Pokémon Let's Go quiere hacerse con todos. Le da igual que llegues nuevo o lleves cerca de veinte años capturando pokémon. Su diseño por capas está pensado para atrapar a todo tipo de jugadores, en un remake de fidelidad absoluta del que sólo puedo decir una cosa: es una auténtica sorpresa.
Si consideras que Pokémon Let's Go es un juego sólo para niños, te vas a llevar una sorpresa. Tras esa dulce capa de colorido, aparente amabilidad y lanzamientos de pokéball gestuales, fui entendiendo mientras jugaba que allí estaban las capas de profundidad de los clásicos, dirigidas a los jugadores de siempre. En su parte más externa, parece un título dirigido a nuevas generaciones, pero a medida que pasaban las horas, era capaz de apreciar el ADN de los primeros títulos, aquellos que se estrenaron en Game Boy hace cerca de veinte años.
Resulta sorprendente, porque ha sido la propia Nintendo la que ha promocionado el título de esta forma, hasta el punto de que muchos creyeron que el planteamiento no iba con ellos. Mi objetivo es contaros que mantener esa perspectiva sería algo erróneo. Me parece, de hecho, uno de los videojuegos más respetuosos con el pasado de la franquicia, ya que hablamos precisamente del remake del mítico Pokémon Amarillo. Y no un remake cualquiera, sino uno de los de verdad, cuya finalidad no es sólo recrear, sino adaptar, y en ocasiones hasta reformular cuestiones que parecían tema tabú en la saga.
Sin ir más lejos, puede que estemos hablando de un videojuego que servirá como la antesala de algunas de las más importantes innovaciones que podríamos ver en el próximo Pokémon para Nintendo Switch. La eliminación de los encuentros aleatorios, aunque haya preocupado a los más veteranos, supone uno de los grandes aciertos de Pokémon Let's Go. Mejora la fluidez y al tiempo otorga mayor importancia al sistema de capturas, inspirado por Pokémon Go. Todo en una aventura que no por ello resulta demasiado sencilla, ni fácil, sino que trata de situarse entre los jugadores de siempre y aquellos que llegan nuevos a la franquicia. Varias generaciones de entrenadores unidos por un juego que vuelve a las raíces de la serie, al origen de todo, recordándonos de dónde viene eso del "hazte con todos".
Vídeo Análisis
Una evolución en la saga Pokémon
Lo más importante para entender Pokémon Let's Go tiene que ver con su decisión más polémica a nivel de diseño: eliminar los combates con pokémon salvajes, y por tanto los encuentros aleatorios. Esto tiene implicaciones fundamentales sobre la jugabilidad clásica de la serie… en mi opinión muy positivas. Hubiese sido un tedio volver a los infinitos combates de Azul, Rojo o Amarillo. No tendría sentido. Pero ojo con esto, porque siguen habiendo tantos combates (en rutas y gimnasios) que no los vais a echar de menos. Os lo puedo asegurar.
En cualquier caso, lo importante aquí tiene que ver con la libertad del usuario, que posee mayor capacidad para decidir cómo será su camino. Esto se debe a que vemos a los pokémon pululando por el escenario en tiempo real. El videojuego te da la oportunidad de decidir si capturar a un determinado pokémon, o si obviar una batalla que crees innecesaria (o varias). Al final, tú eres el que elige cómo jugar: centrándote más en las capturas o en los enfrentamientos. Es perfectamente posible, ya que ambas mecánicas te premian con puntos EXP con los que subir de nivel y evolucionar a tu equipo pokémon.
Esto, aunque parezca simple, supone un gran cambio para una saga que se ha mantenido anclada en el mismo sistema durante décadas. Se requería una transformación, que viene, por cierto, motivada por Pokémon Go. La influencia de la obra de Niantic es importantísima, ya que de ella se recoge el sistema de captura (más interactivo), y también la posibilidad de ver a los pokémon en el mapa. La difícil tarea de Pokémon Let's Go es conjugar esas innovaciones, y ponerlas en común con la tradición de la saga en consolas, en este caso representada por Pokémon Amarillo. El resultado es un sistema de juego más rico, variado y satisfactorio, cuyo objetivo final es satisfacer a un amplio elenco de jugadores.
