Poesía en imágenes. Recogiendo el legado de Studio Ghibli en el cine de animación, en este análisis de Forgotton Anne te voy a contar si el videojuego de TroughLine Games ha sido capaz de convertir toda esa hermosura estética en un gran plataformas y puzles 2D. ¿Será una sorpresa?
Hay ciertos videojuegos con los que es difícil hablar sin estropear la experiencia de su descubrimiento a alguien. Un título como Forgotton Anne, concretamente, es un caso paradigmático en este sentido, y es por ello que en este análisis voy a preferir pecar de ser comedido en lo que te cuento a caer en explicarte en demasía cualquier cosa importante. En estos tiempos en los que todo es considerado spoiler, en un movimiento social que roza el histerismo, videojuegos como el que nos ocupa no son tanto posibles víctimas de que te destripen su argumento como de que te revienten la experiencia de vivirlo. Es un poco complicado de explicar, pero seguro que si lo acabas jugando lo entiendes perfectamente.
Amparado bajo el sello Square Enix Collective para juegos independientes firmado por la propia compañía nipona, Forgotton Anne es el primer gran ejemplo para esta editora de lo que se puede conseguir en términos creativos con esta división para las propuestas más alternativas. Está muy lejos en términos de ritmo de lo que se está estilando en los videojuegos de los últimos tiempos, y tiene una dirección artística hecha con un mimo fascinante y un estilo muy particular. Algo especialmente meritorio en un momento en el que los lanzamientos se inclinan más por el aprovechamiento de unas ideas ajenas que rozan el reciclaje. No deja de ser irónico que diga esto teniendo en cuenta que esta obra bebe directamente de las películas de Studio Ghibli, autores de largometrajes de animación de leyenda como El Viaje de Chihiro o Mi Vecino Totoro, no obstante puedo decirte de una forma muy tajante que usa todas esas bases para construir algo con identidad propia.
Un título que trata temas tan importantes, reales y humanos como la pérdida o la memoria, pero que lo hace en un mundo de fantasía en el que da gusto sumergirse y cuyos Forgotlings tardaremos en olvidar.
El Largo Camino a Casa
En Forgotton Anne somos la propia Anne que da nombre al videojuego. Un personaje que, sencillamente, busca volver a casa en un mundo de fantasía. El contraste entre el planeta real en el que vivimos y este lugar donde la magia impera está bien plasmado en el título desde su escueta cinemática de introducción, y sirve para dar sentido a un mundo donde cualquier objeto puede tener vida. Una lámpara o unos calcetines pueden ser personajes secundarios con los que interactuar y relacionarnos, objetos animados por una particular fuerza mística y que responden al nombre de Forgotlings. Cada uno tiene su personalidad y la de algunos de ellos es fascinante, creándose un universo que no hubiera desentonado nada en, por ejemplo, las obras cinematográficas de Hayao Miyazaki para Ghibli. A menudo poseedoras de una mitología y una imaginería propias muy únicas.
A pesar de que el videojuego comienza con una explosión y con la exposición de que hay unos rebeldes amenazando su mundo, el ritmo es tranquilo. A los pocos minutos de partida y tras resolver un sencillo acertijo y habernos movido con agilidad por nuestro hogar, hay un enfrentamiento con una bufanda llamada Dilly, y con él habremos visto en apenas los 10 primeros minutos de Forgotton Anne las dos líneas maestras que pretende ofrecer el juego en una concepción clásica de lo jugable: plataformas y rompecabezas. Eso sí, todo ello sólo es la base, el punto sobre el que se vertebra la aventura. Porque lo que quiere conseguir TroughLine Games a lo largo de las cerca de 7 horas que puede llevarnos superar su modo historia es bastante más ambicioso, e incluye tocar algunos palos más.
