Hace mucho tiempo que Fortnite dejó de ser solo un battle royale. Con la introducción del Creativo 2.0 el juego apostó por un sistema al estilo Roblox que se basa en experiencias de juego creadas por los usuarios y publicadas en forma de islas. Estos proyectos pueden compartirse con otros jugadores y, si alcanzan ciertas cotas de popularidad, existe un sistema de "pagos por interacción" con el que los creadores pueden obtener ingresos. Dos usuarios que se creyeron más listos que Epic Games quisieron aprovecharse de los pagos ofrecidos por la compañía y ahora han acabado sufriendo una demanda de las que meten miedo.
Fortnite comienza una guerra contra los bots
La demanda es un texto legal de 25 páginas en las que Epic Games acusa a dos jugadores de haber "creado y utilizado cientos de cuentas bot para interactuar oficialmente con las islas que publicaron con el objetivo de aumentar de forma ilícita sus pagos por interacciones". Los demandados han sido acusados de utilizar aproximadamente 20.000 cuentas falsas gestionadas por bots, de haberlas utilizado solo para incrementar el tráfico de sus experiencias de juego. En el documento se especifica que en algunos casos los bots suponían el 90% del total de tráfico que tenían las islas de los dos demandados.
"Antes de ser descubiertos, los demandados recibieron decenas de miles de dólares en pagos de Epic Games que de otro modo habrían sido recibidos por otros creadores que tuvieron interacción genuina de jugadores de Fortnite reales (... ) Como resultado de estas indignantes conductas y el daño resultante a la empresas, sus desarrolladores y jugadores; Epic Games presenta esta demanda en la que solicita una indemnización por daños y perjuicios y medidas cautelares contra los demandados por incumplir el acuerdo de licencia de usuario de Fortnite, incumplir los términos de servicio de Epic, los términos de pago del programa de creadores, violar la ley derechos de autor y fraude", decía la demanda de la compañía.
Esta no es la primera vez que Epic Games busca enfrentarse judicialmente contra usuarios de Fortnite. La compañía ha demandado, por ejemplo, a jugadores competitivos que utilizaron sus 'cheats' para obtener premios en torneos. En la mayoría de los casos llegó hasta el final con sus acusaciones, que en buena medida son una medida disuasoria para evitar que futuros usuarios sientan la tentación de repetir el fraude. En la mayoría de los casos, los fondos obtenidos se destinan a obras de caridad, aunque es posible que —de ganar la demanda— aquí se repartan entre los creadores que debían haberlos recibido originalmente. La primera consecuencia, algo más anecdótica, es que los usuarios han sido baneados y que, si se demuestra su existencia, deberán eliminar sus 20.000 cuentas 'boteadas'.
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