No daba nada por The Witcher 3: Wild Hunt. Quizá fue la exclusividad de la saga con PC durante 6 años y un port para Xbox 360 que se me hizo esquivo, pero no llegué a la saga hasta su final, para bien o mal. Admito que la idea de darle al play se me hacía poco interesante, incluso acabé harto del hype generalizado en torno a un RPG del que no comprendía el porqué de su expectación. Fue jugarlo en 2015 y no voy decir que me cambió la vida (que también), pero sí puso sobre la mesa un pequeño-gran placer culpable que he degustado durante más de un lustro en un total de 182 horas y 2 vueltas al juego con todos sus DLC; amén del salto a las 2 primeras obras y sus spin-offs. ¿Por qué digo esto? No quiero fardar de números, de hecho seguro que muchos me superáis sin pestañear, pero cuando fui a las oficinas de CD Projekt RED la pasada semana, lo hice con la mentalidad de un veterano de la saga algo reacio a la sorpresa. Y no sabéis cómo me gusta equivocarme.
La idea de probar The Witcher 3 con todas las mejoras de las que alardea su versión Next Gen en consolas se me hacía sumamente curiosa porque, veréis, no he salido del PC con la saga. La versatilidad de la plataforma me satisfizo desde un primer momento a la par que me dio la posibilidad durante años de modificar el juego a mi gusto, incluso la más nimia tontería como la pupila de Geralt para hacerla más canon —sí, The Witcher 3 me abrió al mundo de Sapkowski y no dije que no—. No obstante, revisitar el final de la aventura de Geralt de Rivia en PS5 y Xbox Series X ha sido tan espectacular que me ha transportado a hace 7 años. De aquella primera partida guardo dos imágenes grabadas a fuego en mi retina, y CD Projekt ha conseguido dejar alucinado a un veterano.
Una versión de consolas con mucho de PC
Podría guardarme la “bomba” para el final, pero no me gusta haceros esperar: la actualización next gen vale la pena tanto para novatos como veteranos. Voy un poco más allá y es que se equipara a una versión de PC con mods; y no sabéis cómo me alegra. Las 2 imágenes que menciono sobre estas líneas no son muy escurridizas o imposibles de encontrar, pero me marcaron como pocas veces. La ventana de Kaer Morhen al comienzo con Geralt admirando el paisaje y la extensión de la montaña próxima al castillo, bañada por aquellas nubes bajas mientras el viento arrecia; y nuestra llegada a Toussaint y la imponente presencia de Beauclair con el DLC Blood and Wine. Ya fuera por la envergadura de su escenario, el despliegue artístico-técnico, incluso la “facilidad” de la fantasía medieval para crear estampas espectaculares; fuera lo que fuera aquello que hizo esas imágenes tan especiales para mí, han quedado suplantadas por sus homónimas de esta actualización.
Las mejoras, si bien son puramente estéticas dejando los añadidos mecánicos o de contenido en segundo plano, convierten al juego en un mundo abierto que perfectamente pasa como un juego de 2022. Está claro que CD Projekt nació con el PC en mente, casi como la plataforma predilecta donde de verdad poder experimentar y llevar al siguiente nivel sus proyectos. Por ello, ahora las versiones de PS5 y Xbox se han mirado en el mismo espejo que el PC mientras adoptan para sí muchos de los añadidos que llevamos años gozando en esta última plataforma. En este caso, las versiones de consolas estrenan el tan afamado, y casi obligatorio hoy en día, Trazado de Rayos para la iluminación y Oclusión Ambiental (dejando los reflejos para el PC); texturas y teselación mejoradas y escaladas a 4K; así como una distancia de dibujado y efectos volumétricos mucho más definidos, poblados y, en definitiva, espectaculares.
