El gigantesco éxito de Grand Theft Auto provocó un fenómeno bastante común en la industria de los videojuegos, especialmente entre 2005 y 2010: decenas de desarrolladoras siguieron los pasos de Rockstar creando 'clones de GTA' con la esperanza de alcanzar una notoriedad similar. Sleeping Dogs es uno de tantos títulos que aspiró a ese trono con un mundo abierto moderno, tiroteos, mafias y policías corruptos. No obstante, esta obra desarrollada por United Front Games fue más allá con una ambientación diferente y una historia cargada de matices, lo que acabó generando una enorme comunidad de fans que, a día de hoy, siguen recordando las virtudes de esta obra. Pero lo más curioso de Sleeping Dogs no es su argumento, su representación de la ciudad de Hong Kong o su acercamiento al género de la acción y las artes marciales, sino todo lo que ocurrió 'tras las cámaras'.
Y todo apunta a que su película está sufriendo el mismo destino: la adaptación live-action de Sleeping Dogs murió y revivió en menos de un mes, concretamente entre enero y febrero de este mismo 2025. Por lo tanto, cualquiera diría que la aventura de United Front Games cuenta con una inusual maldición; durante la producción, el proyecto cambió de nombre dos veces, fue cancelado por sorpresa y regresó a la vida gracias a otra inesperada e infrecuente maniobra en la industria de los videojuegos. De hecho, su historia es tan curiosa que merece un artículo para profundizar en detalle todas las vicisitudes de su desarrollo.
Black Lotus, el juego que no quería ser un 'clon de GTA'
El periplo de Sleeping Dogs empieza en 2007 con una ilusionante colaboración entre Activision y la desarrolladora United Front Games; una nueva compañía del sector que quería dejar huella con una experiencia de mundo abierto. Pero, en lugar de hacer otro 'clon de GTA', sus empleados estaban determinados a hacer una aventura diferente. Y los dueños de Call of Duty, que entonces buscaban financiar un proyecto del estilo, no tardaron en cerrar un acuerdo con United Front Games para llevar a cabo esta idea; un título que se conocería primeramente con el nombre de Black Lotus.
Activision sacó la cartera e invirtió grandes sumas de dinero para mejorar los recursos de United Front Games.
Por lo tanto, Activision sacó la cartera e invirtió grandes sumas de dinero para mejorar los recursos de la desarrolladora. En poco tiempo, el equipo de United Front Games se amplió hasta tener 180 empleados y empezó a poner los cimientos de una experiencia protagonizada por el policía Wei Shen que se caracterizaba por tener criminalidad, peleas, armas de fuego, corrupción, un sistema de persecución y otros detalles similares a los múltiples juegos de GTA. Pero, para diferenciarse de la mítica franquicia propiedad de Take-Two, el estudio lo apostó todo por una historia más cruda (a diferencia de la sátira de Grand Theft Auto), ambientación en Hong Kong (ciudad muy distinta a los EE.UU. que tanto se ven en los 'clones de GTA') y unos combates inspirados en las películas asiáticas de los años 60 (especialmente de la filmografía de Bruce Lee).
Y parecía que todo iba sobre ruedas con Black Lotus: United Front Games tenía la oportunidad de trabajar en su ambiciosa visión y Activision estaba contenta de tener un proyecto en producción que se situara en un mundo abierto moderno. Sin embargo, el plan se torció cuando Rockstar rompió todos los esquemas con el lanzamiento de GTA IV en 2008. A fin de cuentas, la aventura protagonizada por Niko Bellic se establece como la más seria de toda la marca Grand Theft Auto y, por lo tanto, el trabajo de United Front Games y Activision con su cruda historia por Hong Kong ya no se diferenciaba tanto. Lo que, en resumidas cuentas, provocó un sinfín de cambios en todo el proyecto.