Me parece uno de los juegos más respetuosos con el pasado de la franquicia
Los combates son como los conocíais: pura estrategia. Ataques de tipo fuego, agua, planta, hielo, siniestro, fantasma, tierra… Todo está aquí, con las estadísticas tan minuciosamente estudiadas que tenían los pokémon originales. Tal vez se ha ajustado un poco la dificultad, pero os puedo asegurar que si no leveáis lo suficiente, llegaréis muy justos a determinados gimnasios. No es un paseo, ni mucho menos. Me ha sorprendido, porque incluso Junichi Masuda nos sentenció que con Pokémon Let's Go querían un juego fácil de superar. Puedo constatar que tiene el reto suficiente como para manteneros atrapados durante las 25-30 horas que cuesta llegar alcanzar el Alto Mando.
Es este buen momento para hablar del cooperativo para dos jugadores, porque también se ha menospreciado. Un segundo usuario puede coger un Joy-Con para unirse en cualquier momento. Su papel no es menor. Aunque durante la exploración su presencia es irrelevante, en los combates sí que puede intervenir, controlando a uno de los pokémon del grupo y seleccionando ataques. También puede apoyar en las capturas, lanzando su propia pokéball, e incluso ponerse de acuerdo con el primer jugador para realizar lanzamientos combinados, lo cual incrementa las probabilidades de obtener un pokémon. Tras mis pruebas, concluyo que esta incorporación hace el juego sensiblemente más fácil, suponiendo la perfecta alternativa para los que juegan con hijos pequeños.
Hablando sobre la mecánica de capturar, no consiste en lanzar la pokéball sin más. Hay dos variantes. En modo portátil, el más satisfactorio y preciso, todo consiste en apuntar con los giroscopios y lanzar pulsando un botón. Un círculo nos indica cuándo lanzar, exactamente igual que en Pokémon Go. A la hora de darnos experiencia, el programa tiene en cuenta si era nuestro primer lanzamiento, si hemos sido precisos o si llevamos una racha de capturas sobre el mismo pokémon. Dependiendo de esto, se aplican multiplicadores de EXP, realmente satisfactorios, porque pueden incluso hacernos ganar más puntos que combatiendo.
En los modos televisor y sobremesa, debemos usar el Joy-Con o la Pokéball Plus para imitar el lanzamiento de la bola. De mi experiencia tras horas y horas de juego, tengo que decir que la detección de movimiento no es la más precisa, en especial los Joy-Con. Resulta más frustrante cuando los pokémon a capturar no dejan de moverse, algo que empiezan a hacer a medida que avanza la aventura. Algunas especies, como los zubat, son especialmente resbaladizas, pudiendo llevarte hasta la desesperación. Ha habido momentos en que he perdido todas las pokéball, superball y ultraball que llevaba encima a causa de esto.
Game Freak debería haber prestado más atención a estas cuestiones, porque era importante que la captura funcionase al cien por cien. En mi partida, diría que la tasa de error fue de un 15-25% con los lanzamientos gestuales. Aunque parezca extraño, da la sensación de que la Pokéball Plus funcionaba mejor que los Joy-Con. De hecho, el nuevo accesorio -que se vende en un pack junto al juego- es muy llamativo por la cantidad de colores que muestra (sincronizados con los que aparecen en pantalla) y por los distintos sonidos que emite en función del pokémon que capturamos, así como el sistema de vibración, realmente detallado: notas hasta cuando el pokémon se revuelve en su interior. Es un accesorio completamente opcional, a no ser que queráis obtener a Mew de lanzamiento.
Pokémon Let's Go, un remake ejemplar
Pokémon Let's Go es, ante todo, un remake. Conviene aclararlo, porque a veces tengo la sensación de que muchos usuarios lo han pasado por alto. He visto, de hecho, a muchos que han descartado completamente este lanzamiento, creyendo que no era para ellos. Mi pregunta es: ¿no es acaso Pokémon Amarillo uno de los mejores de la saga? Lo digo porque Pokémon Let's Go es dicho videojuego, sólo que adaptado a la actualidad con las nuevas mecánicas antes mencionadas… unidas a un ligero ajuste de dificultad. El resto es idéntico.
