Análisis de Tomodachi Life. Tu vida se 'nintendiza'

Análisis de Tomodachi Life. Tu vida se 'nintendiza'
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Desde la aparición de los Mii con Wii en el año 2006 se había echado en falta una interacción lícita de los avatares de Nintendo. Tomodachi Life otorga vida a tus personajes y los pone a vivir el día a día en una isla en la que tú haces y deshaces. Añade a familiares, amigos, famosos o inventa personalidades que se carguen la convivencia allí. Todo vale en Tomodachi, el límite es tu imaginación.

Todo tiene un comienzo en el éxito occidental de las producciones de Nintendo. Antes de que Fire Emblem Awakening apareciese en 3DS hubo un Fire Emblem en Game Boy Advance que allanó el terreno para los que vendrían en el futuro; antes de que New Leaf recogiese el éxito que atesora hoy en día hubo un estreno occidental para Nintendo DS que presentó a Tom Nook y compañía en sociedad. El caso de Tomodachi Life, Tomodachi Collection en Japón, es el de un fenómeno nacido en tierras niponas que atesora dos entregas a sus espaldas y más de cinco millones de juegos vendidos. Viene apadrinado por Yoshio Sakamoto, culpable de éxitos de la Gran N como Wario Ware o Rythm Paradise. No hace falta explicar que su díscola impronta se ve en muchos de los elementos que componen la presente obra.

El objetivo de Tomodachi Life es la propia vida en sí. Imagina vivir en una isla con la gente que deseas tener a tu alrededor. Imagina añadir a tu pareja actual, familia o amigos. Añade picante a esa vida metiendo personajes famosos, artistas de cualquier índole o figuras históricas. No dudes en añadir algo de tus series o películas favoritas. No olvides esa novia o novio que tuviste en el instituto y alguna amistad (o enemistad) del pasado. Una vez tengas los Miis hechos, entra en Tomodachi con ellos, regálale una personalidad y dales voz. La partida comienza con el primer inquilino de tu particular paraje, el final llega cuando tu imaginación se agota y no consigues añadir nuevos habitantes. Luego hablaremos de ello.

La caracterización de los Miis es tan simple como imaginas: hay que rellenar una serie de apartados y a los pocos minutos lo tendrás participando en tu sociedad imaginaria. El título, que está en perfecto castellano, usa un regulador de voz para añadir más personalidad a los protagonistas, lo que hagas con ella ya depende de ti. Nada te impide ponerle voz de idiota al jugador de fútbol que tanto odias del equipo contrario, matarlo (no literalmente) de hambre, convertirlo en el tío más desgraciado de la región o, sencillamente, compartir con él una batalla de rap en la fuente a media tarde y dejarlo por los suelos. Todo vale en Tomodachi, y aunque la aleatoriedad de los eventos es la nota predominante de la obra, hay escenas en las que parece que tu Nintendo 3DS sabe demasiadas cosas de tus amistades y de ti mismo. Llega a niveles inquietantes.

Un juego de ver, no de jugar

Tomodachi Life es fresco, es una experiencia curiosa, pero no te engañes: lo que es jugar no es la capacidad principal del cartucho. Hasta que no te pones a los mandos resulta complicado entenderlo, pero es una de las características principales del software: lo divertido en Tomodachi no es jugar a las parejas con tus vecinos o esa especie de RPG retro que puedes acceder en el parque de atracciones; lo divertido es ver cómo conviven esos habitantes y observar su evolución (o más absoluta degeneración) en su convivencia. Rompe la cuarta pared constantemente: los inquilinos te hablan directamente a sabiendas de que eres tú el que les proporciona entretenimiento, comida u opinión en sus decisiones morales, y tu rol es el de servirles y proporcionarles lo que necesiten.

