Cree que en el futuro, cuando la tecnología esté perfeccionada, solo los enemigos de la misma podrán decir que "no sirve para nada".
Con las dudas sobre el éxito de la tecnología de realidad virtual rondando sobre sus cabezas, el máximo responsables de Oculus Rift ha reconocido que en estos momentos nos encontramos ante una tecnología "muy cara y relativamente primitiva" en comparación con esa idea "propia de la ciencia ficción" con la que nace el proyecto, pero aun así cree que la realidad virtual alcanzará el éxito, y en un futuro muy pocos serán capaces de resistirse a sus encantos.
"Es todo cuestión de tiempo", explica Palmer Luckey. "Al final, los costes se reducirán y la calidad aumentará, y la variedad de contenidos será tan amplia que es casi imposible imaginarse a alguien más allá de los detractores más acérrimos diciendo: ‘No voy a usar la realidad virtual’".
Para Luckey esta tecnología podría funcionar muy bien en los partidos de fútbol americano, para ver películas, estar con los amigos o incluso disfrutar de unas "vacaciones virtuales". También espera que en el futuro las gafas de realidad virtual sean menos aparatosas, y que incluso se suministre de manera gratuita.
El padre de Oculus Rift entiende que ahora haya gente que dude acerca del futuro de la tecnología y de los contenidos que pueda aportar, pero insiste en que esta es una cuestión de tiempo. "A largo plazo es imposible detener la realidad virtual. En algún momento, la tecnología avanzará hasta un punto donde la tecnología podría llegar a ser gratuita".