True Crime: Hong Kong, un intento de revivir una saga en decadencia
Porque Activision, que inicialmente había financiado la producción de Black Lotus con la idea de ofrecer algo distinto a los títulos de Grand Theft Auto, cambió radicalmente de parecer tras el estreno de GTA IV. Ahora, el juego de United Front Games debía ser más grande e impresionante que la saga de Rockstar; lo que vino seguido, cómo no, de múltiples modificaciones en los borradores de la historia. Y lo peor es que el equipo ya había terminado los guiones de la historia, así que los desarrolladores se vieron obligados a replantear todo el proyecto.
"Eso no estaba ni remotamente dentro de nuestro diseño, ni siquiera dentro de nuestras capacidades", explicaba Mike Skupa, director de diseño de Sleeping Dogs, en una entrevista de Eurogamer. "La gente te diría: 'Debe tener todo lo que tiene GTA. La gente quiere cohetes y jetpacks'. [...] En otro momento, me dijeron que el juego iba a ser como las películas de Hora Punta [la saga cinematográfica protagonizada por Jackie Chan y Chris Tucker]. Si quieres hacer ese juego, deberíamos parar, volver a preproducción y hablar sobre hacer ese juego. Pero no puedes simplemente cambiar un juego de esa manera".
"Teníamos dos guiones: uno de ellos era vulgar… Casi se podría llamar una comedia, y el otro era el guion del juego que queríamos hacer" (Mike Skupa).
"Teníamos dos guiones: uno de ellos era vulgar… Casi se podría llamar una comedia, y el otro era el guion del juego que queríamos hacer", seguía Skupa, recordando las diferencias entre United Front Games y Activision durante la producción del juego. Por si esto fuera poco, la distribuidora llegó a la conclusión de que Black Lotus vendería más unidades si se establecía como la nueva entrega de una IP existente en el portfolio de Activision; lo que derivó en un cambio de nombre y esencia. Así que, en cuestión de días, el título pasó a formar parte de la franquicia True Crime (que, en aquel momento, pasaba por una decadencia importante) y se rebautizó como True Crime: Hong Kong.
Aún con todos estos cambios, el desarrollo siguió adelante y United Front Games cimentó las bases de una historia de policías y bandas criminales de Hong Kong. Mientras, Activision empezaba a preocuparse por el futuro rendimiento comercial del título; el equipo inyectó mucho dinero en la producción de True Crime: Hong Kong, pero los directivos no estaban seguros del éxito del juego y se alarmaron al pensar en que no podrían recuperar lo invertido. Así que, poniéndose en el peor de los escenarios, la distribuidora decidió cancelar el proyecto en 2010 alegando "problemas de calidad" y una propuesta que no estaba a la altura de grandes pesos pesados del sector como los Grand Theft Auto o el primer Red Dead Redemption.
Y lo peor es que el juego, en esencia, estaba terminado. De acuerdo con las palabras de Stephen Van Der Mescht, productor de la experiencia, en una entrevista publicada allá por 2011, "True Crime: Hong Kong era jugable de principio a fin y estaba virtualmente completo en cuanto a contenido". Por desgracia, United Front Games tuvo que llevar a cabo una ola de despidos entre sus 180 empleados, quedándose sólo con 60 desarrolladores, y puso a sus equipos a trabajar en proyectos menores como LittleBigPlanet Karting. No obstante, y aunque la situación no era precisamente ideal para el estudio, la aventura por Hong Kong se recuperó gracias a un salvador sorpresa.
Sleeping Dogs, la versión definitiva con Square Enix
En agosto de 2011, Square Enix apareció de la nada con una oferta de lo más atractiva: sus directivos querían apoyar el desarrollo de United Front Games y comprar los derechos de distribución de su juego de mundo abierto. El objetivo no era adquirir la licencia de True Crime, sino hacerse con esa idea que había desechado Activision a último momento. Por lo tanto, el título experimentó un tercer y último cambio de nombre rebautizándose como el ya conocido Sleeping Dogs. Una propuesta que no tardó en ganar adeptos entre las filas de United Front Games: "Obviamente, la cancelación de True Crime fue devastadora para el estudio", decía Van Der Mescht en GameSpot. "El juego nunca se hizo como un True Crime, ese fue un nombre que simplemente se aplicó. En realidad, esto lo coloca más directamente en el territorio que se pretendía".
