El mundo mágico peligra. Por suerte el Portador de la Llave-Espada y sus compañeros, el caballero y el mago, han regresado para liberarlo de los temibles Sincorazón.
Ya hace cuatro años que llegó a España la primera entrega de este atípico título en el que se fusionaba a la perfección los universos de Disney y Final Fantasy. Dicha historia nos contaba la gran aventura de un joven y algo inmaduro Sora que, por razones que no vienen al caso, tuvo que viajar con una pareja bastante cómica: Donald y Goofy. Su misión, liberar al mundo de los temibles Sincorazón, unas criaturas sin sentimientos nacidas de la oscuridad que alberga el corazón de la gente y a su vez privados de corazón. Aparte de la primera parte de Kingdom Hearts para PS2, hay un título intermedio llamado Kingdom Hearts: Chain of Memory para GameBoy Advance que continúa la historia del primero y enlaza con el segundo.
Un universo clásico y original
Kingdom Hearts 2 comienza con una intro bastante espectacular (cosa a la que nos tiene ya acostumbrados Square desde FF7), acompañada por la música vocal de Utada Hikaru (la canción se llama Sanctuary), sin duda muy emotiva, y resultando en conjunto un perfecto enlace entre los juegos anteriores y la actual entrega.
Tras esta introducción, un pequeño video nos muestra el apacible pueblo de Villa Crepúsculo y más concretamente un local donde charlan cuatro amigos. El principal de ellos, Roxas, que será al que manejaremos a modo de tutorial durante las cuatro primeras horas de juego, es acusado por la gente del pueblo de robar ciertos objetos, así como las mismas palabras de esos objetos. Él y sus amigos, Hayner, Olette y Pence, deberán demostrar su inocencia e inevitablemente se meterán en más problemas. Un nuevo tipo de enemigo ha aparecido: los incorpóreos y al parecer la Organización XIII (llamados también los unknown) está detrás, pero Roxas, sin saber cómo, tiene también la habilidad de usar la llave-espada para luchar contra ellos, y la maneja a la perfección.
A lo largo de los días en los que está dividido este prólogo, la conexión de Roxas con Sora se va haciendo más evidente, ya que no sólo ambos son elegidos por la llave-espada, sino que al caer la noche Roxas tendrá sueños que no le pertenecen, y eso le llevará a la búsqueda de quien es él en realidad… hasta su encuentro con Sora. Y en este momento es donde empieza de verdad Kingdom Hearts 2.
Nos encontramos con un Sora aún dormido, tal y como acaba en Chain of Memories de GBA. De pronto despierta de su prolongado sueño al igual que sus compañeros Donald y Goofy, y sin esperar ni un solo momento, los tres amigos se ponen en camino en busca de Riku, Kairi y el Rey Mickey. Muchos son los peligros que le acecharán en esta gran aventura de más de cuarenta horas de juego. Tendréis que descubrir por vosotros mismos la historia que encierra esta pequeña joya para PlayStation 2.
El Elegido de la Llave-Espada
Para el que no sepa de qué va exactamente Kingdom Hearts, este título se puede denominar como Action-RPG, es decir, que tendrá toques de rol, pero las peleas serán en tiempo real. El manejo está sumamente simplificado, aunque no tendremos todas las habilidades desde el principio. El control principal se compone del analógico izquierdo para mover a Sora (o a Roxas en el prólogo), con el círculo saltaremos y con la X atacaremos. Para fijar objetivo usaremos R1, y para fijar la cámara R2. Uno de los principales problemas de la primera parte de esta saga era la cámara, pero en este caso se ha implementado bastante bien y pocas veces perderemos el objetivo; tendremos libre control sobre ella con el analógico derecho.
Aparte de estos movimientos, también disponemos de dos cuadros de selección en tiempo real a los que acceder durante el combate, ya que al menú completo del juego sólo podremos acceder dándole a pausa cuando no estemos siendo atacados por ningún enemigo. Por estos cuadros de selección navegaremos con la cruceta digital y elegiremos la acción a realizar con la X. Por defecto atacaremos con la llave, pudiendo encadenar combos tanto en tierra como saltando. Los demás comandos de estos cuadros los iremos desbloqueando hasta un total de siete que son, además del de atacar con la llave-espada, magia, objeto, fusión, grupo, límite e invocación.
