Desde que empecé a jugar a Final Fantasy XIV allá por 2017, hay una cosa que me ha quedado clara: el equipo de Naoki Yoshida conoce la importancia de sus jugadores. El fin de semana tuve la oportunidad de asistir al London Fan Fest de 2023, una feria de 2 días dedicada íntegramente al MMO de Square Enix y, tras vivirla en mis carnes, solo puedo decir que entiendo la relación de casi-devoción que sienten los fans del juego por sus desarrolladores.
Así fue mi experiencia en el Final Fantasy XIV Fan Fest 2023
Todo empezó el sábado 21 de octubre a las 10 de la mañana. Con una conferencia por todo lo alto, Naoki Yoshida (o Yoshi-P) nos contaba con ilusión más de las novedades que llegarán a Dawntrail, la nueva expansión del juego fechada para el año que viene. Con una hora y media de duración, dio tiempo a ver la nueva clase del juego, los cambios técnicos de los que gozará y conocer más del misterioso continente al que nos embarcaremos en 2024, además de las novedades que están aún por aparecer este año. Había seguido mil y una de estas conferencias en streaming antes, pero estar allí, rodeado de fans y con el escenario casi al alcance de mi mano fue el mejor preludio de lo que iba a ser un fin de semana por todo lo alto.
Si bien el ambiente estaba caldeado, esto fue solo el comienzo de la fiesta. Dividiendo sus ofrecimientos entre multitud de actividades que hacer en el recinto y charlas de los desarrolladores, había un poco de todo para cada uno. El día 1 tuvo conferencias que iban desde lo técnico —como la de los diseñadores gráficos hablando sobre detalles del título— hasta una entrevista de Naoki Yoshida y otros miembros del equipo de Square Enix al mismísimo Hironobu Sakaguchi, creador original de Final Fantasy y fan hardcore de FFXIV.
Un fin de semana cargado de cosas que hacer
En cuanto a lo que hacer por ahí, las actividades —presentadas en forma de minijuego— fueron las mismas ambos días. Adaptando varios de los aspectos del juego, pude participar en sesiones de tiro con arco, pesca, lanzamiento de hachas e incluso carreras de chocobo. Todo el recinto estaba decorado como si de pequeños dioramas de las tres ciudades principales del juego se tratara. De lejos, mi actividad favorita fue probar una de las peleas que aún están por llegar al MMO: el combate contra Asura. Como si de un Duty Finder físico se tratara, mi grupo se asoció con 5 desconocidos para poder ver lo que está por venir al título.
Por si todo esto fuera poco, la propia comunidad del título creó su propio evento dentro del recinto. Habiéndose puesto todos de acuerdo para traer stickers de sus personajes del juego —como si de codiciados cromos se tratara— un rincón del London ExCel fue ocupado por jugadores ansiosos por intercambiar sus Warriors of Light y hacer amigos de una manera completamente orgánica y hasta entrañable.
El primer día terminó con dos explosiones de hype. La primera fue el concierto de piano de Keiko, la pianista japonesa que se ha ganado el cariño de la comunidad versionando algunos de los temas más populares del MMO. Como siempre, estuvo estupenda, y el público se lo hizo saber con una grandísima alabanza. Para la prensa, eso sí, la cosa no terminaba ahí. Entre bastidores, pudimos acudir a una rueda de prensa con Yoshi-P en la que le preguntamos sobre el recorrido de Final Fantasy XIV y el décimo aniversario de A Realm Reborn.
Segundo día, pero mismo entusiasmo
Si crees que el día 2 fue más flojo, te equivocas. Por la mañana, Yoshida y Sakaguchi se dedicaron a jugar a Final Fantasy XIV con los fans en un alarde de cariño hacia la comunidad más que acertado. De este encuentro, me queda clara una cosa: Sakaguchi es un tremendo troll, y se hace querer. Aunque el primer panel puso el listón alto, el resto tampoco falló. El campeonato de Crystaline Conflict nos dejó con escenas de PVP tan tensas como impresionantes, el concurso de cosplays fue una auténtica pasada que —una vez más— me maravilló con la mañana que tienen los fans, y las encuestas a la comunidad fueron el aperitivo perfecto para un cierre de telón fuerte a más no poder.
El concierto de THE PRIMALS, el grupo de rock dedicado a las canciones más potentes del título, fue toda una explosión de energía. Liderado por el mismísimo Masayoshi Soken, escuchar en directo varias de las canciones que llevan miles de horas fue una experiencia totalmente irrepetible, y más teniendo en cuenta su poderosa interpretación. Desde luego, no se me ocurre una mejor manera de cerrar un evento como este.
Pasar el fin de semana rodeado las 24 horas de Final Fantasy XIV no solo me ha demostrado cuantísima devoción siente el público por el juego —algo que ya sabía—, sino cómo esa relación fluye en ambos sentidos. El equipo de Square Enix dedicado al MMO verdaderamente adora a sus fans, quienes los salvaron de la extinción, y en este tipo de eventos se puede respirar un cariño que no he visto en ningún ambiente videojueguil hasta el momento.
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