Sin embargo, Miyazaki también matiza que la jugabilidad es el alma de sus obras.
Recientemente ha tenido lugar en Croacia el evento Reboot Develop, que se ha abierto con una charla de Hidetaka Miyazaki de From Software (Dark Souls) y Fumito Ueda de genDESIGN (The Last Guardian). A través de un traductor, el 'dream team' japonés ha hablado acerca de sus diferentes perspectivas diseñando videojuegos y sobre el balance entre jugabilidad e historia. Durante la conversación, Miyazaki —que tradicionalmente antepone la jugabilidad a todo lo demás— ha reconocido su interés en crear un videojuego centrado en la narrativa algún día, siguiendo un modelo similar al de Red Dead Redemption 2 de Rockstar.
Para la sorpresa de muy pocos, Miyazaki explica que la jugabilidad es "el alma" de sus juegos, y que siempre comienza a trabajar con las mecánicas antes de imaginar la historia y los diálogos: esos serían más bien complementos para la experiencia. De hecho, hace un ejercicio de autocrítica para admitir que debería mejorar la forma de comunicar la historia a sus equipos dedicados, pues estos no siempre comprenden a la perfección los pormenores de los juegos en los que trabajan.
Dicho esto, el padre de obras tan características como Dark Souls o Bloodborne también da un voto de validez a Ueda, quien defiende que el arte y los gráficos definen a un juego, y que suele tener en mente una gran historia a la hora de ponerse a trabajar (incluso si los diálogos y secuencias de historia no llegan hasta el final). El artífice de ICO o Shadow of the Colossus explica también que la tecnología es un gran punto para dar forma a los juegos, que son un medio orgánico y en constante cambio.
Este último punto se puede ver claramente en las últimas obras de From Software. Entre sus juegos más reverenciados encontramos también anomalías como Déraciné o incluso el más reciente Sekiro: Shadows Die Twice, que experimentan más con la intimidad del juego en solitario, las cinemáticas y la narrativa. Por su parte, los juegos de Rockstar suelen estar en el punto de mira de prensa y aficionados precisamente por volcarse en la historia, el exquisito trasfondo de sus personajes y en los detalles de sus universos.