Nueve millones de suscriptores, una expansión y un gigantesco mundo virtual aclamado por el público y la crítica. Estos datos son el santo y seña de World of Warcraft, y son los factores que avalan a Wrath of the Lich King, la segunda expansión del juego. El rol online más popular pone Tamriel a tus pies.
El éxito de World of Warcraft sigue creciendo, y con él su leyenda. El juego que más ha hecho por popularizar los MMORPG vuelve a estar de actualidad, ya que tras su brillante expansión, The Burning Crusade, los chicos de Blizzard ya están trabajando en Wrath of the Lich King, el segundo add-on.
El juego estuvo presente en la Games Convention de Leipzig, donde pudimos probarlo y experimentar unas impresiones inmejorables. Vuelve World of Warcraft, vuelve el rey del rol online.
Se Acumula el Trabajo
Cuando algunos ni siquiera hemos terminado la mayor parte de las quests de The Burning Crusade, ya se anuncia Wrath of the Lich King, y viene cargado de novedades.
Para empezar la expansión principalmente se desarrolla en la parte más al norte de Azeroth, denominada Northernd. En este lugar reside el príncipe Arthas, que pretende sembrar el caos en el mundo.
Blizzard ha adoptado la sabia decisión de no restringir los paisajes de Northrend al clásico entorno meramente polar con hielo y tundra. Para dotar al programa de más variedad se ha optado por alternar las zonas heladas con bosques y lugares más cálidos con vegetación y ciudades.
Las novedades por supuesto no se limitan a los decorados, y en realidad van mucho más allá. Para empezar contamos con una nueva clase, una remozada capacidad para 80 niveles del personaje, nuevas disciplinas, profesiones y habilidades y por supuesto el nuevo arco argumental.
La mayor adición de la expansión es, sin lugar a dudas, la de la clase “Death Knight”, la primera clase heroica de World of Warcraft. Este hecho supone que deberemos trabajar bastante antes de poder emplearla con efectividad, se trata de una clase que mezcla elementos de otras para convertirse en una suerte de híbrido con grandes posibilidades.
Este caballero será además el único personaje que podrá equiparse con el novedoso sistema de runas que servirá para engarzar varias de ellas en un arma. Habrá tres clases de runas: de sangre, santas y de congelación, y se mostrarán en una nueva barra de tareas del interface. Las runas nos permitirán escoger como mejorar nuestras armas, y nos proporcionará una nueva manera de personalizar nuestro estilo de combate.
La profesión “Inscription”, por su parte, es otro de los principales añadidos de Wrath of the Lich King. Gracias a esta nueva profesión podremos modificar los hechizos y habilidades, de modo que nos permitirá, por ejemplo, añadir más daño a un determinado poder mágico o mejorar un atributo con el que cuente el personaje.
Larga Espera
En otro orden de cosas también se ha trabajado mucho, por ejemplo, en dotar de mayor variedad a todo lo que hace referencia a la rama del PvP (player versus player).
El más llamativo de los añadidos en este sentido es el de los asedios. En este nuevo modo de juego contaremos con diferentes armas de demolición, y entre quince jugadores deberemos destruir el mayor número de edificios posibles en un tiempo determinado para dilucidar quien es el vencedor y obtener puntos de honor.
Todo en World of Warcraft Wrath of the Lich King apunta excelentes maneras. El apartado gráfico permanece imperturbable, pero sigue cumpliendo de sobra para trasladar a nuestras pantallas el fascinante mundo de Blizzard; y las nuevas incorporaciones jugables tienen la palabra diversión escrita implícitamente.
Lamentablemente Blizzard todavía no ha hecho pública ni tan siquiera la fecha de lanzamiento del juego, y es que todavía queda mucha información por saber acerca de la segunda expansión de World of Warcraft; pero los datos que conocemos son suficientes como para abrir boca y hacer todavía un poco más larga la espera por este título.