Es impensable hablar con alguien que fue niño en los 90 o 2000 y que no jugara a un juego de LEGO. Durante años, la marca danesa de juguetes y Traveller's Tales dominaron el mercado de las adaptaciones de corte familiar de universos queridísimos de la cultura popular como Star Wars, Harry Potter o El Señor de los Anillos. Si bien su estela se ha ido reduciendo con los años, en parte debido a que las nuevas generaciones apenas se sienten cercanas a lo que proponen los europeos, aquellos niños hoy son adultos menos impresionables que en aquel entonces. Por ello, y en un momento tan extraño para la licencia, la compañía danesa apuesta por remasterizar por segunda vez LEGO Harry Potter, con una nueva versión que queda en tierra de nadie.
Porque sí, si os suena LEGO Harry Potter, no hablamos de fuegos fatuos, no es la primera vez que TT Games lanza un videojuego basado en el universo del mago adolescente. La primera versión, LEGO Harry Potter Años 1-4, se lanzó en 2010, seguida de Años 5-7 en 2011, abarcando completamente todos los eventos de las ocho películas de Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, en dos juegos inteligentemente divididos para quien quisiera al Harry Potter más joven o al más adulto y oscuro. Sin embargo, como las generaciones no frenan, en 2018 Warner Bros. repitió la misma jugada, remasterizando estos mismos juegos con el aliciente, esta vez, de formar parte de un solo juego. Dos proyectos, siete años, y todo en un disco.
Aquel primer remaster no tuvo nada malo, no me malinterpretéis. Al margen de la propia "alma LEGO", que imbuía estos juegos de principio a fin con su humor tontorrón, capaz de sacarte una sonrisa vacilona al atrapar al vuelo una referencia, y con puzles perfectos para una noche de juegos con amigos o familia, aunar ocho películas en un disco puso la guinda al pastel de uno de los mejores proyectos de LEGO que hemos jugado. Desde La Piedra Filosofal hasta Las Reliquias de la Muerte Parte 2, todo ello con una mejor resolución, tiempos de carga y tasa de FPS, LEGO Harry Potter Collection fue y es un hueso imposible de roer para cualquier actualización moderna del mismo proyecto. Y no, esta vez Warner Bros. no consigue dar en el clavo.
Una ola de nostalgia, puzles y buen humor sin ningún añadido nuevo
Revivir la saga de Harry Potter en LEGO siempre es bienvenido. Ya sea por aquellas bromas tontas en momentos tan capitales para la trama como la misma conclusión de la historia, o algunas sutiles referencias a otras obras e incluso películas, hacen de LEGO Harry Potter uno de los mejores proyectos de la marca europea. Desde la denostada El Príncipe Mestizo hasta la laureada El Prisionero de Azkaban, hablamos de dos juegos con en torno a 12 horas de contenido, mínimo, por cada uno, algo que ya ofrece suficientes alicientes para rejugar esta versión.
En este caso, los dos juegos y las ocho películas, en sus siete años correspondientes, se mantienen invariables. No hay un nuevo inicio, ni siquiera una cinemática para cualquiera de los momentos del juego. Algo que habría sido extraño, ya que TT Games abrazó las películas de principio a fin y lo que incluyó original respondía a sus necesidades como juego de puzles y plataformas. De hecho, estos mismos puzles no han visto una mejora o un añadido mínimo a su modus operandi. Desde aquel ajedrez de la primera película hasta los puzles durante la pelea entre Dumbledore y Voldemort, todos son mecánicamente idénticos.
El apartado sonoro tampoco presenta ninguna diferencia, ya que las composiciones rescatadas de John Williams, Patrick Doyle y Alexandre Desplat en las películas son las mismas; así como no se ha añadido actuación de voz. En el sentido puramente narrativo y audiovisual, LEGO Harry Potter Collection se mantiene tan cercano a su versión original de 2010-2011 que asusta.
Entiendo que el tratamiento de TT Games a LEGO Star Wars: The Skywalker Saga como el proyecto supremo de la licencia de George Lucas, donde se rehicieron por completo los seis capítulos originales, amén de añadir los tres siguientes basados en la última trilogía, es algo con lo que solo puede soñar Harry Potter, cuyos añadidos nuevos apenas se centran en rescatar los DLC adicionales y de pago. Estos añaden cinco hechizos adicionales que solo se pueden usar mientras recorremos los mapas, pero no afectan a los puzles o eventos ya guionizados del juego base; y luego diez personajes que, de nuevo, no afectan a un modo historia ya hecho.
Mejoras gráficas mínimas sin sacar jugo a la actual generación
Cuando nos enfrentamos a un proyecto de este estilo, no es solo que se nos obligue, tanto como prensa como siendo jugadores, a tener un ojo clínico para conseguir ver las diferencias, muchas de las cuales son mínimas y apenas suponen pequeños retoques entre ellas, sino que hay que abordarlas bajo la mirada crítica del PC. En términos puramente jugables, ese conocido como game-feel, la experiencia en PC siempre será superior: mejor resolución, más FPS —o por lo menos una tasa desbloqueada que dependerá de nuestro PC—, mejores texturas... Una buena lista de mejoras que hacen palidecer, en el peor de los casos, a las consolas. Por eso, con un segundo remaster como es este caso, se espera que, como mínimo, se alcance el estándar visual del PC que consiguió el mismo juego en su salida. ¿El problema? Ya se alcanzó en su misma versión de 2018.
