Si estás dispuesto a aprender, tragarte tus propias palabras tiene poco de vergonzoso. Cuando salió Genshin Impact ni siquiera le presté atención porque pensaba que eso no era para mí. Tech Otakus Save The World sigue sin parecerme el mejor lema de la historia y tampoco es que las noticias que rodearon al juego fueran demasiado positivas. Sin embargo, aquí estoy algo más de un año después de darle a HoYoverse la que debía ser una primera y última oportunidad. Llegué tarde al juego y solo gracias a las casualidades, pero desde que había echado un par de horas pensaba en lo estúpido que era por criticar algo sin siquiera haberlo probado.
Genshin Impact fue un gusto fácil de adquirir incluso si odio los sistemas de monetización con recompensas aleatorias. Recuerdo cada minuto con muchísimo cariño y considero el final del segundo acto, en el que mi personaje favorito tiene un rol destacado, como uno de los mejores momentos que me han ofrecido últimamente los videojuegos. Ahora tocaba enfrentarse de nuevo a la situación de probar un juego de HoYoverse, pero hay diferencia entre llegar esperando poco y hacerlo con las expectativas por todo lo alto. Afortunadamente, tras jugar por segunda vez la beta de Honkai: Star Rail, puedo decir que no estoy decepcionado. De hecho, todo lo contrario.
Un viaje a través de las estrellas
En Honkai: Star Rail somos un Trazacaminos (elegimos si hombre o mujer) sin recuerdos de su pasado que amanece en una estación espacial como por arte de magia. Los paralelismos con Genshin Impact son evidentes a la hora de elegir a nuestro personaje o arrancar la historia. Puede que aquí no hayamos llegado a un mundo completamente nuevo, pero el protagonista de la aventura parte prácticamente de cero. Tampoco es que sea muy importante porque en el mundo del anime las grandes amistades se forjan en cuestión de segundos y no tardaremos en vernos envueltos en la misión de salvar una galaxia entera.
Hay infinidad de paralelismos entre Honkai: Star Rail y Genshin Impact, pero también suficientes diferencias
Como sucede en Genshin Impact, la historia principal de Honkai: Star Rail es apenas funcional. Nos han incrustado una cosa extrañísima en el pecho y de repente somos poseedores del Estelaron, un artefacto que nadie sabe muy bien cómo funciona y nos hace tremendamente especiales. Es cada uno de los planetas o entornos que conforman el juego los que tienen un argumento interesante. Una beta no es la mejor muestra de la narrativa porque nos falta mucho por avanzar, pero de momento los mimbres del argumento en cada una de las zonas parecen mucho más interesante que los primeros que vimos en Genshin.
HoYoverse ha sacrificado el mundo abierto de Teyvat para tratar de representar toda una galaxia con diferentes planetas que hacen de regiones. Una fórmula mucho más condensada que no por ello debemos entender como un recorte. Los valores de producción de Honkai: Star Rail son elevadísimos y cada uno de los planetas es lo suficientemente extenso como para que tengamos muchas cosas por hacer y zonas para explorar. Eso sí, todo tiene un sabor mucho más similar al de un JRPG clásico. Mientras exploraba planeta, Jarilo-VI, fue difícil no tener la sensación que estaba en la típica ciudad nevada que hemos visto mil veces –y queremos ver mil veces más– en los juegos del género.
El combate echa para atrás, pero solo hasta que lo descubres
Todo en Honkai: Star Rail recuerda a los grandes clásicos del JRPG
Esta diferencia evidente de un mundo basado en niveles en lugar de completamente abierto no es la única que hace especial a este nuevo título de HoYoverse. Los desarrolladores han querido desafiarse a sí mismos y, tras masterizar el combate a tiempo real con un Genshin Impact simple en apariencia, decidieron cambiar de tercio. Las similitudes de Honkai: Star Rail con el JRPG clásico no solo se aprecian en su estructura de niveles, también en un combate por turnos que quizá resulte menos atractivo de entrada que el caos que nos propone la acción en el mundo de Teyvat, pero que ofrece un resultado igualmente satisfactorio.
Las peleas más sencillas podemos resolverlas simplemente golpeando sin pensar, activando la velocidad doble o directamente utilizando un modo automático. Sin embargo, cuando las cosas se ponen serias, entran en juego algunas mecánicas brillantes. Aunque un combate por turnos es la forma perfecta de añadir opciones a mansalva, el surtido de acciones en combates sigue limitado a tres. Podemos golpear con ataques básicos, utilizar habilidades o lanzar la definitiva. Es increíble, una vez más, como solo tres acciones pueden conjugarse de tantas formas diferentes y crear unas peleas tan variadas como las que tiene Honkai: Star Rail.
Si en los juegos de HoYoverse siempre hemos sentido la necesidad de conocer bien a nuestros personajes, aquí la situación es todavía más exagerada. Mientras aprendemos a jugar, será habitual la sensación de que no le estamos sacando partido a nuestras herramientas y probablemente tengamos razón. Toca aprender cuáles son las estadísticas más interesantes para cada héroe, como funcionan sus hechizos y qué efectos provocan en el campo de batalla. Todo esto mientras gestionamos un recurso muy limitado que impide el lanzamiento constante de habilidades.
El combate es, una vez más, uno de los puntos fuertes de un videojuego de HoYoverse
La mecánica es sencilla. Empezaremos con una barra que nos permite lanzar un par de hechizos. Por cada uno que utilizamos se consume una carga que se puede recuperar golpeando con un ataque básico, normalmente menos poderoso. Esto nos obliga a gestionar recursos para dominar las peleas, siendo junto a los elementos una de las claves en el éxito de nuestra aventura. Aquí no hay grandes combinaciones elementales, pero cada enemigo es débil a un cierto tipo de poder (Hielo, Cuántico, Rayo, Fuego…). Todos los golpes bajan vida, pero aquellos a los que los rivales son débiles también afectan a la postura, permitiendo infligir más daño y aplicando efectos de estado.
Aunque solo hay tres formas de atacar, toca memorizarse las mejores combinaciones de elementos para personajes que pueden equipar diferentes tipos de armas que tiene efectos muy dispares en la batalla. Hay un aprendizaje quizá un poco más grande que en otros de juegos de HoYoverse, para que quienes quieran teorizar con el metajuego puedan pasar horas construyendo equipos. Quizá porque todavía no le hemos dedicado el tiempo suficiente (masterizar el combate lleva varias decenas de horas) parece que en lo referido al 'meta' las cosas van a ser mucho más diversas en Honkai: Star Rail.
Quizá el único punto negativo que despeserará a los jugadores cuando llegue el momento de ponerse a jugar a Honkai: Star Rail son sus sistemas. Está aquí todo lo bueno y todo lo malo de Genshin Impact. Las armas se llaman ahora Conos de Luz, la mejora de talentos recibe el nombre de Rasgos y las constelaciones las encontraremos en el menú de Eidolon. Sin embargo, todo funciona prácticamente igual. También lo hacen unos artefactos que ahora con seis espacios pueden ser hasta más difíciles de conseguir. Como siempre, no serán obligatorios para completar el contenido, aunque sí para darle cariño a nuestros personajes favoritos.
Ya me tuve que comer mis palabras una vez con Genshin Impact y quizá aquí tenga que volver a hacerlo, aunque el motivo es el opuesto. Habrá que medir como aguanta el juego en el largo plazo, pero todo apunta a que con Honkai: Star Rail estamos ante el mejor videojuego desarrollado por HoYoverse.
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