Análisis de Singularity

Análisis de Singularity
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Injustamente pasado por alto y ciertamente poco promocionado por sus distribuidores, Singularity, lo nuevo de Raven Software se postula como un notable shooter en primera persona también para compatibles. Con algo de Bioshock, algo de Metro 2033 y mucho de violencia y acción, el que nos ocupa es un juego francamente bueno que lamentablemente pasará desapercibido para la mayoría por su escasa promoción.

No podemos dejar de mostrarnos sorprendidos por Singularity. Como profesionales del sector cuesta encontrar un título de una gran compañía que en el momento de su lanzamiento supere las expectativas que sobre él teníamos puestas; y eso se debe fundamentalmente a que generalmente todos ellos son vistos una y mil veces por la redacción a través de presentaciones, impresiones en visitas a los estudios y betas en las oficinas de la revista.

Que un videojuego obtenga un 8,6 en su calificación en la revista y que sólo tenga un avance 3DJuegos, su primer contacto, resulta chocante; y si además añadimos que este artículo es de abril de 2009 todavía tenemos más motivos para estar sorprendidos. Desde su anuncio ni una presentación, ni una beta preview, ni una muestra en alguna feria, nada... No ha habido oportunidad de hablar de él, y es que prácticamente no se ha sabido nada en año y medio sobre el juego de Raven puesto que no había nada que decir sobre él. Así pues ahora puede resultar llamativo que un título con tan escasa cobertura venga de manos de un estudio como Raven Software -responsable de títulos tan notables como la saga Jedi Knight, Hexen o Marvel Ultimate Alliance- y de una distribuidora tan veterana y poderosa como Activision.

La derruida isla de Singularity y las siniestras criaturas que la moran son el lugar perfecto para un shooter tan siniestro como el que ha labrado Raven Software.
La derruida isla de Singularity y las siniestras criaturas que la moran son el lugar perfecto para un shooter tan siniestro como el que ha labrado Raven Software.

Pero las sorpresas, siempre que sean agradables, son bienvenidas; y la de Singularity ha sido sencillamente fantástica. Estamos ante un shooter en primera persona con elementos de terror, con una ambientación muy cuidada, con unas dinámicas de acción de lo más cómodas y bien implementadas, y con el plus del manejo del tiempo como forma de lograr ingeniosos rompecabezas y combates. No es el juego más largo que hemos visto, pero la calidad de la campaña y su interesante multijugador despejan cualquier duda sobre un estudio de artesanos tan veteranos y profesionales como lo son en Raven Software.

Los Héroes del Tiempo
La campaña de Singularity comienza de forma agresiva. Una cinemática vertiginosa de unos pocos minutos resume décadas y décadas de la peliaguda historia del ser humano durante la segunda mitad del siglo XX, mezclando elementos ideados por los guionistas del título con otros realistas para tratar de dotar de veracidad a su peculiar universo.

En Singularity todo obedece al E99, un nuevo elemento que es descubierto como una poderosa y desconocida fuerza de energía por los rusos durante la Guerra Fría. Stalin, seguro de poder desequilibrar el conflicto con su apoyo, dedica fondos ilimitados a su explotación, y con motivo de su estudio y aprovechamiento se erige la isla Katorga-12, un complejo científico donde viven y trabajan varios miles de personas con su vida rendida a este elemento.

En Singularity formaremos parte de un escuadrón de rescate encargado de averiguar qué sucede en la isla Katorga-12. El secreto superará con mucho lo que el protagonista hubiera podido imaginar.
En Singularity formaremos parte de un escuadrón de rescate encargado de averiguar qué sucede en la isla Katorga-12. El secreto superará con mucho lo que el protagonista hubiera podido imaginar.

La isla, ubicada en un lugar remoto del pacífico, sufre un catastrófico accidente en 1955 del que quedan sin aclarar motivos o consecuencias, y el gobierno ruso esconde todas las pruebas del suceso durante más de media centuria. Ahora es el año 2010, y un helicóptero norteamericano sobrevuela la zona y acto seguido desaparece misteriosamente, forzando a las fuerzas armadas estadounidenses a enviar a un grupo de agentes especiales a investigar la isla.

