Las Tortugas Ninja reaparecen en formato videojuego después de mucho tiempo en el mayor de los ostracismos. Y después de comprobar lo que han sido capaces de ofrecernos en la última de sus aventuras, lo mejor para todos hubiera sido que se hubieran mantenido más tiempo si cabe en el lugar en el que se encontraban hasta ahora…
Nickelodeon lleva tiempo emitiendo la nueva serie de animación de las Tortugas Ninja, unos personajes que, tiempo atrás, se convirtieron en un auténtico fenómeno de masas. Dicha serie de televisión se caracteriza por presentarnos a unos personajes más "realistas" y adultos, así como ofrecer decorados y un estilo estético sensiblemente más oscuro del que conocimos hace unos años. Bien, pues Activision y el estudio Red Fly nos presentan la adaptación del show televisivo a Xbox 360, título que cierra el llamado Summer of Arcade ya tradicional de Xbox Live. Y lo que debería haber sido un broche de oro, se ha convertido en un auténtico desaguisado de proporciones colosales.
Raphael, Donatello, Michelangelo y Leonardo se adentran en un arcade de clara orientación beat'em up realizado en 3D. A lo largo de diversos escenarios debemos ir liquidando a cuantos rivales se interponen en nuestro camino, pudiendo realizar una respetable cantidad de golpes.
Sobre el papel y dejando de lado el tema de la innovación, escasa o nula, el problema de este planteamiento tiene más que ver con su ejecución. Sí, porque lo que en un principio debería haber sido una fiesta de golpes, patadas y puñetazos, se ha convertido en un suplicio que ni tan siquiera las Tortugas Ninja han podido sacar a flote.
Tortugas al ataque
El argumento tiene que ver con Despedazador y un nuevo plan de los suyos, trama que va narrándose mediante escenas en plan cómic que no están mal perfiladas pero que, debido al poco interés que suscita la misma, dan ganas de saltarlas lo más rápidamente posible. Pero en un título de esta índole, tampoco esperábamos mucho más en el plano argumental.
El problema viene cuando saltamos a la acción y vamos jugando a los diferentes niveles, que van de mal en peor. Ya desde el principio nos damos cuenta de que el título es un auténtico sinsentido de golpes y ataques indiscriminados… que debido a ciertos problemas, nunca terminan de enganchar. Y es que, de entrada, los movimientos de los personajes son un tanto robóticos y para nada fluidos, lo que repercute negativamente en la jugabilidad.
Pero hay más. Una de las principales características del juego es que podemos cambiar de un personaje a otro sobre la marcha, empleando para tal fin las diferentes direcciones de la cruceta digital. Por desgracia, y al margen de que esto apenas afecta de manera beneficiosa al desarrollo de las peleas, el maremágnum de personajes que se dan cita en cada batalla impide que la acción transcurra con fluidez y algo de sosiego. O sea, que es tal el conglomerado de tipos que se dejan ver en cada momento que cuesta seguir las evoluciones de nuestros personajes.
Y a esto no ayuda el planteamiento estético del juego, muy oscuro, tanto que a veces cuesta mucho dilucidar qué es lo que figura en el horizonte. Pero la cosa no acaba ahí. Los rivales presentan un déficit de inteligencia más que notorio, las misiones son redundantes y confusas en grado sumo, las batallas carecen de interés en absoluto, la espectacularidad brilla por su ausencia…
Todo esto provoca que el título sea muy flojo y para nada interesante, algo que ni los más forofos seguidores de estos personajes podrán refutar. De poco o nada sirve el hecho de que los protagonistas puedan ir mejorando sus aptitudes o aprendiendo nuevas técnicas. Da igual. Y para colmo, técnicamente es más bien discreto y las melodías que acompañan a la acción son infumables.
Un auténtico despropósito disfrazado de beat´em up 3D y protagonizado por las adorables Tortugas Ninja, personajes que han sido totalmente avasallados por un desarrollo aburrido y sin chispa. Una forma muy triste de despedir la última edición de los Summer of Arcade.
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