Eres Ray, un conejo parlante despojado de su armadura mecanoide en una ciudad oprimida por un ejército de poderosos perros mecánicos. Es hora de reventar algunas cabezas y empezar a poner orden, pero tu pasado te persigue. F.I.S.T.:Forged In Shadow Torch combina géneros como el metroidvania, beat ‘em up, hack and slash y RPG siendo espectacular en pantalla y divertidísimo a los mandos. Lo analizamos.
Hace tan solo unos años mirábamos con cierto escepticismo a un videojuego para consolas que viniera de China. Los desarrollos de este país siempre habían estado más centrados en productos locales y, dentro del ámbito internacional, era en la plataforma de móviles y el free-to-play dónde más se les reconocía. Sin embargo, algo está cambiando y una buena muestra de ello es F.I.S.T.:Forged In Shadow Torch, un título creado dentro de la iniciativa PlayStation China Hero Project que sorprende por su calidad.
Aquí la historia tiene un papel más importante de lo que podrías imaginar. Es algo que siempre me agrada en un juego. Despertar el interés del usuario por lo narrativo en un género que, tradicionalmente, apela más a sus mecánicas y la exploración como factores con los que seducirnos. No voy a contaros mucho sobre ella, pero el misterio que la rodea y la forma en la que se van descubriendo a lo largo de la aventura retazos de nuestro pasado, así como nuevos personajes y facciones hace que, independientemente de lo muy adictivo que es lo nuevo de TiGames, tengas siempre ganas de conocer sus variados escenarios.
Este esfuerzo por lo narrativo es sin duda una buena excusa, pero donde F.I.S.T. realmente te agarra por cuello de la camisa, te mira a los ojos y te dice: “tú de aquí no te vas a levantar en cinco horas mínimo” es en su faceta jugable. Estructurado como un metroidvania en 2D tradicional el programa invita muchísimo a ser explorado. Los motivos son varios: su increíble apartado artístico y el cuidado que rebosan cada uno de sus entornos, el uso de una técnica 2.5D que, si bien mantiene en todo momento el desplazamiento lateral en pantalla, hace que su mundo se sienta realmente vivos, el hecho de que sus mapas estén repletos de secretos y coleccionables útiles para el desarrollo del personaje y la aventura y, por último, lo tremendamente satisfactorio que resulta todo lo que tiene que ver con el combate y las plataformas en este F.I.S.T.
A diferencia de otros títulos del mismo género como podría ser el caso de Axiom Verge, F.I.S.T. es mucho más amigable con el jugador en lo que se refiere a la exploración. Resulta sencillo orientarse cuando miras el mapa, los secretos se revelan al pasar cerca de ellos y es fácil reconocer ese punto en el que un juego con mecánicas de retroceso te está diciendo que necesitas un nuevo artilugio o habilidad para progresar. No obstante cuenta con un buen nivel de desafío, no se trata ni mucho menos de un paseo y, poco a poco de forma progresiva, el título va presentando mayores desafíos a los que enfrentarse.
El punto de vista lateral lo convierte por momentos en un beat ‘em up con sabor a hack and slash acelerado
Acabar la historia de F.I.S.T. puede llevarte unas quince horas aproximadamente, dependiendo de tu habilidad, mientras que completar el mapa al cien por cien puede alargar la vida del juego por encima de las veinte horas. Estos tiempos pueden variar en función de la destreza de cada uno, algo importante a tener en cuenta ya que la experiencia de combate presenta con cierta frecuencia desafíos en forma de poderosos jefes finales u oleadas de enemigos. El punto de vista lateral de F.I.S.T. lo convierte por momentos en un beat ‘em up que puede tener sabor a hack and slash más acelerado en bastantes secciones. Esto es consecuencia directa de los distintos estilos de lucha que puedes adoptar, ya que, a lo largo del proceso vas a ir desbloqueando hasta tres armas principales en total: un puño gigante mecánico, una taladradora y un látigo.
