Explorar sin más. Esa es la premisa de Submerged: Hidden Depths, una aventura que huye de la acción para proponernos desentrañar el misterio de una ciudad sumergida. La propuesta es interesante, aunque la ejecución no está a la altura en un juego que puede resultar plano y poco estimulante. Os lo cuento en este análisis.
Hace ya unos cuantos años apareció Submerged, un interesante juego de exploración cuya característica más definitoria era que carecía de momentos de acción. Se trataba de un videojuego hecho con el ánimo de relajar al jugador en un mundo perdido, tratando de encontrar una serie de objetos y tesoros que iban explicando el trasfondo narrativo. Un enfoque muy minimalista para un título que no encontró pocos adeptos.
La mejor demostración de que la compañía australiana Uppercut Games gozó de cierto éxito es que se animó hace poco más de un año a lanzar una secuela, Submerged: Hidden Depths, en exclusiva temporal para Stadia. Con motivo de su llegada a más plataformas, me he animado a descubrir su mundo sumergido bajo el mar, y he podido constatar que realmente recoge el testigo del anterior videojuego. Exploración muy básica, nada de acción, la belleza como protagonista y una historia de enfoque minimalista, en que tú debes armar el puzle narrativo, ya que apenas se producen conversaciones. Así que si quieres una aventura de "relaxploración", como la definen -con bastante acierto- sus creadores, aquí tienes un interesante exponente. Pero te recomiendo que antes consideres lo que tengo que decirte en este análisis, porque es un juego por debajo de la calidad que podrías esperarte, que puede hacerse monótono, que no tiene apenas dificultad… y que en pocas palabras no puede recomendarse a ciegas. Os comento cómo ha sido mi experiencia para que podáis sacar vuestras propias conclusiones.
Exploración relajada
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La clave indiscutible de Submerged: Hidden Depths está en jugar continuamente con el misterio. Es una aventura en tercera persona puramente centrada en la exploración y que nos arroja sin más en medio de un mundo abierto sumergido. Recuerda en este sentido a Zelda: The Wind Waker, porque precisamente nos vamos moviendo de una isla a otra haciendo uso de una barca que nosotros mismos manejamos. Hasta tenemos ciclo día-noche, un mapa con el que orientarnos y un catalejo para identificar los enclaves a explorar.
El objetivo consiste en recorrer libremente el entorno y encontrar una serie de tesoros que van contándonos más sobre una misteriosa civilización. Explorar ruinas y acabar con la corrupción se plantean como tareas muy atractivas, pero el enfoque jugable puede que no os guste a todos. La limitación en nuestras acciones es elevada. Los saltos son automáticos, no se puede luchar y la exploración no es precisamente fluida. Aparte, cuenta con detalles de otra época, como la existencia de saltos de escena cuando dejamos la barca y pisamos tierra en cada una de las localizaciones.
Es como si el estudio hubiese querido crear un juego AAA, pero con un presupuesto de indie. Es loable el esfuerzo, aunque resulta obvio que el estudio se ha encontrado con muchas dificultades. Para empezar, las animaciones dejan muchísimo que desear. Hay secuencias de escalada que son convincentes, pero otras, como lanzarse por una tirolina, resultan muy deficientes. Asimismo, el apartado gráfico no logra representar la belleza del trabajo artístico. Tal vez el aspecto más destacado, sin ningún tipo de duda, es la banda sonora, con composiciones de piano que logran meterte de lleno en su fantástico mundo.
Así que, en esencia, Submerged: Hidden Depths cuenta con muy buenas ideas, pero una mejorable ejecución. La calidad final es irregular, tal y como ocurrió en su predecesor. Ni siquiera la optimización es buena. Probado en Xbox Series S, he podido comprobar que la tasa de imágenes por segundo sufría a menudo. El juego mantiene cierta fluidez, aunque se nota que existe una falta de optimización. Una auténtica lástima, porque la ciudad sumergida que se nos propone goza de una extraordinaria belleza sobre el papel, al igual que todos los enclaves y protagonistas.
Hablando sobre esto último, la historia versa sobre dos hermanos (Miku y Taku) que colaboran para avanzar en la aventura. En ocasiones el juego nos plantea alternar entre el control de uno u otro, aunque no es algo que otorgue variedad, puesto que están igual de limitados en cuanto a acciones. Como consecuencia de ello, el juego tiene un foco muy preciso: explorar distintas islas y edificaciones que se caracterizan por la verticalidad. De esta manera, la presencia de elevadores y diferentes mecanismos dan lugar a algunos puzles que habitualmente no presentan un desafío. El mayor desafío está en encontrar el camino desde un punto A hasta otro punto B, marcado por superficies pintadas que señalan la ruta a seguir.
Es como si el estudio hubiese querido crear un juego AAA, pero con un presupuesto de indie.
Después de todo, el juego no engaña. Es exploración, sin más. Y como te puedes imaginar, no da para mucho: en un par de tardes lo habrás completado (5-6 horas). Lo que más podría entretenerte es encontrar las reliquias, localizaciones ocultas y demás coleccionables que contiene esta peculiar aventura. Son muchísimos, y de hecho se te permite consultar un mapa en todo momento para no perderte demasiado… cosa que ya te digo que te será difícil, puesto que la navegación por el entorno puede volverse confusa.
Con todo lo dicho, creo que queda bastante claro que Submerged: Hidden Depths no es un juego de fácil clasificación y recomendación. Está exclusivamente centrado en la exploración, con una base jugable muy buena que por desgracia no ha sabido exprimirse. Debido una jugabilidad repetitiva, bastante plana y carente de desafíos, por desgracia el juego queda relegado a un plano secundario. Sin embargo, no deberías dejar de considerar probarlo, especialmente si lo que buscas es relajarte explorando (eso sí, sin grandes pretensiones).
Submerged: Hidden Depths plantea exploración en un mundo perdido y misterioso, plagado de reliquias y secretos por descubrir. Es una aventura relajada, de corta duración, con puzles simples y una jugabilidad en general bastante plana. Se trata de un juego de enfoque minimalista difícil de recomendar, principalmente porque su calidad general dista de ser la más deseable. En cualquier caso, podría encontrar adeptos entre aquellos que se sientan atraídos por la premisa de explorar sin más pretensión que relajarse mientras descubren una maravillosa ciudad sumergida.
- Totalmente centrado en la exploración, sin combates ni secuencias de acción.
- Una historia muy misteriosa y con un enfoque minimalista.
- Jugabilidad plana, poco profunda y que puede llegar a aburrir bastante.
- Precioso diseño artístico de un mundo sumergido.
- Mejorable en lo gráfico y técnico, especialmente en las animaciones y la optimización.
