Durante las siete primeras generaciones de Pokémon, mi objeto más comprado fue el repelente. Desde que mi yo de ocho años los descubrió, jamás me aventuré a ninguna nueva ruta o cueva sin contar con al menos dos docenas de estos espráis. Detesto la mecánica de encuentros aleatorios y afortunadamente es cada vez menos habitual. Sin embargo, es una queja paradójica. Aunque algo más mayor, una de mis primeras experiencias con otros JRPG fue con un título que me permitía ver a los enemigos en el mundo y combatir con ellos solo cuando quisiese. La cuestión es que cada vez que tocaba un Tales of me tiraba como un descerebrado a por todo bicho viviente.
La saga me abrió la puerta a una decena de mundos con historias que todavía me emocionan. El único motivo por el que no tengo claro si Tales of Berseria sigue siendo mi juego favorito es porque Arise vino a perfeccionar la fórmula que Bandai Namco había trabajado durante un cuarto de siglo. Ahora, como un ataque a la nostalgia, llega Tales of Symphonia Remasterd. Vuelta del que hasta hace apenas unos meses muchos habrían considerado el mejor Tales de todos los tiempos. Uno que se lanzó en una consola cúbica cuando los análisis todavía se leían pagando por una revista y apenas acabábamos de abandonar la tradición de soplar cartuchos.
Un remaster sin ambición
Tales of Symphonia Remastered estará disponible en todas las consolas el 17 de febrero y lo hace apenas unos meses antes de que el videojuego original cumpla el vigésimo aniversario de su lanzamiento en GameCube. Retorno para un verdadero rey que dos décadas después quiere seguir luciendo su corona. Lo hace en algunos aspectos y falla en otros, porque lo que estamos a punto de decir es una obviedad para quien haya seguido su desarrollo. Esta remasterización es un poquito mejor que la primera versión y tan buena como lo fue la edición que aterrizó en PlayStation 3. Lo que nos llega esta semana no es ni más ni menos que otra ración de exactamente lo mismo.
Mas que una remasterización, Bandai Namco ha abierto una cápsula del tiempo. Una que contenía un tesoro que ya todos conocíamos, porque hay pocas cosas que decir de Tales of Symphonia que no se hayan dicho ya. La historia protagonizada por Lloyd y Colette es un viaje de trama atemporal que establece la verdadera esencia de una saga centrada en la creación de personajes emblemáticos que terminan por convertirse en parte de nosotros mismos. Es delicioso volver a vivir la ilusión que derrocha el protagonista de espíritu inquebrantable al comienzo de la trama, pero como Lloyd no tardaremos en verle a este mundo la cara menos amable.
Tras los últimos lanzamientos, la saga Tales está para metas más altas
Chronicles, el molde para la creación de este remaster, se lanzó para PlayStation 3 en 2013 y ya no era un título particularmente ambicioso. Por entonces casi podíamos entenderlo, porque la saga venía de uno de los momentos más bajos de su historia y todo lo que pudiera ayudar a su supervivencia nos parecía suficiente. Sin embargo, ha pasado otra década desde entonces y por el camino tuvieron lugar dos de los lanzamientos más exitosos de la franquicia. También hace apenas una semana recibimos por sorpresa la remasterización del primer Metroid Prime.
Las comparaciones son odiosas, pero la situación las hace inevitables. Aunque por pedir que no quede, ni siquiera le vamos a exigir a nadie el nivel de detalle del juego de Nintendo. Sin embargo, tampoco podemos dejar pasar como si nada la ley del mínimo esfuerzo. Muchos de los fallos que por falta de recursos o limitaciones técnicas cometía el original siguen ahí. Cuando recorremos el mapa del mundo entre ciudad y ciudad los enemigos son indistinguibles unos de otros manteniendo el mismo aspecto que tenían en 2003. Tampoco ayuda la forma en la que recorremos el mundo, con personajes que se agigantan y parecen más grandes que los edificios más altos del videojuego.
Desde la entrega original de Tales of Symphonia ha habido un problema con el doblaje en inglés, que desaparecía (presumiblemente para ahorrar recursos) en ciertos elementos del juego. Han pasado 20 años y la situación sigue igual, forzando a los jugadores a poner las voces en japonés si es que quieren la mejor experiencia. Hubieran venido bien mejoras a los modelos de los personajes o ciertos efectos de sonido de las cinemáticas que empañan una brutal selección musical que no dudamos en considerar como una de las mejores de la saga Tales.
El combate, aunque duro al comienzo, sigue siendo una maravilla
No se trata de arruinar la esencia de un videojuego clásico. El combate de Tales of Symphonia ha envejecido mucho, pero me encanta que esté intacto. Me costó horrores hacerme a él porque va contra todo lo que hemos aprendido durante muchos años. Es un sistema que evolucionó mucho y muy bien hasta dar lugar a las mecánicas de Tales of Arise. Dar un paso atrás es difícil, porque si las cosas cambian suele ser por algo. Pero hay muchas mecánicas muy bien pensadas que te hacen entender cómo los desarrolladores convirtieron las limitaciones en virtud.
Es increíble como solo pudiéndose desplazar de forma lateral y con algunas limitaciones para atizar a los enemigos podemos encadenar combos de hasta 60 impactos que, por cierto, son dificilísimos. Mola muchísimo aprender exactamente qué hacen todos tus posibles golpes y comenzar a experimentar con ellos. Cuando realmente haces clic y entiendes qué es exactamente lo que debes hacer, las cosas se transforman. Si algo tienen en común todos los Tales es que aguanta las 40 o 50 horas que duran sin apenas despeinarse. A cambio, eso sí, la primera hora de Symphonia puede ser una verdadera cruz por culpa de la curva de aprendizaje.
No se puede decir que Tales of Symphonia Remastered sea un mal juego. Ahí sigo, caminando de frente hacia más de la mitad de los enemigos con una extraña forma negra que transitan por el ‘overworld’ y volviendo a descubrir una historia y unos personajes que todavía me alucinan. Sin embargo, da rabia que se hayan conformado con obligar a los jugadores a poner las voces en japonés y excusar situaciones que claramente no formaban parte de la voluntad de los desarrolladores y solo estaban ahí porque los recursos no daban para más. La saga Tales ha crecido por encima de muchas limitaciones y lo que me preocupa es que Bandai Namco todavía no se haya dado cuenta.
Tales of Symphonia sigue siendo un juego increíble dos décadas después de su lanzamiento, pero su adaptación a los nuevos tiempos es nula. Buena oportunidad para todos aquellos que no lo disfrutaron en su momento y quieren abrirle la puerta a la saga. Buena historia con grandes personajes y un combate muy interesante, pero duele no haber visto su mejor versión.
Comprar Tales of Symphonia Remastered- El original cumple 20 años desde su estreno en GameCube.
- Es el Tales of que ayudó a edificar la saga y el más vendido hasta ahora.
- La adaptación a los controles durante el combate es un tanto complicada.
- No esperéis una jugabilidad similar, pero comparte muchas ideas con Tales of Arise.
- Trata temas que rara vez se veían en los videojuegos de hace dos décadas.
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