El remake de The Last of Us, bautizado ahora como Parte I, puede no ser el más necesario, pero logra dar cohesión a la historia de Joel y Ellie, que mantiene ahora la consistencia gráfica que buscaba Naughty Dog al replicar los gráficos de The Last of Us Part 2.
Jugando una vez más a la primera parte de The Last of Us, me parece más admirable aún pensar que este juego naciera en 2013, hace casi ya una década. Creo que no ha habido generación en la que no se haya dicho eso de que los videojuegos por fin han madurado. Lo cierto es que a mí ese debate cada vez me importa menos. Lo interesante es que la obra de Naughty Dog apostó por que fueran los personajes el centro de atención, más que la historia en sí misma, pues el mundo de los videojuegos siempre se había nutrido más de lo segundo que de lo primero. Sí, se construían personajes carismáticos y estéticamente icónicos, pero faltaba ahondar en una psique compleja y, ahora sí, madura. Para mí ese fue el gran logro del estudio californiano: crear personajes que importen.
El arco de Joel y Ellie, pero sobre todo Joel en este primer volumen, siempre lo he visto como uno de esos dilemas filosóficos imposibles de resolver, que nos sumergen en las terribles aguas grises de la moralidad. Así, Naughty Dog exploró la condición humana, lo que nos importa y lo que no, en un entorno tan hostil como un futuro post-pandémico que no estábamos acostumbrados a ver. En el que el infectado por este virus fúngico es menos relevante que el superviviente. Y en el que un hombre que dice vivir por inercia, solo por sobrevivir a cualquier precio, tendrá que poner a prueba este principio al conocer a Ellie y hacer un largo viaje por los Estados Unidos, ahora en PS5 con este The Last of Us Parte 1.
Las novedades del Remake
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Todos conocemos The Last of Us. ¿Qué ha cambiado entonces en este remake? ¿Era acaso necesario? Ya hablé sobre las razones que veía detrás de esta nueva edición, donde quizá la pregunta no era tanto si es necesario (evidentemente no, puesto que la versión remasterizada se sigue jugando muy bien), como útil para Sony. Por un lado, el próximo lanzamiento de la serie de HBO dará la oportunidad a mucha gente a adentrarse en la franquicia acompañado de la compra de una PlayStation 5 (razón probable de que el juego sea exclusivo de la plataforma, puesto que creo que habría sido posible ejecutarse en una PlayStation 4 como su segunda parte). Además, la recreación de todos los materiales y la remodelación de los rostros para ser más acordes con la segunda parte es algo que debió estimular a Neil Druckmann, de cara a tener una obra más cohesionada estéticamente para la posteridad.
Dicho esto, el cambio gráfico es notorio. La mejor manera de explicar las diferencias es diciendo que es The Last of Us 1 con los gráficos del 2. Han cogido el motor renovado, sus efectos y materiales, y han pintado así unos escenarios mucho más detallados, recargados de esa fabulosa mezcla de vegetación que invade las ciudades (casi una simbología de cómo el hongo acabó con la civilización) y hormigón, que dota a este mundo post-apocalíptico de una inusitada belleza al atravesar sus edificios inundados, sus rascacielos caídos y sus carreteras agrietadas por la naturaleza abriéndose paso.
Los modelados de todos los personajes son otro de los pilares de este remake
Los modelados de todos los personajes, con especial atención en el rostro de los protagonistas, es otro de los pilares de este remake. Como decía antes, buscan esa similitud con The Last of Us Parte II y, sin duda, no solo la consiguen, sino que es realmente notorio el trabajo puesto en todos sus detalles. Y, sin embargo, creo que es la fuerza de la costumbre la que hace que te encariñes también con los modelados del juego original y su remasterización. Es increíble lo que Naughty Dog consiguió con una tecnología de hace diez años, en una PlayStation 3. En aquel momento, se apoyaba en una especie de mezcla entre realismo y cartoon que se usó en los primeros Uncharted y también en este The Last of Us, y creo que hay veces que esas expresiones, con ese estilo original, eran también muy poderosas en contraposición al estilo más realista.
Con todo, la sensación que da al jugador es que estás ante el mismo juego con el estilo gráfico de The Last of Us Parte II. No necesariamente por ser un juego de recién lanzamiento se ve mejor que la segunda parte y esto es debido a la construcción del espacio. Pese a que han podido "pintar encima" unos escenarios más recargados, la orografía y el diseño de niveles es exactamente el mismo que hace una década. Por tanto, son escenarios un poco más sencillos, donde se nota algo más la artificialidad de algunas coberturas y salidas del nivel.
