Es difícil enumerar cuántas armas hay en Zelda: Tears of the Kingdom, y más si tenemos en cuenta que podemos crearnos las nuestras propias combinandolas entre ellas o con otros objetos gracias a la habilidad de Fusión. Pero los desarrolladores del juego igualmente han querido homenajear a algunas míticas de la saga introduciéndolas en el juego. Una de ellas, es la Espada Biggoron, y os explico cómo haceros con ella en esta guía.
La Espada Biggoron
Los aficionados que en su día jugaran a The Legend of Zelda: Ocarina of Time en Nintendo 64 (o a su remaster en Nintendo 3DS), seguramente recordarán que, además de la Espada Kokiri y de la Espada Maestra, Link podía blandir una tercera hoja; una que a diferencia de las otras dos, era un mandoble, aunque eso no le impedía bloquear ataques con su enorme filo.
Se trata de la Espada Biggoron. En el clásico de Nintendo 64 y primer Zelda en 3D de la historia de la saga, el entonces llamado Cuchillo Goron era un arma de manejo algo tosco comparado con la Espada Maestra, pero con un poder de ataque mayor. Eso sí, hacerse con ella implicaba cumplir una misión secundaria a contrarreloj en el juego para curar la conjuntivitis de su creador: Biggoron.
En Zelda: Tears of the Kingdom -afortunadamente- los pasos previos y requisitos para conseguirla no son tan complicados, pero hay que saber donde buscar. Igualmente, si sois curiosos y no os asusta meteros en las profundidades subterráneas de Hyrule, la Espada Biggoron sólo os robará un poco de vuestro tiempo para conseguirla.
Dónde esta la Espada Biggoron en Zelda: Tears of the Kingdom
Al no tener una misión secundaria asignada, el poder localizar esta poderosa hoja a dos manos es una cuestión de perseverancia en la exploración por parte de los jugadores. De hecho, lo más probable es que muchos se la encuentren por casualidad, pero si no ha sido vuestro caso, tranquilos, que tenemos la respuesta.
La Espada Biggoron se encuentra en el Abismo del Lago Calavera, justo al noreste de la Caldera de la Muerte, en la región de Akkala. Para llegar ahí podemos hacerlo a pie, a caballo o lanzándonos desde la Atalaya del Monte Ulri para hacer una parte del recorrido volando y esquivando enemigos o accidentes geográficos.
Tras bajar por el abismo, aterrizaremos en una zona que el juego nos describe como la Cámara Osea de Akkala. Salsa su nombre con los esqueletos de varios Moblins y Bokoblins que hay y que despiertan en el momento en que ponemos un pie en el subsuelo. Derrotarlos no es muy complicado, el principal problema viene a posteriori de eliminarlos.
Un Hinox Esquelético es el guardián de esta zona y del premio que buscamos. Como a sus semejantes con pellejo, lo mejor es intentar acertarle con una flecha en el ojo para aturdirlo y darle cuantos golpes podamos. Cuando su vida baje del 50%, su ojo saltara de la cuenca del cráneo de la bestia, y es lo que debemos seguir atacando si queremos eliminarlo; los golpes al cuerpo no le harán nada (ya está muerto de todos modos...).
En cuanto derrotemos al Hinox, la corrupción que rodea el cofre de la estancia desaparecerá y podremos abrirlo para hacernos con lo que estamos buscando: la Espada Biggoron.
¿Se puede romper la Espada Biggoron?
Pues sí, como todas las armas del juego -a excepción de la Espada Maestra- la Espada Biggoron irá perdiendo durabilidad a medida que la utilicemos en combate. Para evitar que se destruya, lo mejor es intentar regenerarla dejándola cerca de un Octorok de la Montaña de la Muerte, para que la absorba, y cuando lo eliminemos, su hoja esté restaurada y al 100% otra vez.
No sabemos aún si con el paso de la Luna Carmesí, al regenerarse el Hinox y los secuaces de este que había en el Abismo del lago Calavera, volverá a aparecer esta espada, así que mejor la cuidáis bien y tratáis de repararla si veis que empieza a parpadear en rojo.
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