Acción por acción, sin cortapisas, sin quebraderos de cabeza. Un notable shooter descerebrado de los que tanto ansían los aficionados a las recreativas de los 80, y una nueva oportunidad de reivindicar las consolas Next-Gen como fenomenal olimpo descargable para los nostálgicos.
Wolf of the Battlefield: Commando 3 es la nueva entrega de los memorables Commando de la década de los 80, y como tal mantiene prácticamente intacta la jugabilidad que les consagró como una de las franquicias de bandera del género de acción en Spectrum, Commodore y Amstrad entre otros.
Capcom rescata del olvido esta marca para relanzarla en uno de los mejores teatros para este género arcade, las plataformas de descarga de PlayStation 3 y Xbox 360. El resultado es un título rápido y sin complejos que desprende el aroma clásico de los grandes del pasado.
Lobos de Guerra
Cinco niveles tiene Wolf of the Battlefield. Cinco niveles repletos de acción directa y vertiginosa, donde no conviene soltar el control de disparo ni por un instante. El juego, además, recoge el espíritu de las recreativas del pasado, pues no nos permite grabar partida ni acceder a check-points, la campaña debe ser superada de una sola vez, y si en algún momento acabamos con nuestras vidas y “continues” deberemos volver a empezarlo desde el principio.
Precisamente el modo historia dura poco más de noventa minutos, dependiendo de nuestra habilidad, de modo que es uno de esos juegos en los que se nos emplaza a superarlo varias veces para mejorar nuestra puntuación y eficiencia sobre el campo de batalla; todo ello dentro de un estilo que prima la memorización y perfeccionamiento de nuestro trayecto por los mapeados por encima del avanzar niveles sin mirar atrás.
El control responde a la clásica adaptación de un título de estas características al funcionamiento del pad. Empleando la palanca izquierda para el desplazamiento, y la derecha para el fuego direccional. En esta ocasión queda el gatillo derecho para el lanzamiento de granadas, y el izquierdo para la acción especial de cada personaje, el M-Crash, un movimiento que limpia la pantalla de enemigos.
Por lo demás contamos con tres personajes que otorgan diferentes formas de acercarse a las partidas, y que tienen tres diferentes parámetros para diferenciarse entre si aparte de su aspecto físico –velocidad, defensa y capacidad ofensiva-. El juego se desarrolla enteramente con el clásico scroll vertical y horizontal, salpicado de ocasionales desplazamientos en vehículos, y con alguna parte de nivel sobre balsas, o plataformas voladoras; e incluso enfrentándonos a algunos “jefes finales” en un nostálgico plano cenital.
En el aspecto visual Wolf of the Battlefield goza del clásico aspecto gráfico y tecnológico de un juego de estas características. Nada destaca para lo bueno ni para lo malo en un apartado bastante resultón, que se beneficia sin lugar a dudas de una dirección artística muy acertada. Algunos pequeños problemas de conexión a la hora de acceder al multijugador en la versión de Xbox 360, y pequeños defectos en la tasa de imágenes por segundo tanto en la de la consola de Microsoft con la de Sony son los únicos defectos técnicos que se pueden observar.
Wolf of the Battlefield Commando 3 es una interesante opción para los amantes de los arcades más directos y descerebrados. Gráficos más que correctos y jugabilidad vertiginosa para un título que peca de ser excesivamente corto.
