El analista Hideki Yasuda mantiene sus cifras de febrero a pesar del coronavirus, y prevé otros 15 millones para el año siguiente.
La industria de los videojuegos ha sufrido grandes cambios en un año de transición marcado por las consolas de nueva generación, como PlayStation 5. En febrero, antes de que estallara el brote de coronavirus en todo el mundo, el analista Hideki Yasuda de ACE Research pronosticaba 6 millones de PS5 vendidas este año fiscal, el cual termina en marzo de 2021. Con los efectos del virus todavía muy presentes, más de uno esperaría unas previsiones revisadas a la baja, pero tras conocerse los resultados financieros de Sony esta semana, el analista se mantiene en sus cifras.
En el último informe de la firma sobre los resultados de Sony (vía Twinfinite), Yasuda prevé que la compañía distribuya 6 millones de consolas PS5 este año fiscal, a fecha del 31 de marzo de 2021. No solo eso, sino que también espera otros 15 millones de PS5 distribuidas durante el año fiscal posterior, para un total de 21 millones de consolas en el primer año y medio de su vida.
Así mismo, el analista japonés señala que PlayStation está teniendo un arranque más lento en cuanto a marketing y promoción, sin títulos anunciados y con unas prestaciones brutas por debajo de la competencia, aunque cree que estos factores no van a ser determinantes para el lanzamiento de las consolas. Curiosamente, y como os comentamos esta mañana en otra noticia, Yasuda considera que el color final de PS5 sí que será determinante para su éxito, donde prevé una recepción negativa si sale en blanco.
Con una situación como la actual en la que muchos sectores se encuentran detenidos, existe cierto temor a la escasez de componentes de cara a la nueva generación, aunque las previsiones del analista parecen confiar en la capacidad de Sony para distribuir su consola a finales de año en grandes cantidades. Por su parte, AMD hablaba hace poco de aumentar su producción de chips en estas fechas para apoyar los lanzamientos de PS5 y Series X, por lo que parece que las fabricantes confían también en poder alcanzar sus cuotas.