La región de Kanto está recreada en su totalidad, con todas sus ciudades, rutas y gimnasios. Jugar a este título, tantos años después de su estreno inicial, es como redescubrir una joya sepultada por el paso del tiempo. Ahora brilla con mucha intensidad, y me resulta excepcional cómo se ha dado vida a todas y cada una de las partes del juego. Pueblo Lavanda, Ciudad Fucsia, Isla Canela, Calle Victoria… Lo que antaño estaba representado con sprites monocromáticos, ahora se carga de modelados detallados, texturas y una combinación de colores que genera alegría en tu pantalla.
"La tecnología es increíble", decía y sigue diciendo un personaje de Pueblo Paleta, como perfecta metáfora de la evolución técnica de este videojuego. La Super NES de tu habitación pasa a ser una Nintendo Switch, al igual que la tele de tubo del salón de tu casa, ahora convertida en una imponente pantalla plana de muchas pulgadas. Hay un peluche de Eevee sobre mi mesa recordando la edición que escogí para la review, y con las horas descubrí más y más detalles en forma de pósters y un larguísimo etcétera. Reconocerás cada parte del juego si jugaste a Pokémon Amarillo. El mapa de Kanto sigue tal cual, pero todo se ha transformado. El trabajo de remake es absolutamente magnífico.
Hay que valorar el excelente uso de colores y lo bonito que se ve el juego
Si eres un veterano, ver lo que ha hecho Game Freak en este sentido merece mucho la pena. Visualmente es una delicia, y aunque pudiese parecer simple, o incluso infantil, creo que hay que valorar el excelente uso de colores y lo bonito que se ve el juego. Más no siempre es mejor, y esta limpieza conceptual en lo artístico, combinada con un tono cartoon muy cercano a la serie de TV, demuestra ser una inteligente opción para representar la primera generación de criaturas pokémon, las cuales se muestran con gran viveza, gracias a unas muy fluidas y cuidadas animaciones.
Con respecto a la música, se han recuperado las melodías originales. Todas son reconocibles, pero se han adaptado a la actualidad para que suenen más melódicas. Los "chiptunes" se sustituyen por efectos sonoros que consiguen recrear a los originales, manteniendo la esencia Pokémon. Hay muy poco que reprochar a un trabajo que se nota realizado con gran cariño hacia la historia de la franquicia. La verdad es que da gusto ver la gran implicación de los nipones a la hora de revivir la esencia audiovisual de Pokémon Amarillo. No hay más que decir.
Pokémon Let's Go es tan respetuoso con el título original, que hasta mantiene algunas mecánicas y ciertos puzles que podrían resultar algo anacrónicos, con sistemas de interruptores, laberintos y otras situaciones que hoy en día cualquier desarrollador se pensaría dos veces incorporar en cualquier creación. Por eso, no deja de resultar curioso que Nintendo haya promocionado tanto el videojuego de cara a los nuevos usuarios (con imágenes que no dejaban lugar a dudas), cuando en realidad es un juego que, en mi opinión, también es un auténtico canto de nostalgia para los fans de siempre.
Tal vez deberíamos ver Pokémon Let's Go como un juego diseñado por capas. La más superficial es la que todos hemos visto: un juego accesible, en que lanzas la pokéball en un planteamiento edulcorado para los más pequeños. Pero a medida que pasaban las horas, iba descubriendo otras capas no tan evidentes, que constituyen el núcleo fuerte de Pokémon. Sobre eso van los siguientes párrafos, y si sois usuarios veteranos os conviene quedaros.
Dos sorpresas: dificultad y endgame
Los propios creadores de Pokémon Let's Go me contaron en una entrevista que querían crear un título fácil de superar. Hace poco hice una prueba. Cogí Pokémon Amarillo y comparé el grado de reto. Sorprendentemente, no hay grandes diferencias. Puede que en algunos casos los pokémon aparezcan aquí con dos o tres niveles menos, pero considero que es un juego muy similar. Si vas muy deprisa, es probable que caigas más de la cuenta. Si vas muy despacio, acabarás la aventura sin problemas.
