¿Te gusta Metroid? Si la respuesta es afirmativa no deberías perderte esta aventura de acción que tiene lugar en un planeta sombrío y misterioso repleto de enemigos e ingeniosos puzles que sólo podrás superar con tu nave espacial.
Si hace un par de años el fantástico Shadow Complex nos hizo rememorar aquellas maravillosas partidas con Super Metroid, este verano le ha tocado el turno a Insanely Twisted Shadow Planet, una aventura de acción como las de antaño en la que controlaremos a un platillo volante con el que tendremos que sobrevivir en un sombrío mundo repleto de peligrosos enemigos, y donde descubriremos, gracias en parte a su fantástico apartado artístico, el verdadero sentido de la palabra “soledad”.
Solos ante el peligro
Un enorme mundo por explorar con diversas zonas ocultas, montones de objetos extra para mejorar nuestra nave espacial, y diversas herramientas que supondrán la clave para que podamos continuar abriéndonos paso por las entrañas de este oscuro y siniestro mundo orgánico en el que nada es lo que parece. Como veis, ITSP no se aleja mucho de lo que ya hemos visto en otros referentes del género, pero sin embargo, su planteamiento jugable y su impresionante apartado artístico lo convierten en una propuesta de lo más interesante.
Nuestra aventura da comienzo con un simple escáner que nos permitirá detectar los objetos con los que interactuar, para progresivamente ir adquiriendo más y más herramientas que nos darán acceso a zonas inexploradas del amplio escenario por el que nos moveremos. Así pues, pronto nos veremos disparando rayos de energía, recogiendo objetos con unas pinzas, triturando piedras con una cuchilla o protegiéndonos de embestidas enemigas con un campo protector. Lo bueno es que la distribución de estos ítems por el escenario resulta muy acertada, ofreciéndonos constantemente nuevos artilugios con los que interactuar, mientras que se nos da el tiempo suficiente como para explorar al máximo todas las posibilidades de juego que brindan.
Además, aunque en el mapa siempre se nos marca el lugar exacto al que debemos acudir, no se ha perdido el clásico componente de exploración del género, obligándonos a recorrer hasta el último rincón del escenario para obtener objetos coleccionables o mejoras para nuestra nave –ya sea más poder de ataque o salud-. En términos jugables, esta obsesión por la exploración puede suponer incrementar hasta las ocho horas la vida útil del juego, aunque quien vaya directo al grano sentirá que todo termina demasiado pronto por culpa de esas muy destacables cinco horas que, sin embargo, se nos antojan algo escasas.
Es importante reseñar, eso sí, que la variedad de situaciones en las que nos veremos inmersos resulta encomiable, sobre todo porque aunque los puzles y los combates son sencillitos, nunca sentiremos que estamos realizando una y otra vez las mismas tareas pero en localizaciones distintas. Sí, por supuesto que habrá enemigos de toda índole que nos acosarán constantemente, incluso enormes jefazos que nos pondrán las cosas muy difíciles, pero tampoco faltarán ingeniosos puzles que nos obligarán a aprovechar al máximo todas y cada una de las herramientas con las que contamos. El problema en este caso lo hemos encontrado precisamente en uno de los mejores elementos del juego, su diseño artístico.
Como hemos ido destacando, el mundo orgánico por el que nos moveremos nos cautivará por su siniestro aura de mundo salvaje en el que todo puede ser un arma mortal. ¿Qué pasa? Que verdaderamente muchas veces nos moveremos a ciegas sin saber muy bien con qué elementos podemos interactuar y con cuáles no. Un detalle que no afecta excesivamente a la jugabilidad pero que en muchas ocasiones nos mantendrá un par de minutos buscando por el escenario hasta dar con el elemento que no habíamos visto a primera vista.
Asimismo, habría estado bien que el sistema de selección de armas diera un mayor abanico de opciones, puesto que únicamente contamos con acceso rápido para cuatro de las herramientas, mientras que al resto debemos acceder a través de un sencillo menú radial. Algo que no da problemas a no ser que nos veamos rodeados por enemigos o en medio de un enfrentamiento contra un jefazo –en los que muchas veces debemos combinar varias herramientas-, donde será habitual cometer “errores” y seleccionar el objeto que no queríamos.
Lógicamente, no podemos olvidarnos tampoco de la escasa duración que ofrece este título, que además cuenta con un desenlace falto de un auténtico clímax. Tanto es así que una vez eliminado al jefe final, nos daremos cuenta que se ha acabado el juego porque aparecen los créditos. Y es una lástima, porque el diseño del mundo por el que nos moveremos y sus habitantes nos ha encantado, jugándose de una forma muy acertada con las luces y sombras para trasladarnos a un sombrío planeta que nos atrapará de principio a fin. Algo a lo que ayuda mucho el genial apartado sonoro que atesora esta obra, con unos efectos que protagonizarán prácticamente todo el juego sin dejar que la banda sonora, reservada a las secuencias cinemáticas, nos distraiga de lo verdaderamente importante, que es el hecho de estar en un mundo desconocido rodeado de seres hostiles.
Por último, ITSP cuenta con una vertiente multijugador cooperativo para hasta cuatro usuarios –a través de Internet o en red local-, que nos plantea el reto de sobrevivir al ataque de un enemigo gigantesco mientras protegemos unas linternas de energía. Una prueba de supervivencia muy interesante por permitirnos cooperar con otros jugadores –durante la partida estamos, como decíamos, completamente solos- pero que sin embargo, no se aprovecha lo suficiente como para suponer un gran aliciente al modo aventura.
Muy adictivo, con una jugabilidad efectiva y un desarrollo de la acción lo suficientemente interesante como para mantenernos pegados a los mandos durante las poco más de cinco horas que puede durar el juego. La falta de unos desafíos más duros, un mayor número de retos y un desenlace más impactante le restan cierto atractivo a un juego que por otro lado, no deja de ser una compra tremendamente recomendable para cualquier amante de las aventuras de acción.
