Los shadow drops, o juegos lanzados por sorpresa sin anuncio previo, no son tan comunes en un mercado que prima la expectación, pero Nintendo se ha sumado a la lista con un nuevo Fire Emblem. Sí, la mítica saga de rol táctico nacida en los 90 acaba de estrenar hoy mismo —sí, hoy— un nuevo juego bajo el nombre de Fire Emblem Shadows, aunque lo ha hecho para móviles iOS y Android, y con un enfoque jugable heredado de Among Us.
El videojuego es un spin-off desarrollado en colaboración con DeNA e Intelligent Systems, apostando por una fórmula que combina la estrategia en tiempo real con elementos de desconfianza y engaño entre jugadores. En cada partida, tres aliados combaten juntos, pero uno de ellos puede ser un traidor oculto. Tras la primera batalla contra enemigos controlados por la IA, el reto será deducir quién es el infiltrado, una decisión que afectará al desarrollo de los siguientes enfrentamientos.
Nintendo ha explicado que el juego introduce una historia original y personajes inéditos, manteniendo la esencia de la saga pero con un formato adaptado al juego social en móviles. La presión de tomar decisiones rápidas y descubrir la verdad dentro del grupo conecta la experiencia con el clásico moderno de Innersloth, aunque la mezcla no ha salido del todo bien.
Mezclar Fire Emblem con Among Us no ha salido del todo bien
Muchas de las quejas del juego se centran en que la combinación de géneros resulta extraña, pues ambos coexisten de manera poco fluida, lo que genera grandes problemas. Por ejemplo, Among Us es un juego de deducción social, pero en Shadows no hay interacción real entre jugadores, por lo que la deducción se limita prácticamente a un 50 % de acierto o error por tu parte.
En cuanto a su modelo de negocio, Fire Emblem Shadows es un título free-to-start: se puede descargar gratis, pero el acceso completo y la progresión dependerán de micropagos. Según las tiendas digitales, las compras dentro de la aplicación van desde 0,80 euros hasta 78,90 euros, principalmente en forma de paquetes de gemas, que serán el recurso central del sistema de progresión.
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