La acción del usuario consiste en crear, alimentar, comprar y mirar desde una posición pasiva todo lo que acontece en los límites del juego. Una vez aceptado ese papel comprenderás las virtudes del cartucho. Los habitantes hacen y deshacen a su gusto, tú les proporcionas su ropa, su alimento y tus consejos y ellos actúan en consecuencia a su psicología. ¿Acaba ahí la función del jugador? En realidad no: puedes sacar partido de muchas de las situaciones que acontecen a lo largo del día en tu particular paraíso, pero debes aceptar la categoría de Tomodachi Life, una obra que puede durar mucho tiempo dentro de tu 3DS, pero que nunca será un título al que le acabes echando más de una hora seguida.

Se trata de echar vistazos periódicos y ver qué acontece. Además de eventos especiales, hay actividades en todas las franjas horarias del día, eventos que, claro, otorgan objetos especiales y diferentes elementos que agrandan la experiencia y dotan al producto de nuevas circunstancias que hará especial la convivencia entre inquilinos. ¿Cómo? Con disfraces de mariquita, de oso o gorros de fresón. Haz una foto, súbelo al Facebook del increpado y espera la reacción. Tomodachi es un auténtico generador de memes. No somos conscientes de lo que va a generar hasta que pasen unas semanas tras su estreno.

La isla está totalmente equipada. Hay actividades programadas a todas las horas del día en cada localización.
La isla está totalmente equipada. Hay actividades programadas a todas las horas del día en cada localización.

Generador de situaciones dantescas

El problema del Reggie Fils-Aime de mi juego no es que vaya vestido de hámster y deambule por la playa a altas horas de la noche: el problema es que le encante. A Miyamoto, por ejemplo, le di profiteroles hace unos días y le gustaron tanto que su reacción fue salir despedido al espacio como un cohete a reacción. Hoy mismo, mi Mii, se quejaba a la organización de la Maratón del Bacalao que en los puestos de bebida del evento no había agua, sólo bacalao. He sorprendido a John Lennon y Paul McCartney en medio de una pelea lanzándose los muebles encima, y a pesar de que Ringo Starr ha intentado que los de Liverpool hiciesen las paces, no las han hecho, Let it Be. Y no os he comenzado a hablar de las pesadillas.

Los personajes de Tomodachi por la noche sueñan y el usuario puede entrar (a veces puedes hasta participar) en sus pesadillas. Es mejor que no sepáis mucho de ellas, la sorpresa será mayor cuando las veáis, pero hay docenas de ellas y cada una más ilógica y absurda que la anterior. Igual que las declaraciones de amor y tu papel de Celestina: cuando un Mii se enamora de otro viene a pedirte consejo sobre su declaración. Intervienes ayudando a elegir dónde debería declararse, cómo debería hacerlo y qué debería regalarle. En tu mano está que esa pareja funcione, pero nada te asegura que en medio del momento estelar venga un tercer individuo (o un cuarto, o un quinto) y arruine el momentum.

Más allá de esas situaciones personales entre Miis, también hay varios talleres en los que poder hacerlos actuar o posar. La sala de conciertos, por ejemplo, te deja crear grupos de música con tus inquilinos y hacerlos cantar canciones de todo tipo. Lo mejor es que esas melodías puedes componerlas tú mismo, y lo que digan esos temas y esas estrofas es cosa tuya y solo tuya. El taller de fotografía te ofrece la posibilidad de usar distintas localizaciones y fondos para tu uso y disfrute con tus personajes favoritos. Desde tiernas estampas familiares a poses heroicas de todo tipo.

La sala de conciertos permite cantar temas de muchas clases. Podrás editar la letra y componer tus propias canciones. Añádele disfraces y disfruta el espectáculo glam.
La sala de conciertos permite cantar temas de muchas clases. Podrás editar la letra y componer tus propias canciones. Añádele disfraces y disfruta el espectáculo glam.

