Los últimos meses de Riot Games han sido particularmente turbulentos. La desarrolladora ha publicado ya un puñado de juegos, pero todavía se le juzga principalmente por el estado de League of Legends. Su MOBA es el espejo donde deben mirarse el resto de títulos de la empresa y, aunque promete grandes novedades inminentes para cerrar la crisis, es innegable que ha pasado por uno de los mayores baches de su historia. Pese al contexto negativo, los jugadores siempre han tenido algo a lo que agarrarse. Muchos desarrolladores están en permanente contacto con la comunidad, resolviendo dudas y supliendo algunas de las carencias más notables de la empresa. En muchas ocasiones, soportando el odio desmedido de algunos jugadores.
Los fans de Riot Games tenemos suerte, pero no la valoramos
Riot Mortdog trabajó en League of Legends, aunque desde el lanzamiento de Teamfight Tactics se ha dedicado de forma exclusiva a liderar el autobattler de Riot Games. Con TFT mantiene la misma línea de comunicación directa con la comunidad. Explica los cambios que están cerca de llegar al juego, comparte datos interesantes exclusivas de la aplicación interna de la compañía o sondea las opiniones de los jugadores. La respuesta por parte de la mayoría de la comunidad es positiva. Sin embargo y pasando a una cita literal, "hay un número limitado de veces que puedes leer a alguien decir que mataría a toda tu familia en frente de ti y te obligaría a mirar antes de que te afecte".
"No me malinterpretéis, el porcentaje de este tipo de actitudes es muy bajo. Yo diría que el 70% de los comentarios son positivos y el 20 o 25% críticas constructivas, algo que también está fenomenal. El problema es que si el 5% de los comentarios son tóxicos y lees 1.000, al final del día 50 personas te han dicho cosas horribles (...) Dar la cara al público implica hacer un montón de trabajo extra. Un trabajo que no estoy obligado a hacer. No es parte de mi puesto en Riot Games. Pero yo y muchos otros amamos los juegos en los que trabajamos y también adoramos a los jugadores. Cosas como estas hacen que nos preguntemos constantemente por qué damos la cara al público", explicaba Mortdog en redes sociales.
Así comenzaba el hilo de Riot Mortdog en Twitter.
El verdadero problema es que la situación de Mortdog no es excepcional. No se trata de un desarrollador que le cae mal a la comunidad por uno u otro motivo. De hecho, en términos generales es bastante querido. Casi todos los empleados de Riot Games –y otras compañías– que asumen este papel están en una situación similar. Los fans más implicados con el título agradecen el trabajo extra y ese conocimiento adicional que comparten con la comunidad. Sin embargo, siempre termina llegando alguien para hacer el comentario más desagradable posible. Esto ha llevado a muchos desarrolladores a dar un paso atrás porque, como explicaba el director de TFT, hay muchas ocasiones en las que no merece la pena.
Los ejemplos de este tipo de hechos, en lo referido a League of Legends, los podemos encontrar en las respuestas que reciben los desarrolladores en las redes sociales que utilizan como vía de comunicación. Algunos de ellos incluso retransmiten en directo jugando al propio LoL, otros títulos o simplemente respondiendo preguntas. Ofrecen a la comunidad la posibilidad de resolver sus inquietudes y responden con un detalle que en otros tiempos estaba reservado a los periodistas de videojuegos o creadores de contenido. No es poco habitual que en sus retransmisiones acabe apareciendo alguien que recibe un baneo instantáneo por efectuar ataques personales.
Algunos desarrolladores de League of Legends llevan a cabo sus propios streamings respondiendo preguntas sobre el juego.
"Desafortunadamente no tengo una solución, lo que me vuelve loco como desarrollador. Quiero resolver problemas, pero este es demasiado complejo. Quiero que la gente lo haga mejor, tenga formas de desahogarse o lo que sea. Quiero más desarrolladores abiertos y quiero compartir más. Pero también entiendo profundamente por qué no podemos hacerlo. Voy a cerrar con esto. Tratad a los desarrolladores de videojuegos con educación. Especialmente a aquellos que son honestos con vosotros. Si no te gusta su juego o el mensaje que transmiten, juega a otra cosa. Hay montones de grandes títulos. Lo que hará tu enfado es que cada vez haya menos".
El desarrollador no quiso centrarse solo en lo negativo. En una retransmisión en directo en la que ahondaba en los sucesos que habían tenido la semana anterior, explicó que también veía los elementos positivos. "Veo muchas cosas buenas, más de la merezco", explicaba al borde del llanto. "Hay mucha gente muy educada (...) Mis mensajes directos estaban llenos de este tipo de comentarios. Me recordó que no debo sumergirme en lo malo (...) Eso es lo que me hizo darme cuenta que debía continuar", cerraba el desarrollador.
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