Aseguran que el mínimo error se paga con la disolución del estudio.
La gran presencia que han adquirido las plataformas de distribución digital tanto en PC como en consolas ha permitido a un montón de equipos de desarrollo independientes ofrecer al gran público sus creaciones con ciertas garantías de éxito, pero a su vez, la presión y las “preocupaciones” ante el fracaso también están lastrando mucho a estos equipos. Así al menos lo aseguran los creadores del fantástico Bastion, Supergiant, en boca de uno de sus responsables, Amir Rao.
“Hay demasiadas preocupaciones en la independencia. Primero te preocupas por si tu juego será bueno, luego por si gustará, después por cuándo saldrá, más tarde por si saldrá a la vez algo mayor que le haga sombra, y al final, cuando se pone a la venta, te preocupas de si está vendiendo tan bien como para poder hacer otro juego más.” Con esta rotundidad se ha mostrado el creativo de Supergiant en declaraciones al medio GameSetWatch.
“Nuestros ahorros serían eliminados, todo lo buenos momentos que pasamos con nuestros amigos y familiares se evaporarían, y después de dos años del trabajo más intenso de nuestras vidas podríamos quedarnos sin nada más que mostrar”, por eso, continúa Amir Rao, “mantenemos siempre nuestras expectativas muy bajas.”
Por supuesto, prosigue, trabajar como independiente tiene sus ventajas, ya que se suele contar con una mayor libertad creativa frente a los equipos de desarrollo tradicionales, lo que da pie a que se creen “el tipo de juegos que nunca se haría con un equipo mayor en una gran compañía.” El propio Rao reconoce que en su equipo nunca han planificado nada “sobre el papel” como se estila en los estudios tradicionales. “Tenemos las ideas y las colocamos en el juego en cuestión de horas, inmediatamente.”