Las técnicas mágicas de las que dispondremos son las clásicas de Final Fantasy, y algunas ya disponibles en la primera parte de Kingdom Hearts como Pyro, Hielo, Trueno y Cura, aunque también hay otras como las inéditas Reflejo (que crea una barrera que devuelve un ataque mágico enemigo) o Magneto (que paraliza algunos enemigos).
Objetos los hay de todo tipo, desde pociones curativas hasta pócimas de éter que restauran los puntos de magia. También hay otra clase de objetos que sólo podrán ser utilizados en el menú de pausa, como subidas de nivel, mejoras de puntos de salud o curaciones completas. En este mismo menú podremos administrar las habilidades de Sora así como del resto del equipo.
Otra inclusión con respecto a la primera parte es del botón triángulo con función “Quick Time Event”, que se activará en ciertos momentos del juego para realizar acciones o ataques especiales, y que le da mucha más espectacularidad a los combates.
En general, el nivel de dificultad en el modo normal es bastante sencillo, y la mayoría de las situaciones se pueden resolver a golpe de llave-espada y algún que otro hechizo. Eso sí, habrá situaciones que nos pongan en tensión, así que tendremos que aprovechar uno de los valores principales en la trama de Kingdom Hearts, la amistad; y es que nunca estaremos solos.
¡No estás solo, pide ayuda!
En ningún momento Sora quiso ir por su cuenta, aunque ni siquiera Donald y Goofy le hubiesen permitido pensar eso. El Mago Donald y el Caballero Goofy te acompañarán a lo largo de la aventura controlados por la IA, y no sólo te acompañarán, sino que te apoyarán en todo momento y evolucionarán contigo.
Tanto Donald como Goofy tienen ataques propios y diferenciados completamente. Donald por ejemplo, como mago que es, lanza únicamente ataques mágicos como el fuego o el hielo, pero también se preocupa de la Salud de sus compañeros con el hechizo de Cura. Goofy en cambio, prefiere los ataque físicos, aunque puede llevar una gran cantidad de objetos durante el combate y usarlos a favor de sus amigos.
Además de los mencionados, en cada mundo que visitemos encontraremos a viejos amigos u otros por conocer que se unirán a nosotros por un tiempo. Personajes de Disney como Mulán, Bestia, Jack Sparrow, Simba, Jack Skellington de Pesadilla antes de navidad y otros de la saga de Final Fantasy como Auron, Yuna, Rikku o Cloud, son algunos de ellos.
Con la ayuda de estos amigos podremos realizar el resto de habilidades nombradas en la página anterior. Con Fusión, absorberemos por tiempo limitado a uno o ambos compañeros adquiriendo sus habilidades y aumentando nuestros poderes, pero consumiendo una barra de energía adquirida con la eliminación de enemigos. La misma energía de Fusión puede utilizarse para realizar una Invocación; podemos pedir a Genio, Chicken Little, Stich o Peter Pan que sustituya a nuestros compañeros por poco tiempo para que nos barra a unos cuantos enemigos.
Sin duda lo más desaprovechado en cuestión de ataques son las invocaciones, que en ningún momento serán realmente necesarias más que como curiosidad, mereciendo más la pena gastar esa energía en Fusión. Sin embargo no ocurre lo mismo con los Límites, que a costa de nuestra barra de magia (que por cierto se recarga lentamente tras ser gastada) nos permitirá realizar un gran ataque devastador en tándem con nuestro compañero, teniendo que recurrir a ello en multitud de ocasiones.
El comando Grupo sirve para intercambiar a los miembros de nuestro grupo, ya que sólo podremos llevar a dos a la vez. Cada vez que cambiemos de mundo, un nuevo personaje se unirá a nosotros y tendremos que sacar temporalmente a Donald o a Goofy.
El control tanto para las acciones propias como para las órdenes al Grupo suele responder bastante bien, aunque peca de ser bastante simple, a lo que se le suma un nivel de dificultad no muy elevado que hace que la estrategia pase a un segundo plano y que la mejor opción sea ir golpeando enemigos sin pensar.
Un mundo ideal
El planteamiento básico del juego será ir viajando de planeta en planeta derrotando enemigos hasta enfrentarse con un jefe final en cada mundo, todo ello acompañado por numerosos videos que hilan el argumento. En este planteamiento quizá no haya nada nuevo, y las puntuales carencias del juego resaltarían mucho más si no fuese por la perfecta ambientación que se le ha dado.