Es normal, porque este remake es cien por cien visual, y no ha querido alterar en absoluto el diseño ni tampoco añadir ninguna de las mejoras jugables que vimos en la segunda parte. Esto significa que nada de inventario mejorado ni nuevos movimientos como arrastrarse por el suelo y camuflarse en la hierba, por ejemplo, como veíamos con la aventura de Ellie y Abby. Claro, para añadir todas estas mecánicas, tendrían que haberse retocado los pilares fundamentales de la obra original y en Naughty Dog han preferido no hacerlo.
Lo mismo sucede con las voces. El trabajo de interpretación que se hizo para este juego fue realmente logrado, puesto que, en la versión original, no solo se contaba con voice over, sino que los actores Troy Baker y Ashley Johnson interpretaron cada una de las escenas y fueron dirigidos todo el tiempo por Druckman. Sencillamente, no había nada que tocar. Lo cual no significa que el doblaje en español no pudiera haber sido mejorado. Hacerlo, sin embargo, generaría otros problemas, porque ¿qué retocas? ¿Solo algunas frases que no pudieron captar el contexto correcto? Eso podría crear diferencias sonoras con las originales, mientras que doblar toda la obra tampoco tendría que ser necesariamente mejor. Así que todo se ha mantenido como estaba, tanto en la versión original como en la española, con sus aciertos y sus errores, tanto en esa falta de contexto de algunas frases, como también algunos errores en la traducción del texto que esos sí que podrían haber sido subsanados y no se ha hecho.
Técnicamente, el juego ofrece los dos clásicos modos llamados en esta ocasión Fidelidad y Rendimiento. Fidelidad mantiene los 4K nativos y 30 frames por segundo, mientras que Rendimiento reduce la resolución a 1440p y 60 frames por segundo. Sinceramente, y como en el caso de Uncharted: Colección Legado de los Ladrones, creo que son juegos que podrían haber logrado elevar un poco más la resolución manteniendo la alta tasa de refresco, si no ya llegar a los ansiados 4K60.
Existe el modo Tasa de Fotogramas Desbloqueada, que solo se puede conseguir en los televisores con VRR y HFR, que permite mantener la resolución en 4K permitiendo al juego alcanzar el máximo número de frames posible. Es quizá la mejor opción, porque hay una diferencia notoria en ver la nitidez de estos escenarios en resolución nativa, y en algunos escenarios más cerrados la fluidez acompaña, pero The Last of Us es, en bastantes ocasiones, un juego exigente con la puntería, y es duro perder la suavidad de los 60 fps. Con todo esto, lo que quiero decir es que, al igual que juegos como Horizon Forbidden West o Spider-Man Remasterizado vieron mejorados sus opciones gráficas con futuros parches, me gustaría también que pasara con este remake.
Se ha buscado mejorar los combates
Naughty Dog promete otras mejoras con esta nueva edición. Por un lado, uno de los mayores problemas que podía tener el original era la inteligencia artificial amiga y enemiga. Se ha buscado mejorar los combates y, a lo largo de la aventura, he visto algunas situaciones en las que se aprecian mejoras y otras que no. Los enemigos te flanquean mejor, a veces incluso te presionan de forma más eficiente, acercándose o lanzando cócteles molotov, por ejemplo, para hacerte salir de tus escondites. Pero también he visto comportamientos erráticos cuando los enemigos se acercan demasiado, y esos momentos disonantes en los que tus compañeros se pasean a la vista de infectados y rivales siguen estando presentes. Entiendo que es algo muy difícil de ajustar, sobre todo por el sigilo, porque a nadie le gustaría ser descubierto porque tu compañero se ha movido cuando no tocaba.
Hay nuevos modos de juego, entre los que destaca el modo Speedrun (traducido forzadamente como Carrera de Velocidad). Es un modo muy trabajado, ya que te permite no solo tener un contador de tiempo para tus entrenamientos y difusiones en plataformas de streaming, sino que además guarda los tiempos de cada fase para saber cuál es tu mejor marca y en qué niveles tienes que mejorar para conseguir tu récord personal. Sony asegura que, además de las clásicas guías en forma de tarjetas que se pueden ver en la consola para los usuarios de PS Plus, también habrá consejos y rutas óptimas para los speedrunners.