El videojuego de Raven hace fantásticamente su trabajo de oprimir al jugador. En el papel de Nate Renko tomamos los mandos del juego por primera vez en un transporte aéreo que nos lleva a la isla, y ya la primera imagen de una descomunal estatua comunista sumergida de la que sólo se ve la simbólica hoz sobresaliendo de las aguas del mar nos da una idea de una forma muy prosaica de la inversión que el gobierno comunista llevó a cabo en Katorga-12 y lo rápidamente que la abandonó a su suerte.

El pulso electromagnético sobre el que trabajaban los científicos de la isla ha creado un caos espacio-temporal que provoca numerosas anomalías y la presencia de agresivos mutantes.
El pulso electromagnético sobre el que trabajaban los científicos de la isla ha creado un caos espacio-temporal que provoca numerosas anomalías y la presencia de agresivos mutantes.

En pleno vuelo descubriremos el secreto que rodea a las instalaciones, un mastodóntico pulso electromagnético que se dispara desde algún punto de la isla y que derriba también nuestro helicóptero y nos separa a nuestra suerte del resto del equipo de rescate del que formamos parte. A partir de ahí, y con nuestros primeros pasos por la isla, descubrimos que el genial Bioshock de Irrational Games fue en todo momento una fuente brillante de inspiración para Raven Software.

Los puntos comunes entre los dos videojuegos son obvios. Katorga-12 es una instalación científica pero también una ciudad donde los científicos residieron durante años, y como tal cuenta con construcciones como un colegio, almacenes, lugares donde comer, salones, garajes, muelles... Al igual que en Rapture, en Singularity todo resulta tremendamente siniestro, y el hecho de que hace años hubiera vida civil en esos edificios hace que sean todavía más sórdidos. Por si fuera poco hay canales constantes de comunicación en forma de propaganda comunista muy similares a los de Andrew Ryan en Bioshock, y algunos escenarios recuerdan -a pesar de no parecerse- de alguna manera a los de la utopía submarina.

Manipulando Nuestro Alrededor
Mutantes. Nuestro enemigo en Singularity son mutantes. La primera media hora de videojuego, de hecho, la pasaremos matando mutantes sin ton ni son con armas de lo más convencional y en escenarios redundantes y algo repetitivos. Este primer tramo de videojuego buscando a nuestro compañero perdido y ya más tarde con él a nuestro lado es ciertamente aburrido, monótono y muy poco representativo de lo que el juego traerá consigo después. Llegados a un punto de la aventura antes de los 45 minutos en el que conoceremos a Kathryn, un contacto, y a partir de entonces el título dará un giro radical mejorando notablemente.

Hay algo de Half Life 2, unas gotas de TimeShift, mucho del mencionado Bioshock y también cierto aroma al reciente Metro 2033 en el título que nos ocupa, pero en líneas generales el juego de Activision consigue encontrar su propia personalidad. El principal motivo de esta fortaleza de carácter tiene mucho que ver con la variedad de situaciones que provoca. El juego tiene un ritmo francamente bueno, y el hecho de que los combates estén repletos de diversidad se debe principalmente a que a parte de la gama de armas habituales de un título de estas características -pistola, ametralladora, rifle de francotirador, etcétera-, también contamos con un prototipo adherido a nuestro brazo con el que podemos manipular el tiempo.

Habrá momentos en los que no caminaremos en solitario y deberemos ayudar a algún compañero manejado por la IA.
Habrá momentos en los que no caminaremos en solitario y deberemos ayudar a algún compañero manejado por la IA.

Cuesta mucho hablar de la parte del manejo del tiempo sin revelar spoilers que puedan estropear la experiencia del jugador de modo que, pese a su importancia, es un tema que hemos dejado para el final del apartado jugable. Con el transcurso de la aventura iremos descubriendo añadidos que nos permitirán mejorarlo estableciendo una progresión muy interesante para el jugador para esta y todas sus armas, y con él podremos hacer que objetos y seres vivos de nuestro alrededor envejezcan o rejuvenezcan en pleno combate; convirtiendo, por ejemplo, a un enemigo en un esqueleto o alterando el escenario para utilizarlo a nuestro favor. Hay, lógicamente, más usos que darle a este dispositivo que llevamos consigo como si de un arma más se tratara puesto que también podemos lanzar ondas que golpearán a los enemigos o bolas de energía que detendrán su movimiento; sin embargo lo más positivo de su empleo es que ayuda a dotar de frescura a las situaciones de Singularity, no sólo en el combate sino también resolviendo pequeños puzles con su empleo o superando barreras arquitectónicas como, por ejemplo, reconstruyendo un puente derruido haciéndolo retroceder en el tiempo hasta el momento en que estaba en pie.

