Los Santuarios de Breath of the Wild son la única forma de conseguir emblemas que nos permitan aumentar los corazones y la resistencia de Link, que son lo que a la postre nos permitirá tener más probabilidades ya no sólo de sobrevivir en este enorme reino de Hyrule, sino de vencer a Ganon y sus esbirros en las bestias divinas en el juego de Nintendo.
En esta guía os vamos a explicar cómo superar el Santuario de Semat. Se trata de uno ubicado en la región de Lanayru y que se caracteriza por tener una solución algo obtusa o que nos obliga a dar algunas vueltas. Pero no es nada comparado con averigüar cómo podemos conseguir uno de sus tesoros en particular.
Ubicación del Santuario de Semat
El santuario de Semat está en un pequeño islote que hay a la altura de la colina Gongol, en la zona noroccidental del pantano de la región de Lanayru. Si bien alcanzarlo no es difícil, hay que tener cuidado con los lizalfos que hay por la zona y que seguramente nos atacarán, especialmente uno que hay patrullando alrededor del mismo.
Solución al Santuario de Semat
El desafío que plantea este santuario (A la velocidad de la Luz), implica tener que jugar con el nivel del agua que hay en él. Frente a nosotros hay un foso con algo de agua pero que nos impide llegar hasta la zona en la que está el altar con el guardián Sheikah.
Si movemos el mecanismo que tenemos a nuestra izquierda nada más entrar hasta que oigamos un ''clac'', veremos como empieza a moverse solo sin tener que empujarlo; esto hace que una de las plataformas elevadas con una especie de rayo laser de una vuelta y acabe golpeando un mecanismo de luz que hace que el nivel del agua suba. Ahora podemos cruzar a nado hasta llegar a la zona donde está el altar.
El problema es que la puerta está cerrada, y en frente del área del altar hay una zona algo menos profunda que la anterior y un barril cerca. En el fondo se puede distinguir una losa de presión que es la que abre la puerta. Lo malo es que el barril, a pesar de que es de metal, flota.
No queda más remedio que volver al inicio e interactuar con la manivela otra vez. Antes de que el rayo de luz toque el dispositivo que controla el agua, tenéis que atravesar el cuerpo de agua para agarraros al saliente. Cuando el agua baje, podréis dejar el barril sobre la losa de presión, abrir la puerta y recoger el emblema que nos ofrece el guardián Sheikah
Cómo conseguir los tesoros de Semat
El primer tesoro de Semat es muy sencillo de conseguir: antes de interactuar con la manivela, o con el nivel del agua bajo, podemos bajar de un salto a la elevación en la que está y recogerlo.
El complicado es el que está sobre una celosía de metal al lado del altar. No podemos llegar saltando, pero con el nivel del agua alto podríamos crear un bloque de hielo por el que trepar y hacernos con él. El problema es que si el nivel del agua está alto, la puerta del altar se cierra y no hay forma de alcanzarlo.
Con el nivel del agua subido, desde la entrada del santuario, hay que crear bloques de hielo hasta que estemos algo cerca del mecanismo de luz que controla el nivel del agua. Subidos en uno de esos bloques, generamos una bomba cúbica (para que no se vaya rodando al lanzarla) y la colocamos de manera que quede cerca del dispositivo, pero no la detonéis aún.
Seguid creando bloques de hielo hasta que estéis lo bastante cerca de la entrada a la zona del altar pero teniendo línea visual directa con el dispositivo que controla el agua. Disparad una flecha al dispositivo y rápidamente dad un salto para alcanzar la apertura de la sección.
Acto seguido, entrad en la estancia en la que está el altar -que paséis la puerta, vamos- y detonad la bomba cúbica que habíais colocado cerca del dispositivo. El nivel del agua subirá y ahora podréis crear un bloque de hielo en el que subiros y conseguir el tesoro. Para salir, si ya habíais superado el santuario, basta con que interactuéis con el altar para volver automáticamente a la superficie.
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