Con la mirada puesta en el inminente Soul Calibur V, Namco calienta motores con una adaptación de la primera entrega de su clásico de la lucha 3D en dispositivos portátiles Apple. Y dicha conversión ha resultado ser satisfactoria, si bien presenta ciertas carencias.
Uno de los títulos más recordados de la querida consola Dreamcast, Soul Calibur, se acerca a iPhone, iPad e iPod Touch con una conversión directa de dicho clásico. Y en líneas generales se trata del mismo juego, respetando todas sus características básicas… o casi.
Un clásico de la lucha
Esta versión retiene la gran mayoría de los aspectos más destacados que hicieron grande al original, comenzando por su más que generoso plantel de luchadores. Y es que si bien de inicio muchos de los personajes están bloqueados, a medida que jugamos en el modo Arcade vamos desbloqueando nuevas caras. Kilik, Yoshimitsu, Nightmare, Sophitia, Taki y así hasta 19 luchadores muy carismáticos se dan cita en el título. Cada uno domina un arma blanca determinada (bastones, látigos, sais, espadones, etc.), ofreciendo una variedad de estilos de combate muy a tener en cuenta.
Esta variedad beneficia enormemente tanto la profundidad como la jugabilidad, ya que llegar a dominar la totalidad de movimientos de todos los personajes es una tarea tan laboriosa como gratificante. Sí, porque además cada uno de estos luchadores posee un amplio surtido de combinaciones de golpes, ataques especiales y golpes básicos, algunos de ellos realmente espectaculares. Y aquí es donde encontramos uno de los principales problemas del título, su manejo táctil, que si bien no está del todo mal, no termina de ser lo preciso que debería. Y esto, al tratarse de un juego de lucha, pasa factura.
La gama de modalidades de juego es más que suficiente, siempre y cuando no queramos jugar acompañados. Arcade Battle, Práctica, Time Attack o Survival son algunas de las opciones en las que nos invita a participar el título, oferta más que atractiva aunque no especialmente sorprendente: algo más de originalidad no hubiera estado de más en este sentido. Además, puede que los jugadores que probaran el original de Dreamcast echen de menos alguna que otra modalidad adicional, pero para tratarse de un juego de estas características, su oferta nos parece suficiente.
Sin embargo, lo que sí que nos resulta más difícil de entender es la ausencia de modo multijugador. Un arcade de lucha posee de manera invariable y como una de sus principales cualidades la posibilidad de medir nuestras fuerzas contra otro rival de carne y hueso. Pues tal aspecto ha sido omitido en esta versión, mermando en cierta forma la diversión y posibilidades globales del juego.
Bellas contiendas
Por el contrario, al acabado gráfico que muestra el juego está bastante conseguido. A la ya incuestionable calidad gráfica que poseía el original se ha unido una mayor nitidez, hecho que se deja notar tanto en los personajes como en los decorados. La concepción de unos y otros es realmente magnífica, y el colorido que muestran todos ellos es digno de mención.
El sonido también se encuentra a un buen nivel, con bonitas melodías que ambientan magníficamente cada uno de los escenarios y efectos de sonido variados y que se escuchan con la contundencia necesaria.
Soul Calibur es un buen exponente del género dentro de la gama de dispositivos portátiles de Apple. Su oferta de modalidades para un jugador es más que atractiva, la profundidad de juego que ofrece es plausible y encima técnicamente alcanza un nivel muy notable. Pero también es verdad que no termina de dejarnos del todo satisfechos, ya que a su (en ocasiones) impreciso control táctil se une la inexplicable ausencia de modo competitivo a dobles. Y esto es algo difícilmente perdonable en este tipo de arcades.
El clásico de Dreamcast Soul Calibur ha sido reeditado en terminales móviles de Apple con bastante acierto. Sin ser una conversión perfecta debido a su impreciso control y, especialmente, la ausencia de modalidad a dobles, se convierte en una de las mejores opciones de compra (aunque su precio es más elevado de lo normal) dentro del género de la lucha.
