El estudio Armature, ex-miembros de Retro Studios y creadores de ReCore, vuelven con su obra más íntima y personal. Pero, como comprobarás en el análisis de Where the Hearts Leads, no está exenta de algunas carencias y problemas de ritmo.
El otro día, de hecho, hablaba del costumbrismo en las narraciones modernas. No sé muy bien por qué, pero soy un gran defensor de Érase una vez en Hollywood. Y lo digo porque casi siempre he necesitado de buenos mecanismos estructurales tradicionales para que me funcione una historia. Es decir, que vaya algún sitio y englobe un tema claro. Pero, cada vez que veo la última de Tarantino, me olvido de todo esto y, simplemente, disfruto: me parece apasionante todo el entorno de Hollywood que recrea, las situaciones que acontecen y, sobre todo, sus sugerentes personajes.
Digo todo esto como un intento, espero que no frívolo, de decir que a mí, los juegos como Where the Hearts Leads, me interesan. Hace casi dos años traje por aquí Mutazione que tiene una premisa similar mucho mejor llevada. Y, sin embargo, con la nueva obra tan personal de Armature Studio, la cosa no ha funcionado conmigo. Me he visto tentado a saltarme diálogos en más ocasiones de las que puedo contar, que es el equivalente a saltarte párrafos de un libro cuando te das cuenta de que no te está convenciendo, pero, por alguna extraña razón, no te decides a abandonar.
El principal problema que le veo a Where the Hearts Leads es que es demasiado largo y demasiado amplio. Quiere abarcar tanto de la vida de su protagonista, Whit Anderson, que puede caer en el aburrimiento. Donde una novela dickensiana es capaz de llevar un hilo conductor, aunque te cuente toda la vida completa de su protagonista, aquí no parece haber un tema específico que se aborde. Sí, podrías decir que este juego trata sobre la vida, o la familia, pero, en vez de intentar expandir cada uno de los flecos de la vida de una persona, a veces creo que le vendría mejor concretar un poco más.
La premisa es interesante. Es el desarrollo el que falla
Y a mí también, así que comencemos por el principio: Whit Anderson es un padre de familia en un rancho de la América rural, que un buen día, o una buena noche, presencia un acontecimiento insólito: un enorme agujero se abre en sus tierras y, al tratar de rescatar a su perro, cae en él. Esto termina siendo un mero pretexto para vivir una serie de recuerdos de Whit a lo largo de su vida. Durante diferentes escenas, se nos muestran las interacciones con los personajes que rodean su vida y nosotros podemos elegir el devenir de los acontecimientos mediante una serie de decisiones que cambiarán drásticamente la historia.
Sí, la premisa es interesante. Es el desarrollo el que falla. Personalmente creo que en demasiados ámbitos. Desde el ritmo lento de la obra, pasando por una narrativa algo pobre y falta de inspiración (se dice literalmente eso de “todas tenían el mismo problema, que no eran tú”), con diálogos interminables que a veces no aportan nada; y una perspectiva de la situación, con una cámara muy lejana al personaje y NPCs semi translúcidos, que no ayudan en absoluto a implicarte en las situaciones que vivimos.
Apertura de miras
Si tuviera que destacar un problema, sería el de la falta de concentración en un tema concreto. A lo largo de la vida de Whit, descubrimos los problemas con sus padres, con su hermano Sege, con su novia y futura mujer e incluso con los padres de la misma. El objetivo es demasiado ambicioso, tratando de mostrar pequeños y grandes problemas muy dispares alrededor de la familia. Esto es algo que, en buenas series de ficción, y me viene ahora a la cabeza A Dos Metros Bajo Tierra, se puede llegar a tratar bien. Pero incluso en la serie de Alan Ball se plantaban los pies en la tierra (nunca mejor dicho) alrededor de un tema más concreto: la muerte. Where the Heart Leads se acerca al costumbrismo rural americano desde una óptica tan abierta que no es capaz de transmitir emociones específicas y certeras. Y una vez que sucede esta ruptura con el jugador, ya es difícil volver a engancharte y conectar con sus personajes.
Se nota el intento, no hay duda, de Armature Studio por hacer algo diferente aquí. Tanto en perspectiva como en ambición. De ser un desarrollador fundado por ex-desarrolladores de Metroid Prime, que crearon ReCore y ayudaron con varios ports de grandes juegos, esto se nota como una obra completamente distinta en escala y objetivos. En lo técnico, también hay problemas: unos escenarios muy descuidados y llenos de popping que, si bien son llamativos sobre todo en sus colores, no terminan de cuidar sus animaciones y transiciones que tanto utiliza; y unos personajes que se habrían beneficiado de tener voces (y cuerpo) para reforzar las interpretaciones.
Pero, ante todo, creo que Where the Heart Leads habría sido una obra más redonda si hubiera intentado abarcar menos. 10-12 horas de puro diálogo en un juego de estas características es algo que solo son capaces de sostener las novelas visuales que tienen la ideas muy claras y en las que conectas con la trama y personajes; y creo que habría funcionado mejor mantener una escala más reducida y centrada. Con todo, lo que mejor funciona es esa ramificación de decisiones que nos permite elegir hacia dónde irá la vida de Whit. En definitiva: supongo que el valor de la última película de Tarantino es apreciar el difícil arte de transmitir emociones cuando aparentemente parece que no está pasando nada.
Where the Heart Leads tiene un planteamiento interesante: recorrer la vida de Whit Anderson desde su infancia y tomar las decisiones que cambiarán radicalmente su trayectoria. Pero el camino se torna algo monótono y aburrido, producto de unos diálogos densos y que en ocasiones aportan poco y una falta de foco en lo realmente es importante. Tampoco ayuda un apartado gráfico algo pobre y errático.
Comprar Where the Heart Leads- El planteamiento es interesante: Whit cae a un agujero y recorre varios momentos importantes de su vida.
- Podemos tomar decisiones que tendrán consecuencias drásticas en la vida de Whit.
- Intenta abarcar demasiados temas y no logra centrarse en ninguno, con lo que cuesta sentirse identificado y conectar con los personajes.
- El juego se hace pesado, con diálogos densos que a veces aportan muy poco.
- Técnicamente es muy justo y su presentación visual no ayuda en ocasiones.
