y diseño de la marca con el que emprender tu aventura de restauración del mágico mundo propuesto por Gameloft. La realización de distintas tareas y misiones serán recompensadas con monedas y accesorios que, a su vez, te permitirán mejorar la economía y las instalaciones del lugar, lo que tiene un impacto directo sobre las recompensas a las que aspiras. Por supuesto, el granjear elementos será vital para cambiarlos por nuevos ítems para coleccionar y mejorar las instalaciones de tu casa, centro neurálgico de la aventura.
Todo suena familiar, ¿verdad? Pues a los mandos hay algo que no me acaba de cuadrar. No me siento tan cómodo como en Animal Crossing: New Horizons. La mano de Nintendo es evidente en su saga, el entorno y todo lo que se puede hacer en la isla del último gran éxito de la franquicia japonesa en Switch es irreplicable, pero creo que mi problema tiene que ver más con los personajes de Disney y su interacción. ¿Puede ser que el comportamiento de algunos de los habitantes de Dreamlight Valley sea tan artificial y ajeno a los personajes en los que se basan que la experiencia me provoque algún tipo de desconexión con lo que veo y juego?
Debe ser más consciente del público al que se dirige y ser algo más imaginativo
También me parece que Gameloft toma decisiones un tanto delicadas: siendo un juego presuntamente infantil, las comparaciones con la complejidad de su más evidente competencia son un tanto extrañas. Hay una cantidad de materiales a coleccionar inmensa, y muchas de las misiones dependen de crípticas pistas que otorgan nuevos materiales necesarios para seguir avanzando en la reconstrucción del pueblo. No es necesariamente un mal punto, pero me pregunto qué necesidad hay en complicar tanto todo. No tengo duda alguna: es un juego pensado con el público infantil en mente, pero requerirá de un adulto para que los pequeños lo disfruten.
Sé que llegaré…
Que Gameloft lleva más de una década siendo una de las principales líderes del mercado móvil es evidente desde que entras en Dreamlight Valley. Las alertas, la continua sensación de tener que estar haciendo deberes en la partida y la sencillez con la que se venden soluciones monetarias para facilitar el acceso a nuevos elementos no engañan a nadie. Y no, no es que sea un videojuego perverso en cuanto a la evolución del entorno o los cosméticos del personaje, pero el olor a juego de móvil se respira por cada uno de sus recovecos, algo que no pasa jamás en otros juegos de similar índole y mayor éxito.
Queda mucho trabajo por delante
Eso sí, la apariencia de los personajes de Disney y Pixar es una maravilla. Aunque conviven creaciones de películas de mundos y épocas tan distintas como Toy Story, el Rey León, Moana o La Sirenita, todos los personajes se ven y se sienten como parte de un collage poligonal coherente en el que todo encaja. Musicalmente, una maravilla: se han tomado canciones de muchos de los clásicos representados en el software y se han reinterpretado para ser parte de una banda sonora que hará las delicias de los más acérrimos fans de Disney. El título cuenta con un buen doblaje al castellano, pero la realidad es que la interacción con los protagonistas no pasa de unas pocas frases pregrabadas que se repiten hasta la saciedad.
¿Puede tener éxito Disney Dreamlight Valley? Naturalmente: es muy prometedor y a duras penas acaba de dar sus primeros pasos entre los usuarios. Sin embargo, debe ser más consciente del público al que se dirige y ser algo más imaginativo en las misiones sugeridas para acceder a nuevos elementos. Su amplio mapeado y variedad de zonas es un tesoro a explotar con la visita de nuevos personajes que ayuden a hacer aún más grande la experiencia a sus mandos. No tengo ninguna duda: tiene grandísimo potencial lo nuevo de Disney y Gameloft, pero tendrá que esforzarse si quiere ganar el título que todo el mundo parecemos empeñados en darle, el del "Animal Crossing de Disney". Queda mucho trabajo por delante.