No olvidemos que esta es la tercera entrega de Kingdom Hearts, aunque sea recomendable haber completado las dos anteriores para comprender casi al completo la historia (digo casi porque aún con lo que te cuentan en los tres juegos, es bastante enrevesado de comprender), los numerosos recordatorios y diálogos nos pondrán al día de todo lo ocurrido con anterioridad.
El desarrollo de esta entrega es estrictamente lineal, pero esto se olvidará rápidamente tras impregnarnos con toda la magia que desborda cada rinconcito de este juego. Cada mundo que recorreremos está basado en alguna película Disney (además de Pesadilla antes de Navidad), interactuaremos y conoceremos a cada personaje y veremos el mimo que se le ha dado a cada detalle, dando lugares a situaciones sacadas directamente del mundo Disney.
Así conoceremos a Mulán, disfrazada de chico bajo el nombre de Ping, y le ayudaremos a convertirse en un soldado para honrar a su familia; nos colaremos en Ciudad de Halloween para echarle una mano a Jack a librarse de unos sincorazón que se han colado, o incluso bajaremos al inframundo para enfrentarnos a Hades, pero para nuestra sorpresa Auron (Final Fantasy X) aparece para echarnos “una mano”.
Todos estos mundos, al igual que los personajes, han sido realizados con el más mínimo detalle y calcados a sus versiones cinematográficas, destacando la excelente ambientación del mundo de Tron y el espectacular Piratas del Caribe, con unos personajes calcados a los de la película y una animaciones faciales brillantes.
El apartado gráfico aprueba con nota. Los movimientos de todos los personajes son suaves y naturales y sin ninguna ralentización por muchos enemigos y efectos que haya por pantalla. También se ha realizado una conversión a PAL perfecta, nuestra versión es idéntica a la americana y japonesa.
El mejor aspecto del juego es el sonido. La música es excelente, desde que comienza el juego hasta acabar no podremos decir que se haya repetido alguna melodía. Todas son remezclas de las músicas originales de cada película hechas para la ocasión.
La localización del juego al castellano también roza la perfección, casi todas las voces de Disney tienen su doblaje original, con algunas excepciones como el dragón de Mulán o los pertenecientes al mundo de La Sirenita, pero que encajan perfectamente. En cambio otras voces como las de la mayoría de los personajes de Final Fantasy como Squall o Cloud, exceptuando Auron, les falta carisma. La voz de Sora, Roxas y sus amigos también encajan perfectamente; globalmente un sobresaliente. Ojalá se pudiera decir esto de todos los juegos.
La nave Gummi y más pasatiempos
Cada vez que se abra un nuevo camino para poder acceder a un nuevo mundo, deberemos superar una fase de naves al estilo StarFox. Es un shooter espacial por raíles en el que hay que eliminar toda nave que se mueva. Hay numerosos ítems ocultos en estas fases. Al final de cada fase nos darán nuevos modelos de naves Gummi y nuevas armas. Estas fases son totalmente rejugables y deberemos completarlas para conseguir nuevas habilidades.
Las naves Gummi están hechas de bloques (como si de Lego se tratara) y podemos “tunearlas” casi con total libertad, para aumentarle sus características de velocidad, armamento o resistencia, reubicándoles los bloques para que gane en escudo o aerodinamismo.
Además del minijuego de la nave Gummi, por todos los mundos hay submisiones o trabajos para ganar Platines (moneda del reino) como por ejemplo entregar cartas subido en un monopatín como si de Tony Hawk se tratara, pegar carteles por todo el pueblo, eliminar la basura de un callejón o hacer un espectáculo de malabarismo callejero. Otros minijuegos bastante llamativos son el viaje a bordo de la alfombra mágica de Aladín o la carrera sobre las famosas motos de la película Tron.
Kingdom Hearts 2 es uno de los últimos grandes títulos para PlayStation 2 y un obligatorio para todo poseedor de dicha consola. Aunque sea de personajes infantiles en su mayoría, la historia es bastante madura y algo enrevesada. El apartado gráfico, sin explotar la máquina, cumple perfectamente y lo complementa con una música y doblaje sobresalientes que eclipsa los pequeños fallos de jugabilidad y su aparente simplicidad.
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