Chris Roberts, su creador y padre de los legandarios Wing Commander, ha salido en defensa de su nueva obra.
En los últimos meses Star Citizen ha venido siendo noticia por diferentes motivos, a menudo alejados de la propia experiencia jugable de este prometedor simulador espacial. Por ejemplo, el hecho de que muchos aficionados estén acumulando ya moneda virtual a base de microtransacciones, cuando la versión final del título ni siquiera tiene fecha de lanzamiento; o el factor de que ya se puedan adquirir hasta 117 naves y 163 objetos en el Legatus Pack por 23.000 euros. Todos ellos son elementos que han hecho que muchos pongan en duda si el videojuego es un Pay to Win o, en cambio, una experiencia justa. El propio Chris Roberts ha salido al paso para desmentir estas acusaciones.
"Esto puede resultar un concepto un poco extraño para los jugadores, ya que para muchos la experiencia de un videojuego se limita a ganar o perder", declaró Roberts en un comunicado hecho públicopor Cloud Imperium Games, los responsables del propio Star Citizen. "Sin embargo, el nuestro no es un juego normal".
"Star Citizen es un universo en primera persona que os permite vivir una vida virtual en un entorno futurista muy atractivo, y vais a ganar divirtiéndoos. Y divertirse puede suponer cosas distintas para cada persona", quiso dejar claro el ejecutivo/creativo, con créditos en títulos tan memorables como el clásico Wing Commander de 1990 y todas sus secuelas.
Recientemente hemos podido ver nuevo gameplay de Star Citizen, con un impactante aspecto visual y muy prometedoras fórmulas jugables. Y, por otra parte y aunque no está terminado ni mucho menos, el propio Star Citizen ha superado los dos millones de jugadores.