Después de una primera entrega bastante convincente editada hace ya unos años, Eden Games da continuidad a su saga arcade de velocidad Test Drive Unlimited de la mejor manera posible: mejorando a su predecesora sin perder su estilo único.
Los que disfrutan con los juegos de velocidad tienen ante sí un gran año, dado que en este 2011 van a poder disfrutar (salvo cancelaciones o retrasos inesperados) de un buen número de títulos de este mismo género: Forza Motorsport 4, MotoGP 10 / 11, Need for Speed Shift 2 Unleashed, DiRT 3… La lista es casi interminable y además está repleta de nombres consagrados. Y el primer gran lanzamiento en llegar es este Test Drive Unlimited 2, juego que nos ha parecido bastante ameno, extenso y recomendable pese a sus pequeños defectos.
Carreras con historia
Como muchos de vosotros ya sabréis, Test Drive Unlimited es un título de conducción atípico que se sale de la norma establecida dentro de este manido género. Lejos de ofrecernos simplemente carreras más o menos excitantes entre un número determinado de participantes y llevadas a cabo en circuitos urbanos y/o oficiales, TDU2 combina el género de la conducción con las llamadas aventuras de “mundo abierto” tipo GTA (salvando las distancias, eso sí). De hecho, y aunque no es el argumento más trabajado que hemos disfrutado nunca ni de lejos, el título presenta una historia más o menos interesante. Nosotros encarnamos el papel de un Don (o Doña) Nadie a quien le apasiona el mundo de la velocidad. Y, por circunstancias de la vida, pronto nos veremos metidos en un mundo repleto de glamour, lujo y coches de ensueño.
Al comienzo solo podremos optar a un número de coches más bien reducido y no especialmente atractivo pero, conforme avancemos, podremos llegar a adquirir maravillas con ruedas de fabricantes tan prestigiosos como Ferrari, McLaren, Aston Martin, Bugatti o Jaguar. Pero antes de conseguirlo nos espera un largo camino, empezando por sacarnos las pertinentes licencias o carnés. Al más puro estilo Gran Turismo (por citar solo un ejemplo), antes de poder conducir determinados vehículos primero es necesario pasar con éxito una serie de pruebas que se celebran en la autoescuela. Conducir bajo condiciones climáticas adversas, superar eslálones, realizar frenadas apuradas, etc. son algunas de las pruebas (bastante amenas) a las que tenemos que enfrentarnos.
Como ocurrió con el original, la mecánica de juego de TDU2 resulta bastante atractiva. Por un lado, gozamos de una libertad absoluta para desplazarnos por el enorme mapeado con nuestro coche, pudiendo seguir las indicaciones de nuestro GPS para ir cumpliendo las misiones principales y avanzar en la trama, o explorar cada recoveco que nos ofrece Ibiza y Oahu (Hawái). Ambas islas paradisíacas han sido los escenarios escogidos por Eden Games para dar vida a esta segunda parte, lugares que han sido recreados con bastante acierto pero con algunos matices. Pero el tema técnico lo dejaremos para más adelante, ahora nos centraremos en la jugabilidad que nos ofrece TDU2.
La dura vida del piloto
Nuestra meta principal consiste en convertirnos en el “amo” de Ibiza y Oahu, o sea, llegar a ser el piloto más reputado, conocido y prestigioso del lugar. Y para conseguirlo, es necesario destacar en cuatro aspectos o habilidades bien diferenciados: Competición, Descubrimiento, Social y Colección. Y la suma total de todos ellos es lo que nos da el Nivel Global, baremo que a fin de cuentas es el que nos da la valoración como pilotos. ¿Y qué es lo que tenemos que hacer para aumentar el estatus de cada uno de estos elementos? Pues de todo un poco, comenzando por participar en competiciones cada vez más importantes y consiguiendo victorias, empezando por el campeonato Solar Crown. Existen un buen número de pruebas fijas en las que es necesario tomar partido, número que se ve incrementado por otras opciones como la posibilidad de retar a cualquier piloto (ya sea controlado por la CPU o por otro jugador) que se nos cruce por delante durante cualquier momento de la partida y siempre que estemos conectados online. Esta característica está mejor implementada que la que pudimos experimentar en la pasada entrega, siendo mucho más ortodoxa.
En lo referente al control de los coches, este es excelente por norma general. Y aunque existen tres niveles de pilotaje distintos que se corresponden con un nivel de dificultad determinado, nos encontramos ante un título de vertiente claramente arcade. Los vehículos responden correctamente a nuestras órdenes y su comportamiento en carrera es muy bueno. El único problema que hemos detectado tiene que ver con sus físicas, nada realistas y algo “flotantes”, pero dado que no es un simulador, este defecto nos parece secundario. Aún así y a pesar de lo que os acabamos de comentar, TDU2 también posee sus pequeños toques de simulador. Así, cada uno de los coches presenta sus propias características tanto de aceleración, potencia y demás como de manejo, lo que imprime un mayor grado de realismo.
