José A. Mateo Albuerne
Jefe de ActualidadLa situación del juego deportivo anual es una muy compleja en el actual paradigma del videojuego. Dentro de una industria cuyos desarrollos cada vez son más costosos y largos, ellos no fallan a la cita (con la excepción de Football Manager, claro está). Esto, sumado al mayor acento de juego como servicio que están desarrollando desde hace una década, tiene como resultado una menor diferencia entre cada temporada a los ojos de los jugadores.
Y es que cabe preguntarse si es que la mayoría de ellos, más allá de esa sempiterna búsqueda del realismo o ajustes a los menús, han llegado a su forma final. Eso es algo que se hace especialmente evidente en los modos offline, tanto en solitario como llevando las riendas de un equipo, donde la experiencia es prácticamente idéntica a lo que hacías hace un lustro en la mayoría de ellos.
Entonces, si tomamos esa hipótesis por verdadera, cabe preguntarse cuál de ellos es el mejor; y eso es algo que dado ese extremo no dependería tanto del buen hacer del estudio responsable, como de la disciplina real que buscan mimetizar. Es decir, que esto no es tanto de si EA lo clava con su fútbol europeo y americano, o si 2K está en un buen momento con el NBA que toque ese año, como de qué herramientas jugables y de gestión generan esos deportes al jugador.
El fútbol europeo tiene un techo más bajo
Llegado ese punto, opino lo que dice el titular del artículo. Porque los juegos basados en deportes norteamericanos, más allá de su jugabilidad, son los que mejor se adaptan al videojuego como medio. Evidentemente la principal comparación que tenemos que poner sobre la mesa es la de EA FC como principal representante no estadounidense y juegos como NBA 2K, MLB The Show o Madden que sí lo son.
De hecho, creo que bastaría con enfrentar a EA FC y Madden o incluso College Football, los dos títulos basados en fútbol americano que también desarrolla la propia Electronic Arts. No soy sospechoso de nada, porque prácticamente cada año juego varias decenas de horas al modo carrera de EA FC, y mentiría si paso un mal rato subiendo al Sporting de Gijón a primera, fichando cracks y desarrollando la cantera para dar con jóvenes talentos. Pero lo cierto es que la fórmula da la sensación de estar agotada, y que más allá de ascender equipos y reconstruir grandes en malos momentos, no hay mucho más que hacer.
Con Madden y especialmente con College Football, más allá de cómo se representa el deporte, la gestión de los equipos es mucho más satisfactoria. Tanto en ellos como en el simulador de balompié intentas firmar buenos jugadores cada pretemporada, pero la forma en la que lo haces es completamente distinta. En el primero tienes que tener en cuenta variables como el espacio salarial disponible, el intercambio de jugadores o los activos traspasables que tienes a mano, mientras en el segundo es necesario camelarte a los jugadores y hacer apetecible tu programa para que acudan a jugar para ti. En EA Sports FC es tan simple como que si tienes el dinero, lo puedes fichar.
El caso de College Football es uno muy particular, porque creo que todos los videojuegos deportivos, y sobre todo los de fútbol que no dejan de ser una subasta económica, podrían aprender mucho de cómo este título gestiona los fichajes. Y es que los fichajes en el fútbol americano universitario, tanto para jugadores procedentes del instituto como para quienes solicitan el cambio de universidad tras una mala experiencia, se deciden por cuestiones deportivas, de tradición y de estilo de vida en cada una de las instituciones, y no por apartados económicos o por decisiones entre los equipos.
El recruit en College Football es lo más fresco del género deportivo en años.
Este reclutamiento, además de ser más divertido, es mucho más realista. Las cosas no se resuelven con una charla con el agente o el manager del otro equipo; es necesario un trabajo de semanas y semanas camelándonos al entorno, a los familiares y al círculo de confianza del jugador. El presupuesto en College Football no es económico, sino más bien de tiempo, siendo necesario organizarnos cada semana si es que queremos hacer una visita guiada por nuestras instalaciones a un jugador, revisar las redes sociales de otro o quizás invitar a que un miembro de nuestro staff haga de enlace.
Además, algo común en todos los juegos deportivos norteamericanos (con la salvedad de los universitarios) es el Draft. Quizás este punto sea el más importante, porque es el que permite que existan dinámicas de rescate a los equipos menos competitivos gracias a concederles una mayor capacidad de elección de los mejores jugadores jóvenes que llegan a las ligas. Cada juego lo hace de forma distinta, con Madden y MLB centrándose más en la parte del ojeo para dar con esas promesas adecuadas, y NBA 2K con un interés más evidente en el impacto directo de los jugadores una vez los seleccionas.
En EA FC se recompensan las trápalas, como rebuscar regens en el mercado de agentes libres cada día uno de temporada, así como el bucle de mejora siempre va hilado a ser bueno. Esto implica que para mejorar la plantilla y progresar como club, lo que hay que hacer es ganar partidos, pero las formas más directas de hacerlo es aprender a jugar mejor y no tanto ser un buen gestor. Con los títulos deportivos basados en deportes norteamericanos es factible optar por traspasar tus buenos jugadores para hacerte con rondas del draft y liberar espacio salarial, así como hacer lo contrario para dar el subidón de nivel de forma rápida si encuentras una ventana de oportunidad en tu liga.
Más allá de las posibilidades que tienes como jugador, está lo que implica a nivel de narrativa mecánicas como el Draft, límites salariales y traspasos de jugadores basados en intercambio de deportistas sin sumas monetarias de por medio. Hablando en plata: es mucho más fácil montarte tu película. El azar, el de encontrar una gema con tu elección tardía, un traspaso muy positivo de un jugador que pensabas que no estaba en el mercado o que tus rivales tengan que vender para salirse del límite salarial son variables que no existen en EA Sports FC.
Puede que los simuladores futbolísticos y en concreto el de EA Sports haya dado con el modo más rentable y jugado de todos, como es Ultimate Team, y ese es un mérito que ninguno de nosotros deberíamos olvidar. Pero una vez que tiene casi todas las grandes licencias y que el juego sobre el campo ha tocado techo, lo de fuera de los partidos tiene menos posibilidades de crecimiento que lo que ofrecen los juegos basados en deportes norteamericanos.
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