Así pues la campaña con estos mimbres resulta muy efectiva, y a pesar de que su duración está en torno a los estándares actuales del género -entre 8 y 10 horas-, ésta es moderadamente rejugable y cuenta con varios finales diferentes, algunos de ellos realmente sorprendentes.

Con nuestro dispositivo de control del tiempo podemos interactuar no sólo con objetos sino también directamente con personas y bestias.
Con nuestro dispositivo de control del tiempo podemos interactuar no sólo con objetos sino también directamente con personas y bestias.

A estos valores jugables obvios debemos añadir que el título cuenta también con un multijugador sorprendentemente sólido, muy en la línea del tipo de trabajos que Raven Software suele llevar a cabo en este sentido. El modo exterminio es efectivo sin mayores problemas, pero el de Criaturas vs Soldados tiene un planteamiento muy original y una ejecución que a algunos podrá recordar a Left 4 Dead y que es uno de los puntos más divertidos del título.

Oscuro Futuro
Singularity emplea Unreal Engine, y como tal cuenta con unas características visuales y tecnológicas verdaderamente potentes, aunque con una cierta falta de carácter debida a ciertas reminiscencias con muchos otros de los videojuegos de temática similar que han empleado también la herramienta de Epic Games.

Para empezar a diseccionar todo lo que respecta al apartado gráfico hay que mencionar que la dirección artística del título está muy cuidada en cuanto a lo que a escenarios se refiere. La isla derruida y sus siniestros entornos son el telón de fondo perfecto para un juego de estas características. Los modelados de los enemigos y aliados sí son algo más genéricos y no particularmente imaginativos, especialmente por lo que a criaturas respecta de las que esperábamos algo más de originalidad en los diseños.

Entre las armas se cuenta el dispositivo para controlar el tiempo, pero también otras más clásicas como las ametralladoras, rifles, pistolas, etcétera.
Entre las armas se cuenta el dispositivo para controlar el tiempo, pero también otras más clásicas como las ametralladoras, rifles, pistolas, etcétera.

Tecnológicamente el videojuego rinde muy bien tanto en Xbox 360 como en PlayStation 3, con una tasa de imágenes por segundo robusta que no se resiente en ningún momento. Los efectos visuales de las explosiones no nos han parecido particularmente brillantes, y las físicas quizá hubieran requerido de algo más de trabajo para alcanzar el sobresaliente, pero hay que destacar positivamente las técnicas de iluminación, la más que aceptable calidad de las texturas y los efectos del uso del tiempo sobre nuestros enemigos.

Dentro del siempre controvertido tema de la optimización cabe señalar que hemos probado el título en dos equipos, como es costumbre. En el de gama alta -Intel Core i7, 2,80 GHz, 8Gb Ram y GeForce GTX260 el resultado ha sido, lógicamente, muy alto; con una tasa de imágenes por segundo extraordinariamente alta y con todas las opciones visuales al máximo. En segunda instancia en el ordenador de pruebas medio -AMD X2 4200+, 8800GT y 2Gb de Ram- los resultados han sido igualmente sobresalientes, con los parámetros visuales en su mayoría al máximo -salvo antialiasing- y con una tasa de imágenes por segundo constante entre los 40/50 frames.

Por lo que respecta al audio, éste es otro apartado que se mueve en la misma línea que el resto de facetas del título. La música es la adecuada, los efectos de audio cumplen muy bien sus obligaciones, y el doblaje a nuestro idioma raya a un buen nivel.

Excelente

Recomendado

Singularity

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Singularity es una sorpresa, y muy agradable. Estamos ante un muy buen shooter en primera persona que logra su personalidad merced al uso de los poderes temporales de su protagonista, y que mezcla con inteligencia diversidad en los combates y ágil resolución de puzles.

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Jugadores: 1-12
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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