Como el título original, Pokémon Let's Go no es un videojuego que te ponga las cosas sencillas, y no descarto que necesites una guía (tuve que usarla en alguna ocasión). Aprendes a jugar conversando con los personajes de Kanto, quienes te van contando cómo funciona cada sistema en el juego. Es decir, no hay tutoriales… y esto supone para mí otra sorpresa. Se confía en que el usuario aprenda que fuego es efectivo contra planta, y que tierra es resistente contra eléctrico. Lo mismo sobre el uso de los centros pokémon, los objetos y un largo etcétera. Los pequeños que lleguen aquí estoy convencido de que se sentirán como nosotros hace veinte años. Esa es la magia del remake, que trae al presente sensaciones de antaño, y supone en cierto sentido un reinicio de la saga, un nuevo punto de entrada (o reencuentro) para todo tipo de usuarios.
Es un puente hacia los jugadores que llevaban tiempo sin lanzar una pokéball, pero sin olvidarse de los veteranos
Aviso para navegantes: ahora hablaré del endgame (si no quieres saber más de la cuenta, te recomiendo pasar al próximo apartado del análisis de Pokémon Let's Go). Este aspecto siempre es uno de los más codiciados por los veteranos, y hay buenas noticias: me ha resultado más que decente. Una vez superada la aventura, todos los líderes de gimnasio querrán volver a luchar contra nosotros, esta vez con un nivel de pokémon superior. Asimismo, tenemos la opción de encontrar a los pokémon legendarios si aún no lo habíamos hecho (tal vez os sorprenda que se incluyen legendarios salvajes). También está Mewtwo, y ya os adelanto que supone un reto conseguirlo.
Superada la aventura, veremos que hay especies que recorren volando el escenario, y nosotros también podremos volar para ir de un lado para otro de forma más rápida. Es también muy interesante que aparecen en el mapa los maestros pokémon, uno por cada una de las 151 especies presentes en los videojuegos (hay dos ediciones, con algunos pokémon exclusivos). Sólo podemos luchar si poseemos los pokémon de dicha especie, y ya os adelanto que debéis llevarlos bien entrenados, porque poseen alto nivel. Una vez logrado el título, aparecemos de cara a otros usuarios como los maestros de dicho pokémon: algo así como una condecoración.
Esto promete infinidad de horas, pero hay más cosas que contar. Game Freak ha incorporado la posibilidad de crear rachas de capturas, con diversas repercusiones. Al décimo pokémon, este conseguirá una estadística inmejorable. Al vigésimo, dos estadísticas, y así sucesivamente. Aparte, podemos devolver los pokémon que no queremos al profesor Oak, y conseguir caramelos (característica heredada de Pokémon Go) con los que mejorar ciertos atributos de nuestro pokémon, o incluso subirlos de nivel. Adicionalmente, en la guardería es posible mejorar el resto de estadísticas, y mediante la Adivina conseguir un pokémon de una naturaleza específica. Por último, están de regreso los MT para equipar con las habilidades que queramos a nuestras criaturas. De esta forma se puede crear un pokémon completamente personalizado para el competitivo.
Por tanto, no descartaría que la escena competitiva de este juego lograra éxito… Por ejemplo, hay megaevoluciones y se incluyen no sólo formas Alola, sino la posibilidad de encontrar a los Shiny, aunque aviso que la probabilidad es bastante baja, y requiere de ciertos condicionantes para que aparezcan. Hacer cadenas incrementa las posibilidades, así como obtener la medalla Iris tras hacerte con los 150 pokémon. A pesar de su aspecto, este Pokémon tiene un endgame realmente interesante, y del que aún quedan aspectos por conocer.
El fantástico mundo Pokémon
El multijugador es otra de las facetas de las que no se olvida Pokémon Let's Go. Tenemos opciones tanto multijugador local como online. Hay combates individuales y dobles, que se pueden jugar con reglas normales o especiales, los cuales tienen un límite de duración de 20 minutos. Por supuesto, hay función de intercambio entre usuarios, aunque tal vez lo más novedoso está en la función de traspaso desde Pokémon Go hasta Pokémon Let's Go (al revés no es posible hacer la transferencia).
