Análisis de Super Monkey Ball Banana Blitz

Análisis de Super Monkey Ball Banana Blitz
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Los monitos más famosos de Sega vuelven, y como no podía ser menos, vuelven rodando y cargados de minijuegos que harán las delicias de más de uno. Jugabilidad sencilla plasmada perfectamente en el wiimote, más múltiples modos multijugador.

Al igual que Gamecube vivió los primeros pasos (o vueltas) de estos singulares simios, Super Monkey Ball ha llegado justo para el lanzamiento de Wii. La verdad es que era evidente que aparecería este título justo al principio debido a su mecánica, y lo mismo ocurrirá con Mercury en unas semanas.

Super Monkey Ball se compone de dos modos de juego, la aventura principal para un jugador y 50 minijuegos para hasta cuatro jugadores. La navegación por los menús es un tanto curiosa ya que no elegiremos con el puntero o con la cruceta, sino inclinando el mando a izquierda y derecha controlando una flechita que apunta a los menús; un pequeño toque original.

¡A rodar se ha dicho!
En el modo de un jugador de Super Monkey Ball "controlaremos" a Aiai o a otro de los cinco simios-bola con diferente tamaño y cualidades. ¿Por qué he dicho que era tan evidente este título para Wii? Pues claramente por su control, ya que no moveremos directamente a nuestro monito, sino que moveremos todo el escenario.

El objetivo de este juego consistirá en todos los casos en llegar desde un punto de partida hasta una meta, a través de una plataforma suspendida en el aire, en el menor tiempo posible y recogiendo el máximo de plátanos posible (o bien todos para conseguir bonus extra). El control será muy sencillo, el wiimote boca arriba simulará ser el escenario, y cualquier inclinación que le demos, será aplicada al terreno donde nos encontremos aumentando o disminuyendo así la pendiente. De esta manera salvaremos las primeras pantallas que, como tutorial, nos irá enseñando a evitar obstáculos y a guardar el equilibrio. El único movimiento que hará propiamente el mono será el salto, configurado en el botón A. Y ya sabiendo esto, podemos completar el juego a lo largo de 100 niveles.

¡A rodar dentro de una burbuja! Este vuelve a ser el principio básico de la nueva entrega de Super Monkey Ball para Wii.
¡A rodar dentro de una burbuja! Este vuelve a ser el principio básico de la nueva entrega de Super Monkey Ball para Wii.

El primer error en el que caeremos será creernos estar en un juego fácil o simple ya que el mismo diseño de escenarios con saltos casi imposibles, plataformas móviles, pasos estrechos o velocidades vertiginosas, hará poner a prueba nuestra maña y reflejos y sobre todo demostrar nuestra habilidad con el Wiimote. Y no es que precisamente el control esté mal implementado, sino todo lo contrario, es el Monkey Ball más preciso y con mejor control hasta la fecha, a lo que se le suma una física y unos movimientos de la bola totalmente reales.

En cada uno de los diez mundos totales, tendremos que completar ocho fases normales en las que como ya hemos dicho, el fin únicamente será llegar a una meta esquivando trampas, enemigos y recogiendo los plátanos que podamos. Estos plátanos son esenciales, ya que además de completar una pantalla así, cada veinte plátanos obtendremos un mono (una vida), y ya digo que perderemos muchas vidas intentando completar las últimas pantallas. Además de estas fases, hay una fase de bonus por mundo en la que conseguir una enorme cantidad de plátanos en un tiempo determinado. Y para colofón final un jefe final nos esperará al final de cada mundo, que nos sacará de la divertida "monotonía".

Dentro de la amplia oferta de los 50 minijuegos que podemos jugar, algunos permiten competir hasta 4 jugadores simultáneos.
Dentro de la amplia oferta de los 50 minijuegos que podemos jugar, algunos permiten competir hasta 4 jugadores simultáneos.

La variedad entre los mundos es muy clara y no sólo por la creciente dificultad. La ambientación que se le ha dado a los diferentes niveles es estupenda, así veremos niveles basados en desiertos, junglas o volcanes, entre otros, aunque todos son más bien típicos. No se puede decir que estos mundos se hagan breves, y más si queremos completar todos los plátanos, pero un par de mundos más hubiera conseguido un equilibrio perfecto de duración.

Cantidad frente a calidad
Al igual que casi todo son elogios para el modo monojugador, los 50 minijuegos dejan un amargo sabor de boca. Para empezar se trata de un modo ajeno totalmente a la aventura principal, es más, ha sido realizado por una división diferente a los habituales de los anteriores Monkey Ball y al modo principal.

En esta amplia oferta de minijuegos podemos encontrar casi de todo en cuanto a tipo de juego, tanto para dos como para hasta cuatro jugadores, con o sin nunchuck y simultáneo o por turnos. Encontraremos algunos brillantes como el Ataque simio espacial (de navecitas en scroll vertical) o la Búsqueda del tesoro submarino para 4 simultáneos. Otros como el golf o el boxeo que ya se encuentran en Wiisport y que realmente sobran. Y algunos que nos desesperarán totalmente como el minijuego Trombón o el Tiro al aro, en los cuales el control implementado deja bastante que desear.

De los 50 minijuegos apenas unos 15 se salvan y cantidad (casi) nunca es sinónimo ni de calidad ni de "mejor". Aún así encontraremos más de uno que aprovecharemos para jugar en las visitas de amigos y familiares por su simpleza, como el Topo a tope (Whac-a-mole).

Así se ven y se oyen estos monos
El apartado gráfico es ligeramente superior a los de las versiones de GameCube. Los monos están bien caracterizados con ese aire infantil y cómico que desprenden, al igual que los escenarios y los fondos tridimensionales, todo un acierto en general. Buena sensación de velocidad en las acusadas rampas al perder el control del mono con el efecto motion blur y, excelente diseño de los niveles. A lo que le tenemos que sumar las opciones de escaneo progresivo y posibilidad de visionado panorámico. En el caso de los minijuegos, todo es mucho más simple y más limitado. No es un gran despliegue gráfico, pero sin duda cumple en todos los casos.

Podemos elegir entre cinco monos diferentes, cada uno con su estilo propio, pero todos con sus enormes orejas.
Podemos elegir entre cinco monos diferentes, cada uno con su estilo propio, pero todos con sus enormes orejas.

Monkey Ball ha sido traducido y doblado al castellano, así que además de los textos, oiremos el "¿Listo?" al principio del escenario, "Caída" al caernos o "Meta" al finalizar. Las músicas son las que nos tiene Sega acostumbrados desde aquél Sonic Adventure, grandes temas de j-rock muy cañeros pero sin voces cantantes. Aunque son largos, se repiten a lo largo de cada mundo y pueden llegar a cansar. Los pequeños efectos de sonido al golpear una trampa o los gruñidos de cada mono o de los enemigos y jefes finales, resultan también bastante acertados.

Interesante

Sin sello

Super Monkey Ball: Banana Blitz

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Las conclusiones finales resultan un poco agridulces. Por una parte tenemos un modo aventura bastante divertido y en algunos momentos un auténtico reto que consigue mantener una tensión lo suficientemente equilibrada para no desesperar. Y por otra 50 minijuegos no muy inspirados, de los que se salvan menos de la mitad.

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