La serie Donkey Kong Country siempre ha destacado por su gran calidad plataformera, con un gran equilibrio entre control, desafío, rejugabilidad y atención al detalle. Todo esto se representó en DKC: Tropical Freeze, último videojuego de la licencia y que llega a Nintendo Switch para sorprender a aquellos que no pudieron jugarlo en su día.
Parece fácil, pero seguir el rastro de Rare con la saga Donkey Kong Country es uno de los retos más desafiantes que le pueden suceder a cualquier desarrolladora. Cuando a Retro Studios se le pidió realizar un nuevo DKC, casi 15 años después de la última entrega para Super Nintendo, es posible imaginarse la cara de los responsables: una mezcla entre sorpresa, ilusión, pero también responsabilidad por mantener el listón bien alto.
DKC Returns (Wii) fue un magnífico videojuego, pero es que DKC Tropical Freeze (Wii U) podría decirse que incluso fue más allá, mejorando el ritmo y la calidad global. La mayor conclusión sobre estos videojuegos es que no sólo lograron mantener el tipo, sino que lograron adaptar las lógicas plataformeras de los noventa a la modernidad. Esto implicó la apuesta por la alta resolución y el detalle, pero sobre todo por la variedad de situaciones y una dificultad ajustadísima.
Conseguir todo esto hoy en día es cada vez menos común. Por eso el movimiento fue considerado como poco habitual, incluso "retro" en algunos sentidos. La llegada de Donkey Kong Country: Tropical Freeze a Nintendo Switch es por todo ello una gran noticia, incluso a pesar de que incluya tan pocas novedades. Se trata de una auténtica joya plataformera, ahora en su máximo esplendor gracias a una resolución que llega a 1080p y el añadido de un nuevo personaje (Funky Kong), que permite la entrada de nuevos jugadores. Puede ser una razón para jugarlo, pero sobre todo es la excusa perfecta para que descubras este grandísimo videojuego si aún no lo habías hecho.
La "master class" de Retro Studios
DKC: Tropical Freeze es el perfecto ejemplo de cómo diseñar un buen plataformas, el típico videojuego que se enseñaría en las clases de diseño. Su ritmo va in crescendo, con un comienzo relajado, breve, para rápidamente pasar a cosas más serias. Estamos por tanto hablando de un título que no se anda con tibiezas. Aquí se viene a darlo todo, tanto en cuestión de reflejos como de habilidad a los mandos. Para conseguirlo, el juego se apoya mucho en los saltos al límite (el popular "timing"), generando situaciones tan retantes como satisfactorias.
Donkey Kong Country: Tropical Freeze es el perfecto ejemplo de cómo diseñar un buen plataformas
Hay dos núcleos importantes para el éxito de Tropical Freeze. El primero tiene que ver con la variedad de situaciones. La mayor parte del juego se desarrolla sobre tierra firme, pero también hay lianas, barriles propulsores y partes bajo el agua. El juego es una excelente combinación de elementos tradicionales de la serie DKC y otros completamente nuevos. Esto está ejemplificado por el regreso de los niveles en vagoneta (simplemente apoteósicos), pero también en la incorporación de unos jefes finales muy duros de pelar. La combinación de estos elementos da como resultado una dificultad ajustadísima, segundo gran pilar de la propuesta.
Como ya mencionamos en nuestro análisis de Donkey Kong Country: Tropical Freeze para Wii U, todo esto da para unas 5-6 horas de juego, pero la rejugabilidad es potentísima. Conseguirlo todo al 100%, con todos los coleccionables, es una de las cosas más difíciles que hemos visto en los últimos años. Luego está el tema de controlar a otros personajes (Diddy, Dixie o Cranky), lo cual cambia la percepción sobre la dificultad, así como la opción de disfrutar del título en cooperativo para dos jugadores. A estos efectos, Nintendo Switch se adapta perfectamente a la situación, gracias a los dos Joy-Con que incluye, aunque recomendamos encarecidamente el uso del mando Pro, que sigue siendo la mejor opción de todas.
Es una auténtica delicia, tanto en modo sobremesa como en modo portátil
Centrándonos en la versión para Switch, hay que decir que el trabajo es espléndido. Se incrementa la resolución para llevarla hasta 1080p y se mejoran tiempos de carga. No eran aspectos problemáticos en Wii U, pero los cambios se agradecen. Visualmente fue una auténtica joya en su día… y también ahora. Estos retoques no hacen más que poner en mayor relieve un apartado artístico simplemente brutal, el cual hace uso de un cromatismo embriagador y de unas animaciones tan suaves como carismáticas. Es una auténtica delicia, tanto en modo sobremesa como en modo portátil.
¿Algún elemento diferenciador de este "port"? Probablemente, el modo Funky Kong. Nos hallamos ante uno de los videojuegos más retantes en el género de los plataformas, así que no ha sido mala idea incluir esta opción de juego. Básicamente, nos propone manejar a Funky, que además de poseer más vida, también tiene infinita capacidad para permanecer en el agua y, lo más importante, realizar dobles saltos y flotar en el aire gracias a su polifacética tabla de surf. Es el aliado perfecto para los menos habilidosos, o para aquellos que quieran romper cronos. De hecho, manejar a Funky es el gran aliciente para rejugar a Tropical Freeze. Permite realizar jugadas de escándalo, algo que da lugar a situaciones sorprendentes y tremendamente satisfactorias.
Aparte de esto, hemos de decir que las novedades son muy escasas. Nintendo confía en exceso en la llegada de nuevos jugadores y deja un poco apartados a los usuarios de Wii U que ya se hicieron con el título. Se hubiesen agradecido más niveles o algún incentivo que llamara la atención de este público. No ha sido así, pero no cabe duda de que, para todos los demás, nos encontramos ante un lanzamiento imprescindible, más si conociste algún día los clásicos DKC de SNES o, en algún momento, te has considerado amante del género de las plataformas.
Da igual en qué consola aparezca, DKC: Tropical Freeze sigue siendo uno de los plataformas más brillantes de los últimos años. Con motivo de su llegada a Nintendo Switch no tenemos grandes novedades. Un nuevo modo, indicado para los usuarios menos habilidosos, así como ligeras mejoras en cuestiones visuales y de rendimiento. Sin embargo, es un auténtico imprescindible para los que aún no lo hubiesen jugado, debido a su increíble equilibrio jugable, desafío y variedad de situaciones.
Comprar Donkey Kong Country: Tropical Freeze- Mecánica plataformera depurada, sin frustraciones, francamente divertida.
- Una curva de dificultad sencillamente perfecta.
- Buena variedad de situaciones, acertada duración y potente rejugabilidad.
- El añadido de Funky Kong facilita la entrada de más jugadores.
- Artísticamente es una delicia, y ahora más a 1080p.
- Muy pocas novedades con respecto al videojuego original de Wii U.
- De nuevo, se echa de menos una mayor cantidad de niveles.