Está realizado con mucho cariño
Para realizar los traspasos, se habilita una zona conocida como Go Park, donde irán a parar los pokémon transferidos desde Pokémon Go, eliminándose de esta cuenta en el proceso. Una vez allí, podremos capturarlos y quedárnoslos para jugar con ellos en Pokémon Let's Go. En total, podemos tener hasta 20 parques, cada uno con una capacidad de 50 pokémon. Es decir, en total hay espacio para 1000 criaturas. Resulta interesante que se puedan transferir pokémon desde varias cuentas de Pokémon Go, favoreciendo la interacción de usuarios de móvil de nuestro entorno.
Otra atractiva función está en la Zona Lúdica. Si tenemos 25 pokémon de la misma especie, podremos activar un minijuego en que guiar a las criaturas hasta la salida, evitando la presencia de otros pokémon que los asustan. Esto nos premia con aún más caramelos, convirtiéndose en una dinámica de mejora de pokémon adicional a las antes comentadas. También podemos usar la pokéball plus a estos efectos, llevándonos a un determinado pokémon de paseo para que siga dándonos caramelos.
En definitiva, no son pocas las opciones presentes. Se puede establecer un vínculo con los pokémon capturados, y de hecho el videojuego incorpora la función jugar con Eevee, en la que podemos acariciarlo e incluso cambiarle la forma del pelo. Es un pequeño detalle, pero que en alguna ocasión me ha salvado de alguna derrota. Cuando más fuerte sea el vínculo, mejor respuesta tendrá nuestro pokémon en los combates.
Por todo esto, he de reconocer que Pokémon Let's Go me ha sorprendido. Son muchas horas las que dejo atrás, tras las cuales me queda la sensación de que esto no se aleja mucho de lo que viví hace veinte años. Ha sido como un redescubrimiento, pero sorprendentemente bien adaptado a los tiempos actuales. El remake está realizado con mucho cariño, conservando muchos aspectos de Pokémon Amarillo, pero también apostando por novedades tan importantes como la eliminación de combates aleatorios. De hecho, creo que será el nuevo estándar de la franquicia, porque demuestra tener más implicaciones positivas que negativas, como la mejora del flujo de juego y el incremento de la libertad del usuario a la hora de decidir cómo quiere aproximarse a la aventura: con más combates o más capturas.
En este punto, creo que es importante recalcar que la imagen que nos hemos formado sobre este videojuego es inexacta. No es sólo para niños, ni para los usuarios de Pokémon Go. Significa, ante todo, un puente hacia los jugadores que llevaban tiempo sin lanzar una pokéball, pero sin olvidarse de los veteranos, que encontrarán cantidad de contenidos. Es decir, un videojuego para todos, y a través de sus múltiples capas de profundidad se ha construído un espacio para cada uno de ellos. Me parece encomiable lo que ha hecho Game Freak, un esfuerzo sorprendente, nada sencillo y que debe ser reconocido.
Un remake fiel al original, pero que al mismo tiempo sabe adaptarse a las circunstancias actuales para llegar a todo tipo de entrenadores por igual. Esto ha sido lo que ha hecho Game Freak con Pokémon Let's Go, un videojuego construído a partir de un diseño por capas, con varios niveles de complejidad, que se traducen en una absoluta recomendación, ya llegues nuevo, o lleves lanzando pokéball desde hace años. No sólo es un juego para niños, y no sólo busca a los usuarios de Pokémon Go. Es una auténtica sorpresa que nos hace esperar aún con más ganas el Pokémon anunciado para 2019 en Nintendo Switch.
Comprar Pokémon Let's Go, Pikachu! / Pokémon Let's Go, Eevee!- Es un gran remake, llevando con éxito un juego de hace décadas a la actualidad
- La posibilidad de ver a los pokémon en el mapa es un grandísimo acierto
- Libertad para progresar mediante combates, capturas, o ambas mecánicas combinadas
- Profundidad por capas, desde la más accesible hasta la más profunda para veteranos
- Endgame interesante, que asegura cantidad de horas de juego adicionales
- Artística y musicalmente es uno de los juegos más bonitos de la serie
- Interesante integración con Pokémon Go
- Hay tramos que han envejecido mal y pueden hacerse algo tediosos
- El proceso de captura es algo impreciso con Joy-Con y Pokéball Plus