Vuelve XCOM en mejor estado de forma que nunca. Nuevas unidades, mejoras, misiones y una nueva amenaza a la que hacer frente: la sociedad secreta EXALT. Una expansión a la antigua usanza que continúa el espíritu de la serie, prometiendo un desafío igual o mayor al de la entrega original y una duración más que correcta. Prepárate, porque esta vez el enemigo viene de dentro.
No hay duda que XCOM Enemy Unknown cambió el paradigma con su lanzamiento a finales del año pasado. Muy pocos esperaban grandes cosas del título y fijaban sus miras en la propuesta que mezclaba shooter con estrategia. Pero como a menudo sucede en el mundo de los videojuegos, nunca hay que dar nada por sentado. Firaxis logró traer con gran tino una idea que tiene casi veinte años de antigüedad y en pocas semanas la transformó en furor. Queríamos seguir disfrutando de esa tensión que llegaba a apretarnos más fuerte a través de sus turnos que otras propuestas más espectaculares. Queríamos más estrategia. Más XCOM.
La respuesta es Enemy Within, una expansión que sigue las bases de lo que se hacía allá por 1994; es decir, nada de un DLC al uso, sino una nueva campaña con las mismas bases que el original, nuevas unidades y una duración más que considerable. Un concepto este de expansión que, en el fondo, inventaron los juegos de mesa, de los que XCOM más se influencia. Después de unos cuantos acercamientos, por fin hemos podido disfrutar de unas partidas a los mandos de esta expansión que prometía enganchar tanto como la primera vez. El resultado no se hizo esperar, devolviendo toda la tensión a cada una de nuestras decisiones sobre el tablero de juego, y con alguna que otra sorpresa para la gestión de la base que no nos esperábamos.
Enemigo Interior
Esta sorpresa son los EXALT, el grupo humano con el que ahora cobra sentido el nombre del juego. Una sociedad secreta muy del estilo de cualquiera que se rumorea pululando por el mundo, como los Illuminati, Skull & Bones o cualquier orden masónica. Funciona, porque Firaxis ha vuelto ha rescatar la misma esencia que tan bien le hizo al inspirarse en ufología popular, como los grises o los reptilianos. Eso sí, esta sociedad secreta está mucho más militarizada que la idea que tenemos en mente, para adecuarse a los requerimientos del género.
El estudio se ha inspirado también en todas las tramas de espías que tanto les gustan para crear una red de "conspiranoia" que pondrá en tela de juicio todas y cada una de nuestras acciones. Así, para poder detener esta amenaza interna tendremos que ir recopilando información escaneando distintas células, realizando nuevas misiones para poder detectar y neutralizar a los EXALT. Pero habrá que tener cuidado, porque si nos equivocamos a la hora de señalar al país que da cobijo a esta sociedad podemos perderlo en el camino y se desvinculará del consejo para siempre.
Por el contrario, detectarlos y perseguirlos nos irá abriendo un nuevo camino de investigación que funcionará un poco a modo de misión secundaria o sub-trama paralela, de forma que podamos impedir sus macabros y misteriosos objetivos. Porque como toda buena sociedad secreta, nunca se sabe exactamente qué es lo que planean. Para ello tendremos que cumplir dos nuevos tipos de misiones EXALT, pero antes de poder acceder a ellas necesitaremos un soldado encubierto.
Estos soldados de incógnito saldrán de nuestro propio pelotón, por lo que heredarán todas las habilidades y facultades que van con el rango. Sin embargo, su condición de incógnito les impedirá llevar cualquier tipo de accesorios o armas pesadas, y por lo general serán la unidad menos protegida que tengamos que escoltar y cubrir todo el tiempo, ya que en cualquier momento puede caer en combate. Algo que puede ser totalmente fatídico si jugamos en el modo Hombre de Hierro, que activa la muerte permanente y no nos permite cargar partida y recuperarnos de un paso en falso.
De incógnito
Existen dos tipos de nuevas misiones: la Extracción y la Recuperación de datos. En una de ellas tendremos que ir a por nuestro agente encubierto que tendrá que activar unas células, protegerle mientras realiza la operación y llevarlo posteriormente de nuevo a casa sano y salvo. Aquí notamos un buen pico de dificultad, ya que los EXALT pueden aparecer por sorpresa en cualquier lugar del escenario. Es un truco que XCOM utiliza para "pillarnos con los pantalones bajados", que quizá no sea del gusto de los jugadores más planificadores, pero que nos parece muy realista por añadir el elemento sorpresa a todo aquél que mueva sus turnos con prisa cuando cree que el peligro ha pasado. Además, ahora tendremos que escoltar a toda nuestra unidad de vuelta a la nave si queremos que regresen vivos. No hacerlo provoca que el juego nos pregunte si de verdad queremos abandonar a algunos de nuestros soldados antes de marchar. Y sospechamos que en algunas circunstancias, cuando nos veamos muy rodeados por el enemigo, no tendremos más remedio que acudir a ella, ya que por vez primera no tendremos que limpiar totalmente el escenario de enemigos para cumplir con éxito una misión.
