Su división Xbox registra un crecimiento del 8% respecto a 2016 en el último trimestre fiscal.
Continúa el goteo de compañías que nos van haciendo saber sus resultados económicos para su último trimestre fiscal, siempre el terminado el 31 de diciembre de 2017. En esta ocasión nos toca hablar de Microsoft, que ha visto un interesante repunte de sus ventas gracias al lanzamiento de Xbox One X en la recta final del año pasado.
Concretamente, y siempre hablando de ese período de tres meses, la división de videojuegos registró un crecimiento del 8% respecto al mismo período del año pasado. Un aumento de 303 millones de dólares sobre los ingresos de esta parte de su negocio, que se suman a los del resto de elementos que componen su parte de ordenadores para alcanzar 12.200 millones de dólares en ganancias.
Como decimos, la parte relacionada con Xbox directamente se beneficia del incremento de ingresos por hardware que escala un 14% gracias al estreno de esa XOne X, mientras que la parte de servicios que constituyen primordialmente Xbox Live y el software crecen también un 4%. Han subido notablemente los ingresos por Live, pero han descendido en cuanto a la venta de videojuegos en una cantidad no especificada.
Si hablamos de la compañía en general, ya incluyendo todas sus divisiones, los ingresos se multiplicaron un 12% hasta los 28.900 millones de dólares con unos beneficios netos de 8.700 millones de dólares: un 10% más respecto al año anterior.