Y tras casi veinte años… ¡resucitó! Medievil llega a PS4 con todos los valores que le hicieron grande en 1998. Por un lado, su jugabilidad, con una dificultad que recuerda a la de antaño. Por el otro, su valor artístico, con una reconstrucción plena a efectos visuales y sonoros. Os contamos en nuestro análisis de Medievil por qué es un remake fiel a los fans de la licencia.
A riesgo de caer en una de las comparaciones más trilladas de los últimos tiempos, querría destacar algo que vi hace poco en el blog oficial de PlayStation: "Una de las grandes sorpresas de Medievil es cómo se parece a Dark Souls, a pesar de los años que los separan". ¿Sorprendente? Pues el caso es que creo que dicho argumento no anda del todo desencaminado. Era un juego difícil y, lo más importante, hoy en día sigue siendo un videojuego bastante complicado de superar.
Es uno de los atributos jugables que los desarrolladores han querido mantener en un remake que está hecho para resultar fiel al original. Nada de selector de dificultad o algún tipo de ayuda que lo haga más accesible. El hack 'n slash tan retante que descubriste en 1998 en tu PlayStation está de vuelta en una aventura que podría resultar corta (no mucho más de seis horas), pero que te sacará de tus casillas en más de una ocasión… y es algo que en cierta manera me llega a sorprender.
Sin ir más lejos, en un artículo reciente lo comparábamos con el clásico Ghost and Goblins, basado en repetir la jugada una y otra vez, aprendiéndote dónde estaba cada trampa y enemigo. El Medievil original también era un poco así, y lo sigue siendo en el remake, ahora con ajustes en el control, la cámara y sobre todo en lo visual y sonoro. Son importantes las cosas que se cambian, pero sobre todo las que se mantienen en un trabajo más de reconstrucción que de mejora. Y es ahí donde está el quid de la cuestión: ¿deberían los desarrolladores de Other Ocean haber adaptado mejor el juego a la época en que estamos?
Medievil, un clásico resucitado
Cuando hablamos de dificultad, es imposible ponerse de acuerdo. Siempre habrá un sector que defienda un reto mayúsculo, pero también otros que prefieran una mayor accesibilidad. Para no andarnos con rodeos, tened claro que los autores de este remake para PS4 han apostado por el enfoque jugable original, el del clásico. En otras palabras: no esperéis ningún tipo de contemplación. El juego es difícil, y si no sois usuarios persistentes, probablemente no sea el tipo de experiencia que andáis buscando.
Medievil es un hack 'n slash basado en medir bien tus fuerzas. Los primeros niveles me resultaron fáciles de superar, pero a medida que avanzaba recurría a estrategias como aprovechar las fuentes de vida o usar la carga con escudo para evitar confrontaciones que sabía que no podía ganar. Además, las ofensivas enemigas hacen cada vez más daño, tus armas pueden romperse en cualquier momento y los jefes finales están hechos para que sueltes algún que otro improperio contra la pantalla.
Debes tener también en consideración que Medievil no es un juego de acción como los demás. Esto no va exclusivamente sobre soltar golpes a diestro y siniestro sin parar, sino que hay algo de exploración y algún que otro puzle. Algunos de sus entornos resultan laberínticos y luego hay otros en que no paran de perseguirte los enemigos. En general, los niveles son pequeños y duran unos pocos minutos… pero te tocará volver una y otra vez sobre ellos, aprendiéndote sus claves si no quieres que tu barra de vida se agote demasiado pronto.
Medievil no es un juego de acción como los demás
Sobre el esquema jugable poco hay más que decir, porque resulta bastante sencillo. Son varios niveles en un mapa del mundo que plantea a veces la posibilidad de completar antes una fase que otra. No obstante, el avance es muy lineal. No es malo. El juego es así, sin más. Lo que sí echo de menos es que el ajuste en términos de control se hubiera pulido, puesto que no fueron pocas las ocasiones en que perdí la vida por culpa de su baja precisión. Con respecto a la cámara, a pesar de estar mejorada con respecto a la de 1998, me jugó malas pasadas. Es cierto que puede manejarse libremente, pero también que puede resultar errática.