Si el modo extracción parece difícil, la Recuperación de datos no le viene a la zaga. Se trata de misiones donde tendremos que encontrar, recuperar y proteger ciertos dispositivos con información. Lo más probable es que los enemigos lleguen a muchos de ellos antes que nosotros, y deberemos que tener mucho cuidado con nuestro armamento más explosivo, porque podríamos dañar irremediablemente los datos. En estas misiones las estrategias de los EXALT son además particularmente complejas, porque su número se incrementa y suelen rodearnos por muchos flancos que habrá que proteger, a la vez que intentamos avanzar para que ellos no roben la información antes que nosotros.
Este añadido de los EXALT nos ha sorprendido mucho. Su comportamiento en el campo de batalla no tiene nada que ver con el de los alienígenas y se comportan incluso de forma más feroz en algunas ocasiones, y más inteligente en otras. Son, en el fondo, más como nuestro equipo humano. Si pueden tirar una granada y hacer un daño estrepitoso no desaprovecharán la oportunidad y disparar a uno sólo de nuestros soldados que estén además bien cubiertos. Por lo general, si están cerca de un tejado o cualquier zona con altura, aprovecharán a su francotirador para subirlo rápidamente sin miramientos, porque por lo general siempre se encuentran en superioridad numérica. Y por si fuera poco, las nuevas unidades que ofrece la expansión a nuestro pelotón como las mecánicas o cibernéticas, no estarán disponibles para estos enfrentamientos.
Filosofía de Tablero
Y es que cuando se suele hablar de mejoras, nuevas armas, armaduras o nuevas unidades, puede que en el fondo no sean más que pequeños regalos al jugador en muchos de los videojuegos disponibles, pero cuando se trata de un juego de estrategia la cosa cambia, ya que puede hacernos replantear toda la partida. Los dos nuevos tipos de unidades por parte de los alienígenas, que siguen siendo la principal amenaza en esta expansión, así como las dos equivalentes en el caso de los humanos, hará que podamos tomar decisiones un poco más arriesgadas gracias a la cantidad de salud con que cuentan cada uno de estos portentos; pero por el contrario podemos perder a una clase fundamental, ya que nuestro equipo no constará de muchas más unidades por cada asalto. Para los más estratégicos, sin duda el laboratorio genético y las nueva sustancia de los alienígenas, el MELD, supondrá un gran cambio a la hora de aplicar implantes a los soldados, haciéndolos más ágiles o más duros, capaces de cosas imposibles e igualando un poco la balanza.
XCOM Enemy Within sabe lo que queremos y nos lo va a dar multiplicado. Se agradece que Firaxis siga teniendo una filosofía de "compañía de toda la vida", porque así los jugadores podremos disfrutar de una expansión en toda regla, como pocas veces vemos en estos días (a excepción de Blizzard), y que algunos otros se atreverían a llamar segundas partes. Quizá los usuarios de consola sean los que más inconvenientes puedan tener con esta expansión, porque llegará junto al original, y en el caso más que probable de poseerlo, tendrán que hacerse con los dos a la vez. La explicación, sin embargo, no tiene nada de "conspiranoia". Hacer la expansión teniendo que realizar llamadas constantes al disco original haría que tuviéramos que pasar por varios cambios de disco, en el caso de que hubiera sido posible.
Es posible que ante la avalancha de juegos que se suelen subir a los tops de lo mejor en Inteligencia Artificial, XCOM no suela aparecer en las listas, pero podemos asegurar que lo que ha demostrado la saga con Enemy Unknown y ahora con Enemy Within se encuentra entre los mejores ejercicios de lo que llevamos de generación. Ananda Gupdta, diseñador jefe de esta expansión (y co-diseñador de uno de los juegos de mesa más valorados por la crítica: Twilight Struggle), se reía al contestar nuestras preguntas acerca de un XCOM en la próxima generación. ¿Qué podría aportar tanto gráfico a una franquicia que es perfectamente capaz de salir al paso sin tanta tecnología next-gen? "Te sorprenderías si vieras la cantidad de tecnología que utiliza actualmente XCOM para explotar los sistemas actuales", dice Gupdta.
Después de haber disfrutado tanto del original como de su expansión, de ver lo bien que se comporta cada unidad en el campo de batalla, la cantidad de variables que provocan nuestras respuestas a los enemigos, estamos más que sorprendidos. No hay duda.