Comenzó a sufrir "ataques de pánico" durante el duro desarrollo de Project Titan y Overwatch.
Tras 23 años en Blizzard a muchos sorprendió que el veterano Chris Metzen, uno de los padres de Diablo, StarCraft y Warcraft, no solo confirmara meses atrás que dejaba el estudio, sino también la propia industria del videojuego. ¿Los motivos? Al creativo le afectó más de la cuenta el desarrollo del cancelado Project Titan, que terminaría convirtiéndose en Overwatch, hasta el punto de sufrir "ataques de pánico y una ansiedad que no desaparecía".
"Abandonar Blizzard fue algo increíblemente difícil", reconoce Metzen en una entrevista muy personal. "He estado ahí, básicamente, desde que era un crío. Creo que tenía 19 años cuando me contrataron y era mi vida entera, mi identidad. Y eso, de muchas maneras, terminó consumiéndome". Por supuesto, aclara, "fue una experiencia increíble, pero esto puede tener un coste difícil de asumir".
El creativo reconoce que todos los años que dedicó a construir Project Titan, un proyecto que no parecía avanzar nunca, terminó "quemándole". De sus cenizas nacería Overwatch, que ha sido todo un éxito, pero el daño ya estaba hecho. "Creo de corazón que necesitaba un cambio en mi vida. Quería tomármelo con calma. Quería no cargar con todo el peso sobre mis hombros. Pero cuando has estado tanto tiempo en una compañía como Blizzard, pienso en Cadena Perpetua: era un hombre institucionalizado. Era el tío de Blizzard, una y otra vez".
"Me encantaba estar ahí", prosigue; "me encantaba la gente", pero la carga de trabajo y la presión era tan alta, que su salud se resintió. "Acabé por convertirme en alguien esquizofrénico", afirma Metzen. Luego llegaron los ataques de pánico y una crisis de ansiedad que no desaparecía.
Al final, no le quedó otra más que despedirse de la compañía en la que dio vida a tantos y tan buenos videojuegos. Algo que Blizzard no olvida; trabajan en una gran estatua del propio Metzen que podrá contemplarse en las propias instalaciones del estudio.