En favor del videojuego hay que señalar que no son aspectos que rompan la experiencia, pero que sí demuestran que el foco de los desarrolladores de Other Ocean no fue precisamente una reconstrucción en términos de gameplay. En su lugar, se han centrado en la faceta audiovisual, brillantemente reconstruida con respecto al clásico de PlayStation. La propia desarrolladora no lo oculta. Los vídeos "making of" incluidos en la edición deluxe hablan sobre la dirección de arte y la composición musical, pero nada sobre el trabajo de jugabilidad.
La definición artística de Medievil es clara: recuerda mucho a Tim Burton, y más en concreto a la película Pesadilla antes de Navidad. Es un videojuego cuya ventana de lanzamiento encaja con los escasos días que restan hasta Halloween. Al fin y al cabo, manejamos los restos de Sir Daniel Fortesque, hay enemigos calabazas, lápidas, zombis y en definitiva todo eso en lo que se disfraza la gente durante ese día tan especial. No es terror, sin embargo, sino una visión bastante humorística sobre el viejo mundo de Gallowmere, plagado de seres de ultratumba, castillos y mucha magia.
El Medievil de PlayStation ya tenía todo esto, así que ahora sólo restaba realizar un buen lavado de cara. Esto ha consistido en retomar los diseños originales y usarlos de base para reconstruirlos. Donde antes existían una media de 100 polígonos por diseño, ahora hay miles. Donde antes había una textura por elemento, ahora tenemos unas cuantas. El resultado son entornos y personajes con un grado de detalle muy superior. También en cuestión de fidelidad, al usarse los bocetos originales como principal referencia.
Me gustaría dejarlo claro, porque no todo es tan sencillo como coger los modelados originales y pasarlos por una máquina mágica. Hay que hacerlos desde cero, y además manteniendo la esencia original. Por eso hacer un remake puede resultar más complicado: tienes que mantener la fidelidad, y procurar que los cambios no empañen la experiencia. En eso ha consistido la labor de Other Ocean: reconstruirlo todo lo máximo posible, pero evitando que los fans sientan que Medievil ha perdido su identidad.
Yo creo sinceramente que lo han logrado, también en lo que concierne al plano sonoro y musical. Los temas han sido recompuestos por los mismos autores originales (Andrew Barnabas y Paul Arnold), que esta vez han contado con una orquesta y coros. Ellos mismos mencionan que han incorporado sonidos eléctricos de la etapa de PlayStation -a modo de homenaje- pero si tenemos que buscar una definición para el resultado, lo justo es hablar de una reconstrucción completa a efectos musicales, con nuevos arreglos y partituras.
Encontrará el agrado de los nostálgicos y más fieles seguidores
Y esa es la palabra que mejor define al remake de Medievil: reconstrucción. Pero una reconstrucción audiovisual más que jugable. Me queda la duda de si hubiera sido correcto haber hecho la jugabilidad más accesible. Han pasado veinte años y muchas cosas han cambiado, desde expectativas de usuarios a hábitos de juego. Hay más competencia, los juegos se hacen de otra forma… Siempre existirán opiniones en favor de un bando o del otro, pero esta era la visión de los desarrolladores, y consistía en tocar lo menos posible. Por ello, entiendo que es más un juego dirigido a nostálgicos que a los que no lo probaron en su día, pero eso al final lo decidiréis todos vosotros.
El remake de Medievil para PS4 se puede definir como un trabajo de reconstrucción fiel a todos los niveles, desde la jugabilidad al apartado audiovisual. Como tal, es un juego que resultará poco accesible en la época actual, pero que encontrará el agrado de los puristas, nostálgicos y más fieles seguidores. Gráficamente es como ver el original con nuevas lentes, mientras que en lo musical se ha reformado por completo. Un buen trabajo por parte de Other Ocean, que cumple con su objetivo: resucitar a un clásico de PlayStation.
Comprar Medievil Remake- Una reconstrucción absolutamente fiel al original, en todos los sentidos
- Retiene todo el humor y originalidad del clásico de PlayStation
- Sin ser una maravilla visual, realiza una potente reforma gráfica
- En lo sonoro brilla especialmente, con temas orquestados
- Su jugabilidad se siente algo anticuada, a pesar de los cambios
- El control y la cámara pueden volverse bastante rebeldes
- Acabado irregular, especialmente en lo técnico