Sleeping Dogs terminó su tumultuoso periplo con un lanzamiento en agosto de 2012; lo que vino seguido de buenas críticas… Y un nivel de ventas insuficiente.
A partir de entonces, la producción fue sobre ruedas: United Front Games pudo desarrollar su visión inicial, Square Enix colaboró insertando equipos de apoyo para la producción y los creadores tuvieron la oportunidad de fichar a algunos famosos de Hollywood para poner su voz en el videojuego, incluyendo a Lucy Liu y Emma Stone. Finalmente, Sleeping Dogs terminó su tumultuoso periplo con un lanzamiento en agosto de 2012; lo que vino seguido de buenas críticas… Y un nivel de ventas insuficiente. A fin de cuentas, se había invertido demasiado dinero en el juego.
Con el tiempo, el universo de Sleeping Dogs se amplió con 4 DLCs, una versión Definitive Edition y un juego como servicio llamado Triad Wars que se canceló en 2016 por falta de interés alrededor de su primera beta. Mientras, United Front Games empezó a trabajar en secreto en una secuela aún más ambiciosa; su equipo estaba seguro de que, a pesar de experimentar un rendimiento comercial descafeinado, su propuesta por Hong Kong recibiría luz verde para hacer una Parte 2. Sin embargo, Square Enix nunca aprobó este proyecto y, también en 2016, United Front Games cerró definitivamente sus puertas.
Una nueva resurrección
A pesar de este triste desenlace, Sleeping Dogs aún tiene una oportunidad adicional para brillar más allá del formato de los videojuegos. En 2017, el actor Donnie Yen, conocido por su papel en Rogue One: Una Historia de Star Wars, desveló que uno de sus próximos trabajos sería interpretar a Wei Shen en una adaptación live-action del título; noticia que vino seguida de varios años de silencio. Este 2025, confirmando las sospechas de muchos fans, el profesional anunció la cancelación del proyecto a pesar de haber invertido tiempo y dinero en su producción: "Esperé durante años, y realmente querían hacerlo. Tengo todas estas visiones en mi cabeza y, lamentablemente... no sé, ya sabes cómo es Hollywood, ¿verdad? Pasé muchos, muchos años en esto. Fue algo desafortunado", expresó en su momento.
No son pocos los jugadores que vieron este movimiento como un final triste y definitivo para la IP de Square Enix. Sin embargo, la adaptación en acción real revivió de la noche a la mañana gracias a Simu Liu, actor de Marvel que dio vida al personaje de Shang-Chi en Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos; de forma inesperada, el profesional obtuvo luz verde para recuperar este proyecto para la gran pantalla. Todavía no se sabe gran cosa sobre las características de esta película, que está siendo liderada por el estudio Story Kitchen (quienes también trabajan en el live-action de It Takes Two, Just Cause y Streets of Rage), pero ya se ha confirmado que Liu hará de productor e interpretará a Wei Shen en su aventura por Hong Kong.
De hecho, el profesional tiene una gran ambición alrededor de la licencia de Sleeping Dogs. Porque, tras terminar con la película, Liu desea ver más novedades sobre la IP: "Primero una película, luego una secuela en forma de juego para todos... ese siempre ha sido mi sueño", expresó recientemente. Como siempre, quedará por ver cómo se desarrolla este nuevo proyecto y su impacto en la licencia de Square Enix; especialmente tras ver que, desde su concepción, tanto el videojuego como la película han experimentado un sinfín de vaivenes. Aún así, no deja de ser una idea ilusionante para recuperar esa aventura a lo GTA que, a día de hoy, ha cautivado a miles de jugadores.
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