Los alocados conejos de Ubisoft vuelven a la carga en DS, y esta vez recorrerán todo el mundo con el objetivo de conquistarlo. Pero Rayman deberá evitar que la Tierra caiga en sus manos venciéndoles en una treintena de minijuegos.
Desde que hace unos años Nintendo nos sorprendiese con Mario Party y Made in Wario (Wario Ware posteriormente), el género de los minijuegos que estos dos títulos crearon, ha ido aumentando su base considerablemente, pero paralelamente también sus ventas. El lanzamiento de DS y Wii con sus característicos controles y gran masa de “jugadores casuales” no ha hecho más que potenciar este fenómeno, uniéndose de este modo a un buen número de jugadores habituales que ya venían disfrutando de este tipo de juegos.
Uno de los máximos exponentes del género de los minijuegos en el último año ha sido Rayman Raving Rabbids, que ya va con esta por su segunda entrega. En esta ocasión, y después de las peripecias del primer título, Rayman debe salvar al mundo de los Rabbids, esos desternillantes conejos que han fijado a nuestro planeta como su objetivo. Para ello, nuestro protagonista deberá disfrazarse de conejo y observar la actitud de los disparatados invasores por los cinco continentes que, curiosamente, están intentando adoptar las costumbres humanas.
Conejos y maldades portátiles
Todos conocemos la mecánica de los minijuegos, y Rayman Raving Rabbids 2 para DS no aporta ninguna innovación en ese sentido. Se basa en una serie de pequeñas pruebas de aproximadamente treinta segundos cada una, en las que tendremos que realizar todo tipo de acciones con el lápiz táctil. Desde mover rápidamente el Stylus en la dirección que te marque para tirar al conejo de un toro mecánico, hasta colorear sin salirte de una figura, pasando por mover una silla hacia arriba o hacia abajo para salir bien en un fotomatón. Hay de todo, en total casi treinta juegos, la mayoría bastante intuitivos y sin necesidad de instrucciones previas. En la pantalla inferior veremos la acción o movimiento que debemos realizar, mientras que en la superior observaremos las divertidas animaciones de nuestros conejos.
Contamos con cuatro modos de juego, aunque en realidad la variedad no es tan grande como parece. El primero de ellos es Aventura, que es obligatorio pasarse para disfrutar de todos los minijuegos. En él hay seis territorios con seis minijuegos cada uno. Al principio sólo podemos jugar en dos, pero cuando nos pasemos todas las pruebas de cada uno y alcancemos un número específico de puntos en esa zona se nos irán desbloqueando el resto de regiones. No sólo basta, por tanto, con ganar las pruebas, sino que hay que realizarlas un número de veces suficientes como para rellenar un carrete de fotos, que será el que nos permita, cuando esté completo, pasar a la zona siguiente. Las misiones en cada región son diferentes, pero existen algunas iguales, lo que hace el título repetitivo a medio plazo. Además, aunque estamos en diversas partes del mundo, la ambientación no potencia este aspecto, lo que disminuye la vistosidad del juego.
La última prueba de cada zona es una imitación a Guitar Hero. En la pantalla superior aparece un escenario con cuatro Rabbids cantando, y en la inferior, unos buffles y un círculo que va bajando. Debemos pulsar justo en el momento en el que coincidan éste con el altavoz. En general es divertido, y contamos con canciones muy famosas, como Funky Town o Smoke in the Water, aunque es demasiado fácil, ya que el margen de error es muy amplio.
Una vez que superamos una prueba de manera notable, el juego nos invita a participar en el modo Puntos. Cuando entramos, observamos un ranking en cada minijuego, con las tres puntuaciones más altas, y nuestro objetivo es superarlas.
Cada vez que superamos una prueba satisfactoriamente, se nos recompensa con ropa u objetos para personalizar a nuestro Rabbid, que aparecerá luego durante los minijuegos. Es realmente divertido observarles con un bombín, una peluca afro o una camiseta de Brasil, mientras nos miran con cara de no saber donde están o nos gritan furiosos. También podremos pintar nuestro propio escenario o grabar nuestro grito Rabbids. Es general, es un juego simple y divertido, especialmente para los más pequeños de la casa y jugadores “rápidos” que busquen diversión inmediata, al estilo de cualquier otro título compuesto por minijuegos pero con la motivación de la locura y extravagancia de sus personajes, sin duda muy acertada.
Por último, también hay multijugador, con una o varias tarjetas, donde podremos disfrutar de los minijuegos en compañía de otros amigos.
Están locos estos Rabbids
El apartado técnico del título no es precisamente en lo que más destaca el juego, pero es suficiente para reflejar con soltura la atmósfera de estos conejos de psiquiátrico. Las texturas son correctas y en ciertas ocasiones un poco más de detalle no hubiera venido mal, pero contamos con una paleta de colores muy intensa y una ambientación muy apropiada.
En cuanto al sonido, además de las canciones citadas anteriormente, los sonidos y gritos de los conejos estarán presentes en todo momento, y aportarán cierto humor al conjunto sin llegar a ser demasiado estridentes.
Rayman Raving Rabbids 2 para DS es un título sencillo y divertido para los amantes de los minijuegos stylus en mano. No es especialmente original y su profundidad se resiente a largo plazo, pero su sencillez, colorido, humor peculiar, alocados personajes y sus casi treinta minijuegos, nos divertirán durante horas.
Comprar Rayman Raving Rabbids 2