La desarrolladora explica las principales claves tras su nuevo videojuego, que llegará en verano.
Muchos relacionaron a Control con una suerte de Quantum Break 2 bastardo, pero la realidad es que el nuevo software de los creadores de Max Payne y Alan Wake no hace más que mostrar sus cualidades únicas con cada muestra que se enseña. La última, la vista en GameInformer, en la que el director del juego, Mikael Kasurinen, no ha dudado en garantizar que, de alguna forma, Control rompe por completo con los desarrollos tradicionales de la firma de Finlandia. Tanto, que no dudó en reconocer que "los juegos de Remedy anteriores solían ser bastante lineales".
"En Control hemos cambiado nuestro objetivo. Tenemos escenarios más complejos", apostando, además, "por ofrecer libertad a la hora de escoger cómo luchar (…) la combinación de las habilidades que tienes, la forma en que las has mejorado, las modificaciones de armas y las modificaciones de personaje que tienes afectan a la forma en la que luchas en estos escenarios". Como ya nos advirtió Alberto Pastor en sus primeras impresiones desde el pasado E3, los planes de la firma pasan por llevar a Control al territorio de la exploración Metroidvania, algo que ha explicado mejor su director.
"Al principio del juego, te enfrentarás a ciertas puertas a las que aún no puedes acceder. A medida que avanza en la campaña obtendrás una autorización mayor para acceder a nuevos lugares, lo que te permitirá volver a zonas a las que te viste obligado a omitir al principio". No se limitará al acceso de tarjetas o llaves concretas para avanzar: Control también contará con zonas en las que solo podremos entrar si tenemos un poder concreto, poniendo Kasurinen a la levitación como ejemplo. Remedy confirmó ayer que Control llegará a las tiendas en verano. Se podrá jugar en PS4, Xbox One y PC.