Oscuros secretos ancestrales, terribles pesadillas que vaticinan el fin del mundo y una boda que parece no llegar nunca. La tercera entrega de Secret Files se ha estrenado dispuesta a ganarse a los seguidores de las aventuras gráficas con una gran historia cargada de puzles ingeniosos. El resultado, sin embargo, se ha quedado algo lejos de lo que esperábamos.
Durante los últimos años, Nina Kalenkov y Max Gruber se han convertido en dos personajes bien conocidos por los aficionados a las aventuras gráficas, que han encontrado en la serie Secret Files un buen bálsamo con el que disfrutar de este apasionante género, aun estando ante dos títulos que por argumento y diseño de sus rompecabezas nunca han llegado a competir de tú a tú con los más grandes. Algo que sus creadores, el estudio alemán Animation Arts, pretendían solventar con esta tercera entrega, que si bien mejora sustancialmente en lo narrativo, continúa estando lejos de ese objetivo.
La aventura de los soñadores
Desde la antigüedad al presente, el único pergamino que sobrevivió al gran incendio de la biblioteca de Alejandría -provocado por nosotros mismos- se ha convertido en el detonante de una oscura historia de asesinatos y conspiraciones. Una aventura que llevará a la bella Nina de un lado para otro en busca de las respuestas que le aclaren por qué su prometido, Max, ha terminado entre rejas acusado de terrorismo. ¿Promete verdad? Pues la cosa mejora cuando los sueños y pesadillas de la protagonista se convierten también en parte del argumento, aumentando considerablemente la variedad de localizaciones de Secret Files 3.
Se nota en este caso el trabajo realizado por el equipo de guionistas tras el argumento del juego, dada su experiencia en el mundo del cine y la televisión. Sin embargo, tras resolver el misterio en poco menos de diez horas, sentimos que Animation Arts ha vuelto quedarse lejos de los referentes del género. Todo ello a pesar de notarse cierta mejoría en la narrativa del juego, que resulta mucho más coherente y variada en lo argumental que la de sus antecesores.
Su mayor problema, no obstante, es que continúa sin transmitir adecuadamente las emociones de los protagonistas, que resultan algo planos durante gran parte de la aventura. ¿Encierran a su prometido y actúa como si no pasara nada? Detalles como este, o la nula importancia de los diálogos interactivos, nos han hecho desligarnos parcialmente del argumento, que salvo en contadas ocasiones, no llega a atrapar como cabría esperar de un título de estas características.
El diseño de los puzles tampoco resulta especialmente llamativo. La mayoría de los rompecabezas son lógicos, sí, y en algunos casos hasta originales; pero estos no suponen un reto excesivamente duro, ni tampoco se salvan de cierta falta de ingenio en más ocasiones de las deseadas. El hecho de ligar la gran mayoría de puzles al uso del inventario sin dar pie a otro tipo de soluciones, tampoco ayuda mucho a mejorar el resultado. Y eso que hay tramos de la aventura con algunos acertijos francamente buenos y muy novedosos en su planteamiento. Desgraciadamente, la ejecución de los mismos no siempre está a la altura, y eso termina por pasarle factura a Secret Files 3.
La variedad de localizaciones y lo interesante de la historia nos hará querer continuar, por supuesto que sí. Pero está claro que Animation Arts ha perdido una oportunidad de oro para llevar a lo más alto a esta serie de aventuras gráficas point & click. E insistimos en que el resultado no es nada malo, puesto que cualquier apasionado al género sabrá disfrutar de los nuevos retos a los que se enfrentará Nina Kalenkov.
Por otro lado, a pesar de venderse como una aventura gráfica con gran libertad de acción y la capacidad de modificar la historia con nuestros actos, este es un recurso muy poco aprovechado. Es verdad que hay algunos puntos de la aventura en los que tenemos cierto poder de decisión, pero es nimio en comparación con la libertad de movimiento de otras aventuras en las que el desarrollo de la acción no está tan encorsetado a un guión predefinido.
Otro de los problemas de Secret Files 3 es que a nivel audiovisual tampoco puede competir ante el esplendor de algunas de las últimas aventuras gráficas. Visualmente hablando, por ejemplo, estamos ante un título muy variado que tan pronto nos tiene recorriendo las calles de Berlín, como paseando por San Francisco, Turquía o el centro de investigación CERN en Suiza. Sin embargo, el diseño de los entornos está falto de chispa, y aunque habrá momentos en los que recorreremos zonas muy llamativas por su temática, nunca llegará a atraparnos por su belleza o espectacularidad.
Además, técnicamente también estamos ante un título bastante discreto que peca de poco ambicioso en aspectos como el modelado y animaciones de los personajes, siendo bastante pobre a la hora de mostrar al detalle determinadas acciones de Nina, como puede ser algo tan sencillo como echarle agua a la cara a otro personaje. En estos casos, desgraciadamente, los desarrolladores han optado por omitir directamente las acciones más complejas, dejándonos con un resultado bastante pobretón.
Por último, y a pesar de contar con una buena banda sonora, los efectos de sonido tampoco resultan excesivamente sorprendentes, a lo que debemos sumar un doblaje al inglés no demasiado inspirado. Los textos en pantalla se encuentran también en perfecto inglés, por lo que todos aquellos que no se desenvuelvan bien con el idioma se perderán gran parte del hilo narrativo de esta aventura.
Una oportunidad perdida. Solo así podemos definir a esta aventura gráfica, que a pesar de los esfuerzos de sus desarrolladores por dotarla de una mayor carga argumental y un mejor diseño de puzles, continúa estando lejos de su objetivo. Es divertida, por momentos bastante ingeniosa, y lo suficientemente intrigante como para motivarnos a seguir adelante. Por ello, no es una mala opción si te gustan este tipo de juegos, aunque es inevitable pensar que podría haber dado mucho más de sí.
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