"No tienes ni idea de lo que es la pérdida"
Es difícil volver atrás y mirar a The Last of Us sin caer un poco en ese presentismo histórico que nos da la perspectiva del tiempo. Cuando The Last of Us nació en 2013, hace dos generaciones, avanzó el medio en muchos aspectos jugables y gráficos que hoy, evidentemente, han sido superados. Narrativamente es donde mejor se mantiene, no hay duda, con una historia que sigue siendo sólida como el primer día y que sigue emocionando desde el prólogo hasta el final. Jugablemente también lo hace con solvencia gracias a unos enfrentamientos y tiroteos que mantienen una tensión excelente y donde la batalla no solo es con los enemigos, sino también con los escasos recursos, sobre todo en los altos modos de dificultad.
Pero también creo que hay muchos hitos que han sido superados. Algunos los ha hecho el propio The Last of Us II, que creo que maneja mejor el ritmo de los combates, con la construcción de escenarios no solo más realistas, sino también más ajustados a las posibilidades de juego, donde las coberturas son menos obvias y la dinámica de flujo entre el sigilo y la acción es soberbia. Además, los momentos de transición de un lugar a otro, que camuflan las cargas (esos en los que nuestros personajes tienen que impulsarse uno a otro, conseguir una escalera o construir un puente con un tablón) eran grandes fórmulas que atajaban el trabajo de un disco duro para evitar la pantalla negra. A día de hoy, en cambio, con las posibilidades de los discos de estado sólido, la construcción de niveles no necesita de estas restricciones y lo que en un momento fue innovador, se haga a veces un poco pesado al ver por enésima vez estas cinemáticas de transición.
Es un buen reto hasta en el modo normal en el que un jugador experto puede morir si no tiene cuidado
Como digo, sorprende y para bien lo respetuoso que es con el jugador en términos de dificultad, ya que es un buen reto hasta en el modo normal en el que un jugador experto puede morir si no tiene cuidado. Los chasqueadores matan de un solo mordisco, los enemigos humanos son agresivos y es bastante necesario explorar a fondo el escenario si quieres los recursos mínimos para construir objetos, encontrar munición y mejorar un poco las habilidades de Joel. Pero también es verdad que, en ocasiones, puede abusar de los combates y parece que siempre tiene que haber un último enfrentamiento más, un nuevo combate contra los infectados aunque narrativamente ya no haga mucha falta (algo que le sucede también a Parte II), pero que, evidentemente, se sobrelleva bien porque el combate funciona. Es sólido, es contundente y, sobre todo, tenso. Puedes crear coreografías realmente logradas y, claro está, violentas.
He quedado satisfecho con este remake, que está hecho quizá no tanto para los jugadores más avezados, sino para aquellos que van a descubrir este universo y estos personajes con esta nueva generación y también con la serie de la HBO. Para nuestra industria, es una obra que no es tan relevante para el momento presente, en el que estamos buscando novedades que acompañen a PS5, sino para permutar en el tiempo. Por lo tanto, no veo absolutamente necesario que sea jugada ahora, tanto como volver a ella cuando te lo pida el cuerpo. Cuando te apetezca volver a vivir este viaje, que ese sí es obligatorio de experimentar para comprender el impacto que supuso The Last of Us en el mundo del videojuego y las cosas que somos capaces de hacer por la pérdida y por amor.
The Last of Us Parte I puede no ser el remake más necesario de la historia, ya que la versión remasterizada del original sigue siendo muy viable a día de hoy. Es un remake, por tanto, que busca un nuevo público para la nueva generación y también los futuros espectadores de la serie de HBO; y que también pretende quedar para la posteridad, dando una mayor cohesión estética entre Parte I y Parte II. La diferencia gráfica de los modelados y los escenarios son muy notorias y poseen una gran recreación, al nivel de su segunda parte, pero manteniendo en todo momento el espacio y el diseño de niveles original. Se han implementado algunos modos nuevos, como el Speedrun, muy trabajado y, por supuesto, viene todo el contenido ya incluido en la remasterización, como los extras y el DLC Left Behind, junto a algún añadido más. Pero, en definitiva, es una recreación exclusivamente visual que mantiene la experiencia jugable intacta. Una experiencia que sigue siendo tan impactante en lo narrativo como en su lanzamiento original y muy consistente en su sistema de combate, brutal y desafiante.
Comprar The Last of Us: Parte 1- Se trata de un remake estrictamente visual, que mantiene el diseño de niveles y la experiencia de juego original.
- Se busca en especial dar cohesión estética entre The Last of Us Parte I y Parte II.
- Hay modos extra, como el Speedrun así como algunos elementos cosméticos adicionales. No incluye el multijugador original.
- Sigue siendo una obra que marcó época, con una historia muy sentida que funciona "como un reloj".
- Modo Fidelidad a 4K30 con opción HFR y Modo Rendimiento a 1440p60. Se podía haber arañado un poco más.