F.I.S.T. es en su combate un cruce entre beat ‘em up y hack and slash
Cada una de estas armas cuenta con árbol de habilidades propio en el que ir desbloqueando movimientos y combinaciones de botones que den lugar nuevos ataques y combos que resultan bastante espectaculares en pantalla. No existe un arma más poderosa que otra y, en última instancia es cosa del jugador elegir con cuál se queda. En mi caso la taladradora ha sido preferente, por espectacularidad y por capacidad de hacer combos tremendamente dañinos a los enemigos. Sin embargo, no me ha terminado de gustar tanto que el juego, a pesar de su diversidad, no hace nada por evitar que te acomodes en los dos o tres recursos habituales. Una lástima ya que, cuando de forma consciente he intentado exprimir esto al máximo, las sensaciones en pantalla y con el mando en las manos han sido geniales. Así que, si puedes, decántate por el jogo bonito.
Los enemigos resultan desafiantes y variados. Cada uno de ellos cuenta con un buen número de movimientos y patrones a los que atender. Vas a necesitar memorizar algunos de ellos, ya que el juego no cuenta de partida con movimientos de bloqueo o defensa específicos. Para evitar recibir daño tienes que tirar de esquiva, ya sea por medio del salto o del uso del deslizamiento aéreo en distintas direcciones. De hecho, es habitual recibir impactos a mitad de combo, que aunque no te detienen, si que te quitan daño. Lo cierto es que ninguno de los enemigos comunes de F.I.S.T. resulta complicado de vencer por separado y existe una curva de dificultad bien medida que aprovecha el recurso de los jefes medios y finales para introducir una nueva unidad que se reaprovechará a posteriori o una nueva mecánica de ataque o defensa con la que tendrás que lidiar a partir de ese punto.
La dificultad de F.I.ST. consigue estar bastante bien medida
Los jefes finales son siempre un desafío, si bien, es cuestión de un poco de tiempo, paciencia y observación superarlos, ya que la mayoría de ellos telegrafía bastante sus movimientos. Algo que no me ha molestado en absoluto, porque, como citaba hace unas líneas, la dificultad de F.I.ST. consigue estar bastante bien medida siendo estimulante durante todo el juego.
Además de para atacar, las armas de las que disponemos también sirven como artilugios que van a desbloquear nuevas formas de explorar y vías para acceder a zonas antes cerradas. Me ha gustado mucho cómo se las ingenia el título para reutilizar algunos de estos recursos; por ejemplo, cómo unas hélices que sirven para ascender impulsadas por corrientes de aire pueden servir como turbina bajo el agua. Cada una de las tres armas va ofreciendo distintas soluciones, muchas de ellas no se descubren hasta haber avanzado algo más en la aventura, habiéndome dejado algunos destellos de sorpresa muy agradables.
En cuanto su apartado de plataformas, F.I.S.T. no hace nada que no hayamos visto antes, pero todo consigue estar a un nivel aceptable. Existe suficiente variedad para dar al jugador nuevos retos durante la aventura, a pesar de que por momentos tengamos que revisitar lugares ya conocidos. Fases aéreas, pinchos, agua o de deslizamiento por las paredes son solo algunos ejemplos de lo que el programa tiene para ofrecer. Esa repetición de zonas a la que hacía antes mención se ve bastante mitigada en algunos segmentos gracias a la presencia de puntos de viaje rápido que interconectan zonas más alejadas de su mapa.
F.IS.T. integra de manera satisfactoria su equipamiento con la exploración
En F.I.S.T. algunos movimientos requieren de gastar puntos de habilidad. También contamos con puntos de equipamiento, ya que, además de las armas disponibles podemos acceder hasta ocho piezas de equipamiento secundario. Desde pociones de zanahoria que recuperan nuestra barra de salud, hasta un lanzagranadas muy útil en algunos momentos de agobio, pasando también por otros artilugios que abren la puerta a algunas mecánicas como bloqueos. Estos puntos se pueden recuperar en algunos de lugares de descanso y guardado repartidos por los escenarios o en combate realizando ejecuciones a los rivales. Resulta importante explorar concienzudamente cada una de las zonas y hablar con los distintos vendedores que se encuentran dispersss en los asentamientos para conseguir desarrollar al máximo el número de puntos disponibles tanto en salud y puntos de habilidad, así como en los puntos de equipamiento ya que su escalado depende exclusivamente de ello.
En F.I.S.T. algunos movimientos requieren de gastar puntos de habilidad.
En otra vertiente están las habilidades de combate, que dependen directamente de las monedas que ganamos a base de saquear algunos ¿cofres? con forma de cerdo o al acabar con nuestros rivales. No obstante, las mejoras de mayor nivel también requieren de hacerse con algunos disquetes de datos, por lo que, insisto, la exploración es importante para llegar con ciertas garantías a la segunda mitad de la aventura. F.I.S.T. se reserva algunas sorpresas para el usuario en forma de minijuegos o de mejoras inesperadas al conseguir dar con ciertos coleccionables.