Seis años después, la situación con LEGO Harry Potter Collection es extraña. En este caso, he tenido la oportunidad de jugar y exprimir la versión de PS5 del juego, y apenas he conseguido encontrar una diferencia notable con aquella versión remasterizada de 2018. Si bien es cierto que, gracias al FPS Boost de Xbox Series —donde lo jugué por puro divertimento personal la primera vez—, la Harry Potter Collection original conseguía escalar a 2160p, manteniendo los 60 FPS de forma estable, en la consola de los nipones he tenido que echar un ojo a la web Backwards-Compatible para darme cuenta de la cruda realidad: la única mejora de rendimiento está en PS5, donde pasa de 1440p a 2160p, manteniendo la misma tasa de FPS que hace una generación.
Esto no dice nada malo de PS5, al menos no en cómo trata los juegos retrocompatibles, sino que pone en tela de juicio las limitaciones de LEGO Harry Potter para conseguir exprimir unas consolas capaces de auténticas virguerías visuales. En este caso, y dejando a un lado que no hay bajones de FPS, así como que la versión de PS5 añade una pequeña resistencia en los gatillos al disparar hechizos, toca echar un ojo a las mejoras visuales. Aunque a simple vista no quede tan claro, TT Games ha añadido ligerísimos ajustes aquí y allá para endulzar la propuesta. Eso sí, hay enormes luces y sombras. En Gringotts, al comienzo de la primera aventura, podemos ver una mejor iluminación y reflejos en el suelo, así como una tonalidad de color menos exagerada, algo que hace perder un poco de chispa al proyecto. Mientras que al llegar a Hogwarts, la calidad visual apenas ha sufrido mínimas mejoras. Este estatismo en el acabado visual es constante en todo el juego.
Una vez accedemos al Ministerio de Magia en la quinta película o a la pelea en la casa de los Weasley, volvemos a ver un acabado más pulido, con una iluminación con ciertos ajustes en los modelados y reflejos más nítidos, aunque estáticos, nada dinámicos. No esperéis grandes diferencias entre versiones —en cuanto a tamaño, volumen y peso en los cambios—, sino más bien pequeños detalles. Todo esto para, luego, volver a caer en escenarios más plásticos, propios de un juego de LEGO de hace más de una década. Sin duda, es una versión que difícilmente se ganará al jugador a través de los ojos, y eso que TT Games ha demostrado, al menos con lo visto hasta ahora en LEGO Horizon, que su motor gráfico, el NTT, es capaz de crear mundos con peso. No obstante, aquí hablamos de un remaster sin mucho sazón.
Es una versión que difícilmente se ganará al jugador a través de los ojos
Peor parado sale su mundo de juego en términos estructurales. Con la nueva generación y el poder del SSD en ambas consolas, uno quizá podría esperar que esos pequeños espacios independientes que forman los mapas del juego, divididos, por ejemplo, en el Gran Comedor, el Patio del Observatorio, etc., dejaran de estar aislados. LEGO Harry Potter mantiene esas pequeñísimas pantallas de carga entre secciones que podrían haberse diluido aprovechando el hardware actual. No es algo crucial que vaya a hacer sufrir a muchos. Apenas son pausas de un segundo, pero en un juego donde es difícil destacar los cambios positivos, uno habría esperado que los límites de su mundo de juego se difuminasen para ofrecer una experiencia mucho más natural y orgánica.
En parte, entiendo que esto escala a un nivel mucho más nuclear, donde al tratarse de un juego familiar y de la marca LEGO, cada escenario supone una versión diferenciable del castillo de Hogwarts que se podría tener en la estantería de casa. Pero hablamos de un segundo remaster, no gratuito, y para PS5 y Xbox Series X|S, donde como mínimo se espera un impacto claro del juego en la percepción del jugador.
Analizar un proyecto así es tremendamente extraño. Por un lado, se te anima a ser tremendamente crítico, pues hablamos de un segundo remaster de pago en cuestión de 13 años. Por otro lado, irremediablemente intentas compararlo a juegos como LEGO The Skywalker Saga, un remake con todas las de la ley al que no aspira esta versión. Sin embargo, y en última instancia, hay que ser honesto y asumir que LEGO Harry Potter Collection no es la versión soñada por el fan, menos aún el que ha ido siguiendo religiosamente los lanzamientos de TT Games basados en el Wizarding World desde 2010. Sin cambios visuales de peso, con pequeños ajustes en la iluminación con resultados disparejos y mejoras inexistentes que, por el poder mismo del hardware actual, deberían estar presentes, no hay mucho por lo que recomendar esta nueva versión más allá de que nunca lo hubieras jugado, y seas un gran fan de la obra de J.K. Rowling.
- La colección aúna dos juegos, siete años de historia y ocho películas en un mismo disco.
- No se puede elegir capítulo o película, seguimos limitados al sistema de menús clásicos.
- Las mejoras en comparación con la versión de 2018 son mínimas, anecdóticas.
- Para un jugador novato o que no tuviera la versión de PS4 o Xbox One, supone la gran compilación de uno de los mejores juegos de LEGO.
- No hay ningún añadido nuevo ni cambio estructural de peso.
Ver 2 comentarios