El comienzo de esta historia no es demasiado original, pero el guion no tarda en dar un giro interesante. Al mudarse, un jugador dejó algunos trastos olvidados en casa de sus padres entre los que se encontraba una antigua Game Boy que llevaba al menos quince años sin uso. La máquina aguantó el paso del tiempo como solo ese 'cacharro' creado por Nintendo sabría hacerlo y apareció hace poco, por pura casualidad, en unas condiciones casi perfectas. Dentro se encontraba un cartucho de Pokémon Rojo con una partida guarda que incluía un Mew capturado de forma legal.
Un Pokémon casi imposible de conseguir 'legalmente'
Para quien no sepa demasiado de la saga, la historia que acabamos de resumir puede parecer intrascendente. Sin embargo, es casi tan rara como el 'no-meteorito' que surcó los cielos hace apenas unos días. Mew fue un pokémon casi imposible de conseguir de forma legal en la primera generación y solo se introdujo en los juegos originales para rellenar un espacio de 300 bytes que quedó libre al completar el desarrollo. La idea de Game Freak era que nadie conociese su existencia salvo que quisieran utilizarlo en "alguna actividad posterior al lanzamiento".
La cuestión es que los jugadores de Pokémon Rojo, Azul y Amarillo descubrieron un bug a través del cual podían encontrarse con este monstruo en estado salvaje. Esto, además de disparar la popularidad de la franquicia, hizo que proliferasen los Mew 'ilegales'. Un jugador lo obtenía a través de este fallo del juego, lo clonaba y se lo enviaba a sus amigos que podían clonarlo también y pasárselo a todavía más gente. El único método 'legal' para hacerse con él era recibirlo mediante un reparto oficial de Nintendo en un evento presencial.
Esta es la prueba que adjuntó el jugador. El Código OT nos permite saber de donde salió exactamente este Mew.
Según explica BrwnSuperman, usuario que contó su historia a través de Reddit, consiguió este Mew en un evento oficial llamado "Pokémon Stadium Tour" que tuvo lugar a comienzos del año 2000. Esta historia se puede verificar fácilmente. Las 'wikis' de la saga no solo son lo suficientemente exhaustivas como para dar fe de que dicho evento existió y de que en él se repartió a Mew, si no que también revelan que las criaturas de dicho evento tenían "LUIGE" cómo Código OT. Así, también sabemos que se consiguió en Estados Unidos entre el 5 de febrero y el 9 de abril de 2000.
Lo que completa la sorpresa es el hecho de que este cartucho de Pokémon Rojo todavía tenía pila. Uno de los desafíos para preservar a este Mew era el hecho de que, cuando se acaba la batería de un cartucho, se pierden todas las partidas guardadas. este es un problema común si tenemos en cuenta que el juego tiene más de 24 años. En este sentido, lo primero que hizo al compartir su historia fue comprar un dispositivo que permite extraer (o introducir) partidas guardadas de los juegos de Game Boy.
Mew se pudo conseguir en un evento de Pokémon Escarlata y Púrpura.
Aunque implicaría gastar algo de dinero, lo mejor de todo es que este Mew podría llevarse directamente a la novena generación. Para ello habría que pasar el archivo de guardado a una Nintendo 3DS que tuviera tanto una copia de Pokémon Rojo o Azul como la aplicación Pokémon Bank. A partir de aquí, se podría mover a Pokémon Home para disfrutar de él tanto en Pokémon Escarlata y Púrpura como en futuros videojuegos de la franquicia en los Mew esté programado.
Esta no es la única vez que una 'misión de rescate' acaba bien para los fans de la saga. En el pasado hemos visto a usuarios capaces de gastar más de 300 dólares solo para recuperar a un pokémon perdido en un juego de GameCube y llevárselo a sus partidas actuales. No es raro, teniendo en cuenta el factor nostalgia, que alguien recuerde con cariño el primer equipo con el que se pasó la liga y quiera utilizarlo de nuevo. En este caso en concreto, eso sí, la meta es menos ambiciosa y todo comenzará por subir a nivel 100 a este Mew recuperado de forma imprevista.
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