Pero TDU2 va más allá de la competición en sí. El título nos invita a explorar los decorados, realizar tareas tan curiosas como tomar fotografías o transportar pasajeros de un lugar a otro de los decorados, dar con nuevas tiendas, entablar relaciones con NPCs, acudir a fiestas, adquirir propiedades… ¿Y para qué? Pues para ir aumentando las cuatro categorías de las que antes os hablábamos e ir subiendo nuestro Nivel Global. Y cuanto más alto sea este nivel más fama, dinero, coches, yates, casas, amigos, etc. tendremos.
Esta mecánica de juego tan variada resulta bastante atractiva, si bien es cierto que también presenta algún que otro defecto. Como ya os hemos, aunque se agradece que un título de este estilo posea una historia, a ésta le falta más chispa y coherencia. Otro aspecto que debemos anotar en el “debe” del título es la IA de los rivales, demasiado básica, comportándose en la mayoría de los casos como peleles. Y justo por este motivo las pruebas offline pierden parte de su interés, por lo que el componente online de TDU2 gana mucho peso específico. Y por último, también es necesario recalcar el irregular ritmo al que transcurre el título, combinando misiones muy atractivas con otras que cumplen una función de “relleno” muy descarada.
Otro punto a recalcar de TDU2 es su comunidad online. Como su precedente, este arcade presenta opciones online muy meritorias, amenas y variadas, pudiendo incluso entrar en pruebas personalizadas creadas por otros jugadores de una forma muy sencilla… al menos casi siempre. Y es que pese a que en ocasiones hemos tenido ciertos problemas de carácter técnico, en general la funcionalidad online está bien integrada.
Pasión tropical
La isla hawaiana de Oahu, la misma que sirvió como escenario en la primera entrega de TDU, regresa en esta continuación. Pero como sabéis no viene sola, ya que a esta se ha unido nuestra querida Ibiza. Siendo honestos, la representación física de esta última dista mucho de ser real pero, por otro lado, sí que es cierto que se ha conseguido imprimir ese toque tan glamuroso y especial que tiene la misma.
Tanto Oahu como Ibiza cuentan con una extensión increíble. Ambas presentan kilómetros y kilómetros de carreteras y caminos por los que podemos alcanzar velocidades de vértigo. De hecho, la sensación de velocidad está bien conseguida. Pero no solo eso, ya que también podemos explorar mil recovecos “vírgenes” (sin asfaltar) con vehículos off-road, pudiendo contemplar paisajes de un esplendor plástico impresionante. El precio a pagar por este mundo tan vasto es una falta de detalle sensible en cada uno de los fondos, así como perceptibles (pero para nada graves) apariciones súbitas de elementos. Tampoco queremos olvidarnos de mencionar la transición día / noche que se ha implementado en el mundo de TDU2, ciclo temporal que está bien plasmado.
El diseño de los coches, por otra parte, es fantástico. Si bien no llega al nivel alcanzado por las últimas entregas de simuladores como Forza Motorsport o Gran Turismo, éste es más que plausible. Carrocerías e interiores han sido construidos respetando al máximo los modelos reales, siendo perfectamente reconocibles y una delicia para la vista.
El apartado sonoro alcanza el sobresaliente. Por un lado, la banda sonora es bastante variada y de calidad. Entre las piezas que podemos escuchar durante las partidas se encuentran temas de corte disco (como corresponde al escenario que da cobijo al título, especialmente Ibiza) así como otras melodías más rockeras y “ambient”. Y cuando vamos al volante de alguno de nuestros coches, podemos sintonizar nuestra emisora predilecta, aunque solo hay dos de ellas disponibles.
Los efectos de sonido también han sido reproducidos con acierto, sobre todo los que tienen que ver con los coches: el derrapar de las ruedas sobre todo tipo de superficies, rugir de los motores, golpes, etc. Sin embargo, la palma se la llevan los diálogos en castellano (bastante numerosos) que entablan los distintos personajes, aspecto muy destacable en un arcade de conducción como es esta producción de Eden Games. Y es de agradecer, puesto que nos ayuda a meternos más en la historia que hay detrás del juego. Sí, es verdad que hay algunos personajes cuyas voces resultan un tanto “forzadas” y artificiales, pero teniendo en cuenta el género del que estamos hablando, en términos globales nos parece que se ha efectuado un trabajo sensacional en este sentido.
Como ya ocurriera con su antecesor, Test Drive Unlimited 2 nos ofrece una visión muy distinta del mundo de los arcades de velocidad que, debido a su atípica jugabilidad no será del agrado de todos los aficionados al género. El resultado es bastante satisfactorio, haciendo acopio de una mecánica de juego atractiva que sorprenderá a todos aquellos que no conozcan la saga.
Comprar Test Drive Unlimited 2