Todas esas instantáneas (además de las que te apetezca hacer en cualquier momento del juego presionando Y o X) puedes compartirlas en redes sociales o quedártelas para tu uso personal. El propio juego incorpora un gestor de contenido, pero nada te impide sacar la tarjeta SD, meterla en el ordenador y trastear, hacer y deshacer lo que te apetezca con ellas. Las fotografías posadas son divertidas, pero los Miis pueden desarrollar su vena artística con una cámara en ristre y hacer fotos del todo sorprendentes. No dudes en gastar cámaras desechables cada vez que te pidan una.

Además, cada día hay una noticia nueva proveniente de los estudios de televisión, y los acontecimientos narrados de forma aleatoria entre personajes de la isla y las posteriores declaraciones de los afectados te arrancarán una sonrisa. Igual que las diferentes actividades de compatibilidad, que al añadir dos habitantes sabrás si sois compatibles. También hay chismorreos en la cafetería a media tarde y barbacoas de gran éxito al mediodía con carne de “padre y muy señor mío”. La descendencia de los habitantes tiene dos posibilidades una vez crecen: quedarse en la ínsula como un ciudadano más o salir de viaje con el Street Pass y visitar otros parajes del mundo. Dichas visitas se traducen en regalos provenientes de mundos más allá de tu 3DS.

En tu isla no falta el amor. Las declaraciones depara momentos de auténtica risa. Si la relación cuaja llegará la casita de casados, los hijos y las desgracias.
En tu isla no falta el amor. Las declaraciones depara momentos de auténtica risa. Si la relación cuaja llegará la casita de casados, los hijos y las desgracias.

Y si la imaginación acaba…

… el juego muere. Así de simple. El título no puede intervenir en algo tan personal y único como la imaginación del que lo jugará, por lo que tu experiencia puede ser maravillosa o decepcionante si no te muestras receptivo con lo que estás viendo. Es una cuestión de empatía con el universo que él mismo ha creado y lo que hacen sus personajes. Es un ejercicio mutuo en el que el usuario obsequia a la isla para que la isla le obsequie con nuevas situaciones; al momento que el usuario deja de regalar nuevos elementos con los que interactuar, la isla le es recíproca. De ahí que sea interesante que antes de lanzarte a Tomodachi tengas la oportunidad de probarlo primero.

Para ello, Nintendo ha dispuesto de dos códigos de prueba con cada juego vendido. Si conoces a alguien que se haya hecho con uno no dudes en lanzarte de cabeza y probarlo de primera mano. Puede que lo adores o lo odies, pero si acabas comprendiendo lo que los japoneses han intentado mostrarte y te haces a su humor y a su forma de comprender las situaciones cotidianas y el día a día como lo harías tú si fueses un personaje de la Gran N, seguramente, amarás lo que vives. Es una producción que acompaña a tus obras grandes de Nintendo 3DS, que te facilita descansos mientras disfrutas de producciones que requieren de ti varias horas al día. Aquí no: encender, echar un vistazo y apagar con la sonrisa puesta. Si detectas que no sonríes cuando apagas puede que Tomodachi no sea para ti.

Excelente

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Tomodachi Life

Por: El equipo de 3DJuegos
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Cada Tomodachi es un mundo, por lo que lo que he vivido en mi consola puede que no sea similar a lo que vivirás en la tuya. Mejor o peor, pero fresco y novedoso en todo caso. No hay un videojuego igual, y pensar que es un Tamagochi o un Sims desarrollado por Nintendo es quedarse corto y menospreciarlo. Los Miis nunca han estado tan vivos, y su mundo se construye según pasa el tiempo y tú vas añadiendo nuevos ingredientes al cóctel. No es sólo la gran apuesta del año de la Gran N, es una franquicia que ha venido para quedarse.

Comprar Tomodachi Life
  • Otorgar vida a tus personajes.
  • Circunstancias y situaciones del todo dantescas.
  • Parece leer la mente del jugador.
  • El límite es tu imaginación.
  • Un concepto difícil de entender.
  • Poco de jugar, mucho de ver.
  • El límite, también, es tu imaginación.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: Incalculable
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