Tiene una dirección artística hecha con un mimo fascinante
En realidad, el elemento vertebrador de todo ello es nuestra relación con la energía que mueve todo en el título: Anima. Con ella podemos resolver algunos de los puzles del programa, pero también acarrea algunas de las decisiones más difíciles del juego. A pesar del inocente aspecto de Forgotton Anne, el juego está cargado de momentos en los que tenemos que decidir cómo va a avanzar la historia. Y muchas veces es con la desaparición de personajes o con la generación de situaciones duras. Es un mundo de fantasía, obviamente, pero incluso así habrá algunas secuencias que se desarrollan de tal manera que nos costará un poco asimilar las decisiones. ¿Recuerdas los rótulos de los juegos de TellTale Games en los que se nos decía "tal personaje recordará esto"? Pues la aventura de Anne funciona de una manera muy similar en cuanto a que nos dice que tal o cuál situación podía haberse resuelto de otra forma. Y a veces duele descubrir que había otra manera de hacer las cosas, una que podía sonar obvia cuando la conocemos pero que antes nos pasó inadvertida. Eso sí, el programa no nos avisa anticipadamente de cuándo vamos a poder tomar una decisión que vaya a cambiar el transcurso de la narrativa, así que tenemos que andar siempre con pies de plomo ante la posibilidad de que hagamos algo irreparable.
La historia es el principal foco de atención del videojuego, y lo cierto es que es lo mejor que puede ofrecer. Está cargada de momentos inolvidables, y tiene personajes realmente entrañables… tanto en cuanto a diseño como en términos de personalidad. Pero todo está revestido con una jugabilidad muy atractiva que alterna varias facetas siempre dentro de un formato muy lineal y bien cuidado. Las plataformas, por ejemplo, van desarrollándose al mismo tiempo que el personaje. Todo parece algo rústico en sus primeros minutos, pero poco después de la primera media hora de partida ya habremos obtenido nuestras alas y podremos relacionarnos realmente bien con el escenario. No hay un castigo al jugador por hacer algo mal en estas secciones que mezclan saltos con escaladas, así que más que un reto lo que resulta es un agradable paseo por sus hermosos entornos en dos dimensiones.
El juego no pretende ser un desafío en este sentido y no pretende ser punitivo con el usuario tampoco con los rompecabezas. Es cierto que van creciendo en cuanto a complejidad, pero las bases siempre son las mismas y una vez comprendidas no hay mucha más dificultad. Anne tiene un dispositivo llamado Arca en la mano y con él podemos cargar esa energía de la que te he hablado antes, una “magia” con la que podremos reactivar máquinas que están detenidas para poner en marcha determinados mecanismos o abrir puertas que nos permitan progresar. La obra se las va apañando bien para ir introduciendo elementos que mantengan el interés de estos puzles. Lo único molesto de esta parte es el hecho de que, a menudo cuando entramos en la segunda mitad de su campaña, andamos tan justos de Anima que hay que retroceder muchas veces para tratar de buscar fuentes de la energía y poder salir adelante. El ritmo es agradablemente lento, como he dejado claro, pero esas ocasiones en las que hay que desandar lo andado sí pecan de resultar algo reiterativas y gratuitas.
La historia está cargada de momentos inolvidables, y tiene personajes realmente entrañables
El apartado que redondea su maravillosa propuesta jugable es ese formidable envoltorio gráfico que convierte todo lo que sucede en Forgotton Anne en una verdadera maravilla. El videojuego de TroughLine Games demuestra que hay unos fabulosos artistas en el estudio, y todo llega con ese inconfundible y siempre encomiable sello del dibujo hecho a mano. Personajes cuidados, movimientos muy finos y unas cinemáticas tremendamente cuidadas, que contribuyen a redondear aún más el increíble aspecto que ya de por sí presenta el juego en su faceta de jugabilidad pura y dura en 2D. Todo esto viene acompañado, además, de una música igualmente bien tratada, con partituras muy inspiradas y la entusiasta interpretación de la Orquesta Filarmónica de Copenhague. ¿La única pega? El hecho de que el videojuego llegue en inglés, tanto en voces como en textos. Una decisión que, seguramente, tiene que ver con su condición de juego indie y destinado a un nicho de público muy concreto.
Es probable que Forgotton Anne no reciba la respuesta comercial que merece. No en vano es un juego que se cocina lentamente y cuyo desafío es más bien escaso. Sin embargo, si nos adentramos en su mundo descubrimos una fascinante historia cargada de personajes memorables y con decisiones que importan. Un ilusionante comienzo para un estudio como Throughline Games y, probablemente, el mejor juego hasta la fecha del sello Square Enix Collective.
- Artísticamente es una de las cosas más hermosas del momento
- Tiene una historia excelente y alejada de los estereotipos del momento
- Su ritmo es lento y agradable, una delicia para paladares de ese perfil
- En ninguna mecánica jugable ofrece demasiado desafío
- Algunos momentos un poco frustrantes con algún que otro puzle