Comprimimos en una guía todo lo que debes saber en tus primeras andadas por el reino de Bohemia.
Acabas de empezar en Kingdom Come: Deliverance y aún tienes muchas dudas por resolver. Es normal. La producción de Warhorse ofrece un mundo grande y crudo, en todos los sentidos posibles. Con una interpretación muy especial de lo que es el realismo en el videojuego, nada es lo que parece. En esta guía, compartimos algunos de los consejos que deberías tener en cuenta para empezar con buen pie en tu aventura por Bohemia.
No hay mucho que hacer hasta Rattay
Comienzas el juego como el hijo de un herrero. No tienes estudios, ni habilidades, ni recursos y además eres feo. Perdón, nos hemos pasado un poco. La idea es que incluso si KCD te da cierta libertad desde el principio, no busques sacarle mucho partido hasta que llegues a Rattay tras unas horas de juego.
La razón detrás de esto es que será en Rattay donde encuentres los tutores (y tutoriales) que te ayuden a perfeccionar tus habilidades, así como el equipamiento clave para empezar, misiones y hasta un caballo. De modo que no te demores demasiado curioseando hasta llegar a este punto crítico.
¿Qué cosas debes hacer sin falta en Rattay, una vez llegues allí?
- Habla con el Capitán Bernard a las afueras. Te enseñará a combatir, y algunas habilidades para ser un poco menos penoso con la espada.
- Tu primer caballo gratuito se consigue durante la historia. También te podrás hacer con algo de dinero, una espada y un arco.
- Compra herramientas para forzar cerraduras en cuanto puedas. Las usarás a menudo, aunque evidentemente las primeras se te romperán con nada. El tío de Teresa puede enseñarte nuevas habilidades para que te resulte más fácil en el futuro, aunque primero debes poner fin a tu deuda con él.
La dura vida del ladrón
Primera norma del ladrón: si el juego no te dice que estás robando, entonces no estás robando. Coger cosas ajenas está mal en la vida real, pero en la Bohemia del siglo XIV presta atención al texto que te aparezca en la pantalla antes de coger un objeto: si no dice específicamente que lo que vas a hacer es robar, puedes cogerlo sin preocupación. De hecho, vender estos objetos sin dueño es una de las formas más rápidas de hacer dinero desde el principio de la aventura, de modo que no te cortes a la hora de coger cosas.
El tío de Teresa puede ayudarte a mejorar tus conocimientos en el infame arte del robo. Tú también puedes saldar tu deuda con él haciéndole uno de esos “favores” de los que un caballero no se enorgullece. Al final de la misión, desbloquearás un mercader especial que te comprará objetos robados.
La comida también tiene efectos adversos
Por ahí se dice que “lo que no te mata, te hace más fuerte”. El error es pensar que la comida no puede matar. Henry puede recuperarse con nutrientes, y querrás tener bastantes para recuperarte tras los combates. Sin embargo, si te empachas te moverás con torpeza por varios minutos (es ese icono con cara de cerdo que aparece en la interfaz).
Puedes usar la comida como un arma, también. Sólo debes envenenar la comida de un NPC cuando no esté mirando y comprobar qué tal le sienta después. Si no tienes buen equipamiento, es una forma de resolver los conflictos...
Aprende a leer: vale la pena
El medievo fue una de las épocas más oscuras para la literatura, y no es para menos. Los campesinos eran iletrados, incluyendo a Henry. Si coges un libro, no entenderás nada. El apotecario de Rattay te dirá dónde se encuentra el tutor que te podrá enseñar a leer. Y hacerlo es muy importante, porque de esa forma podrás aprender todo tipo de habilidades para hacerte la vida más sencilla.
Vestido para negociar
Un mercader se fija en su cliente antes de negociar, y querrá tratar mejor a aquellos que tengan más carisma. Tú puedes aumentar el tuyo de muchas formas, y una de ellas es llevar equipadas armas y armaduras imponentes, que te distingan como caballero por encima de la plebe. Conseguirás mejores precios al comprar y al vender.
Trucos y consejos esenciales
¿Cómo guardo la partida?
Existe un mecanismo de autoguardado, que ocurre muy de vez en cuando para evitar que tomes decisiones tontas a la ligera. También puedes guardar manualmente de un par de formas.
- Con aguardiente de guardado, que se vende a un alto precio en las tabernas. Si abusas de él, te emborracharás y te hará perder carisma y entorpecerá los controles.
- Durmiendo en una cama de tu propiedad.
¿Cómo limpio mi ropa de sangre?
Llévala a una casa de baños para que tenga mejor aspecto y te ayude a mantener tu carisma. También puedes tener ropa de repuesto para intercambiarla por la que esté sucia mientras tanto. Lo mismo se aplica para las armas, aunque en este caso tendrás que pulirlas en una herrería. O pagarle al herrero para que las pula por ti.