Es de apreciar que los coleccionables dentro de cualquier juego estén bien diseñados y enfocados a dar un rendimiento dentro de sus mecánicas. Este es un claro ejemplo, algunos recursos como discos o posters no solo son bonitos o desbloquean nuevas pistas o diseños, sino que tienen su aplicación ya sea en forma nuevos aspectos estéticos, pequeñas historias paralelas que descubrir o haciendo crecer nuestros recursos de una manera orgánica. La forma de conseguirlos va muchas veces más allá de la mera exploración y es algo que me ha generado un gran interés en todo momento, recurriendo frecuentemente a nuevas recompensas que consiguen buenos picos de estímulo.
F.I.S.T. consigue estar a un nivel notable en lo técnico
Ya he comentado anteriormente lo bien que están diseñados sus escenarios en lo artístico que brilla por su ambientación dieselpunk que recuerda en algunos momentos a la vista en otros juegos como Final Fantasy VII. No obstante, también se conectan muy bien entre sí creando con frecuencia atajos, siendo algunos de ellos inesperados en primera instancia. Llama la atención la decisión del estudio de decantarse por un elenco de animales que, aunque humanizados, conservan sus rasgos tal cual son. Esto confiere a la aventura un aspecto serio, incluso épico por momentos y se ha tenido mucho cuidado a la hora de seleccionar qué animales escoger para cada zona, siendo muy coherentes en este aspecto. De esta forma las ratas habitan la ciudad y los bajos fondos y otros animales como ciervos o cabras viven en zonas más rurales y alejadas.
Sus entornos transmiten un enorme realismo en cada rincón, por momentos sórdido en otras ocasiones devastador, pero siempre muy bellos. La inmersión total llega de la mano de la exquisita banda sonora elegida para acompañar cada uno de estos emplazamientos. Destacar los ritmos de blues y jazz escogidos para los entornos más urbanos, perfectos para darle al juego ese aire de desesperanza que quiere transmitir en todo momento.
En lo técnico, lo hemos jugado en PS5 y lo cierto es que no se le pueden echar demasiadas cosas en cara más allá de algunos problemas con las animaciones de ejecución. En muchos momentos estás no terminan de estar todo lo pulidas que fuera deseable mezclándose entre texturas cuando andamos demasiado cerca de paredes u otros elementos del escenario, aunque sí que son lo suficientemente variadas como para captar tu atención cada vez que las ejecutas. Sin caídas de resolución o en su tasa de imágenes por segundo, este port aprovecha el nuevo hardware de Sony olvidándose, eso sí, de las nuevas atribuciones del DualSense o el sonido con auriculares. Algo que puede estar ligado a su lanzamiento en paralelo en PS4 y PC.
Como pega menor, ya que se trata de un inglés bastante entendible en casi todo momento, F.I.S.T. llega a nuestro mercado sin traducción al castellano, aunque pronto estará disponible la [/b]traducción al español[/b]. Si todo esto que te he contado, no te resulta lo suficientemente estimulante para darle una oportunidad has de saber que, además, F.I.S.T llega a precio reducido en versión digital.
F.I.S.T. ha sido una grata sorpresa de principio a fin. Lo he pasado en grande durante todo el juego, consigue equilibrar de manera satisfactoria todos los géneros que toca. Quizás se le ha de reprochar no ser especialmente innovador en ninguno de ellos, pero todos, desde el metroidvania, hasta su apartado RPG pasando por el combate al estilo beat ‘em up mezclado con hack and slash, están a un nivel notable. F.I.S.T. te llama por su estética, te atrapa por su combate y diseño de escenarios y te convence por su historia. Recomendación total para todo tipo de jugadores
Comprar F.I.S.T.:Forged In Shadow Torch- Una interesante mezcla de géneros: combina metroidvania, beat ‘em up, hack and slash y RPG.
- Su historia es atrayente e interesante.
- Sus armas y equipamiento abren un buen abanico de recursos, aunque no siempre estimula a sacarles todo el partido, especialmente en los combates.
- Banda sonora con mucha personalidad.
- La traducción al español llegará poco después del estreno del juego.
