Trucos para matar fácilmente al ogro encadenado en Sekiro: Shadows Die Twice

Trucos para matar fácilmente al ogro encadenado en Sekiro: Shadows Die Twice
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Te presentamos una guía para derrotar al minijefe más frustrante de tus primeras horas.

Poco después de completar el tutorial de Sekiro: Shadows Die Twice, tendrás que adentrarte en la zona conocida como Afueras de Ashina, donde te esperan encuentros con soldados, generales y alguna que otra sorpresa como el ogro encadenado, un minijefe que aparece para fastidiarle el día a cualquier jugador se que le cruce. En esta guía, compartimos un par de trucos para matar fácilmente a ese gran bastardo.

Primera barra de vida: usa el sigilo
Va, esta es una más rápida y fácil. Ve al santuario de las escalinatas y mata a los dos pobres soldados que te daban pistas sobre la aversión al fuego que tiene el ogro. Con el camino limpio, acércate al ogro para que capte tu atención. Por desgracia, aún no puedes quitarle esa barra de vida gratuita.

Tan pronto como lo oigas gritar y forcejear, ya te habrá fijado como objetivo. En ese momento, sal corriendo hacia atrás, bajando las escaleras, pasa al otro lado de la gran puerta que hay abajo y escóndete hasta que desaparezca la música de combate y la barra de salud del ogro de la interfaz.

En este punto, el ogro encadenado se habrá liberado y regresará a un punto "neutral" y por defecto, justo arriba de las escaleras. Ahora, avanza por el lado izquierdo de las escaleras agachado, sigilosamente, y atácalo por la espalda. Enhorabuena: acabas de arrancarle una barra de vida antes de empezar el combate.

Segunda barra de vida: quémalo
Para esta fase necesitamos un arma prostética llamada conducto llameante, que como te puedes imaginar, es en realidad un lanzallamas. ¿Dónde se consigue? Por suerte, muy cerca. Toma la escultura del ídolo del paso entre puertas en las Afueras de Ashina y avanza hasta el soldado moribundo que te habla de su madre. Con ayuda de tu gancho, escala la montaña que hay justo a su izquierda y compra el conducto a un mercader que hay en la cima. Visita al escultor en el Templo Dilapidado para que te haga el lanzallamas y equípatelo.

El ogro odia el fuego, así que si lo quemas con esto se acobardará durante unos cuantos segundos, permitiéndote asestarle tres o cuatro tajos cada vez que lo quemes. Asegúrate de llevar suficientes cargas para que te sea más fácil.

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