Las versiones de consolas estrenan el tan afamado, y casi obligatorio hoy en día, ray tracing
En las 4 horas que pude disfrutar de esta versión next gen, nada hizo clic en mi mente diciendo “hey, estás jugando algo sumamente recortado, quizá anticuado”. Hablando con Philipp Weber, director de misiones de The Witcher 3 y Cyberpunk 2077 (así como máximo responsable de esta actualización), me quedó claro que la máxima para este proyecto “secundario” dentro del estudio polaco no fue solo trabajar codo con codo con modders, sino trabajar como modders, y es un cambio de mentalidad importante. Weber sabe de la facilidad de la comunidad para ir un paso más allá en términos de mejoras —él fue modder de The Witcher 2: Assassins of Kings, hobby que le llevó a trabajar dentro de CD Projekt—, y con esta actualización el equipo se ha desquitado incluyendo aquellos detalles que por limitaciones del hardware o tiempo no se llegaron a incluir; incluso ideas que nunca se imaginaron casarían bien con su juego como la interfaz opcional o un cambio de hechizos mucho más orgánico sin depender del clásico menú radial del juego.
Son pequeños añadidos de una versión que, aunque se nos ha hecho llegar como “next gen update”, llevará el nombre de Complete Edition, y no hay errores en ese nombre. Me gusta considerar muchas de las novedades como mejoras en la calidad de vida del juego. Una capa de pulido obvia, necesaria para acercarlo a los nuevos tiempos y con vistas a dejarnos maravillados con un aspecto visual formidable. Para los jugadores de consolas que llevan años viendo cómo el PC suple las necesidades a golpe de mods y esfuerzos de una comunidad incansable, esta actualización gratis es una excusa en sí misma para darle una nueva vuelta al juego.
Concesiones obvias para unos añadidos demasiado next gen
No sorprendo a nadie si digo que incluso así, tanto PS5 como Xbox Series X no están preparadas para el despliegue técnico-visual de The Witcher 3: Wild Hunt. Quiero decir, muy pocos lanzamientos recientes han sabido romper los cuadriculados límites de las consolas y muchos estaréis de acuerdo en que esta generación es la de elegir: o bien 4K y unos gráficos de escándalo a 30 FPS; mientras que por otro lado tienes resolución variable, sin mejoras gráficas escandalosas para alcanzar los ansiados 60 FPS. La actualización next gen sucumbe a este “problema” y si quieres deleitarte de un El Continente con una iluminación que rivaliza con la del mundo real, vas a tener que dejarte llevar por un framerate recortado.
Mi duda es la siguiente: ¿puedo recomendar jugar The Witcher 3 con el RT activado aún sucumbiendo a los 30FPS? Mi respuesta es sí, pero si ya lo habéis jugado. El motivo es muy fácil —o por lo menos así lo veo yo—, y es que el jugador veterano buscará un plus a lo ya conocido, mientras que el novato quedará prendado de todo lo que haya, independientemente de los recortes visuales. La Oclusión Ambiental por RT no es un añadido menor. Capital quizá sea pasarse un poco, pero el cambio —instantáneo, por cierto, sin necesidad de reiniciar el juego— entre el Modo Rendimiento y RT, crea 2 versiones diametralmente opuestas con un acabado sensacional a los ojos de cualquier jugador, independientemente de las horas que haya “gastado” dentro del juego.
Eso sí, los 30 FPS se notan. Aunque los polacos han conseguido añadir con atino el escalado de AMD para mantener esta tasa sólida como una roca, quizá contar con una versión entre medias beneficiándose quizá de los 120HZ de muchos monitores, habría sido la mejor decisión. Aun así, no todo el pescado está vendido. Hablamos de una versión ejecutada en los devkit de PS5 y Series X, por lo que hay claros flecos que cortar. No hablo de una situación “a lo Cyberpunk 2077”; nada más lejos de la realidad. Una versión en crudo como la que probé tiene asperezas técnicas que el equipo prometió solucionar y compartir información conforme se acerque su lanzamiento el 14 de diciembre.
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